Poliomielitis o virus de la polio

La poliomielitis es una enfermedad altamente contagiosa causada por un virus que ataca el sistema nervioso. Aunque ha sido erradicada en casi todo el mundo, es importante conocer más sobre su desarrollo y prevención
Poliomielitis o virus de la polio
José Gerardo Rosciano Paganelli

Revisado y aprobado por el médico José Gerardo Rosciano Paganelli.

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 09 julio, 2023

La poliomielitis es una infección vírica que afecta principalmente a niños entre los 4 y los 15 años. En la mayoría de los casos (>90%) cursa sin ningún tipo de síntomas. En el 10% en el que aparecen, se produce una parálisis flácida y atrofia muscular, que acaba provocando deformidades.

Generalmente, la infección al principio de la infancia da lugar a un cuadro totalmente asintomático o muy leve. Actualmente, y gracias a la vacunación, se encuentra prácticamente erradicada en todo el mundo.

Poliovirus

Poliovirus

Los poliovirus pertenecen a la gran familia de los picornavirus, RNA virus de muy pequeño tamaño (de ahí su nombre). Dentro de esta familia se encuentra el género enterovirus, dentro del cual se incluye el virus de la poliomielitis. Existen tres subtipos de virus de la poliomielitis, el 1, el 2 y el 3.

Los enterovirus se caracterizan por tres rasgos que son fundamentales de cara al cuadro que producen:

  1. El mecanismo de transmisión es fecal – oral. Es decir, se contagian por agua y alimentos contaminados en la mayoría de los casos, por malas condiciones de salubridad, entre otros.
  1. Tienen afinidad por tejidos diferentes. Por un lado, implica que no todos resultan en cuadros gastrointestinales, ya que no todos actúan sobre el tubo digestivo. Y por otro lado, que las manifestaciones del cuadro derivarán del tejido afectado, que es por el que tienen afinidad.
  1. Son citolíticos, por lo que al multiplicarse dentro de las células que infectan, las destruyen.

El virus de la polio es un virus neurotropo, con afinidad por el tejido nervioso. Su diana son las neuronas de las astas anteriores de la médula, las encargadas del movimiento

¿No lo sabías? Virus Coxsackie: ¿Cómo afecta a adultos y niños, y cómo protegerse de él?

Perspectiva histórica y situación actual

La poliomielitis es una enfermedad que ha existido desde hace milenios. De hecho, existen pinturas egipcias en las que ya aparecen representadas personas con poliomielitis. Las grandes epidemias fueron el terror de los padres durante los siglos XIX y XX hasta que las condiciones higiénicas y las infraestructuras mejoraron.

El cuadro era mucho más grave y las secuelas mucho más frecuentes a edades más avanzadas. En los casos en los que no era así, el virus se contraía a edades muy tempranas, momento en el que la infección se pasaba de manera asintomática en la mayoría de los casos.

La primera vacuna la desarrolló Edwards Salk en los años cincuenta. Era eficaz contra los tres tipos de virus de la poliomielitis, era totalmente segura y se administraba inyectándose. Una década después, Bruce Sabin desarrolló una nueva vacuna que atacaba también a los tres tipos de virus de la poliomielitis y podía administrarse por vía oral.

La campaña de vacunación se inició en 1988, momento en el que seguía siendo endémica en todo el mundo. Desde 2006, según los datos de la Organización Mundial de la Salud, la polio es únicamente endémica en la India, Pakistán, Nigeria y Afganistán. En el resto del mundo, se encuentra erradicada gracias a la vacunación.

Transmisión

Transmisión de la poliomielitis

La transmisión de esta enfermedad se da principalmente a través del agua contaminada, en aquellos medios donde las infraestructuras para la potabilización son escasas o el sistema sanitario es deficiente en líneas generales. Cabe destacar que también se transmite por medio de los alimentos contaminados que hayan sido lavados o cultivados en aguas contaminadas.

Manifestaciones clínicas

Tras la ingesta de agua o alimentos contaminados, las personas no vacunadas pueden o no manifestar síntomas, o desarrollar un cuadro de poliomielitis.

En más de un 90% de los casos, tras la inoculación, el virus se multiplica en células de la faringe. Viaja por el tubo digestivo y es eliminado por las heces, sin producir ningún tipo de síntoma.

En un 5% de los casos se desarrolla un cuadro de “poliomielitis abortiva”. Se produce un cuadro con síntomas muy inespecíficos, parecidos a los de una gripe. Hay fiebre acompañada de dolores de cabeza, articulares y musculares, vómitos y dolor de garganta.

Entre un 1 y un 2% de los casos, se produce un cuadro de “poliomielitis no paralítica”. En estos casos, el virus sí llega al sistema nervioso, por lo que afecta las meninges. Aparece entonces un cuadro similar a una meningitis: dolor de espalda y de cabeza, rigidez en el cuello, y a su vez, los síntomas generales.

Finalmente, en torno a un 1% desarrolla el cuadro típico de poliomielitis paralítica. Se trata de un cuadro bifásico. En primer lugar, aparecen síntomas inespecíficos de fiebre, vómitos y malestar general durante una semana. Cuando estos desaparecen, transcurren unos 3 o 4 días libres de síntomas y finalmente aparece la parálisis.

La gravedad y la localización de la parálisis de la poliomielitis dependerá de la cantidad y localización de las neuronas

Síndrome post polio: las secuelas de la poliomielitis

parálisis

Este es un síndrome afecta casi a un 80% de las personas que padecen una poliomielitis paralítica. Como consecuencia de la pérdida de neuronas motoras, se produce un deterioro de los músculos inervados por las neuronas perdidas.

Aparece parálisis o dificultad para el movimiento de estos músculos, con la atrofia derivada de no usarlos. Estas secuelas pueden aparecer hasta 30 y 40 años más tarde después de haber padecido el cuadro. Por tanto, salvo en los lugares en los que sigue existiendo la enfermedad, es la única forma de poliomielitis visible.

Tratamiento de la poliomielitis

No existe un tratamiento específico para la poliomielitis. Simplemente, se basa en la prevención de la enfermedad por medio de la vacunación durante la infancia. Ahora bien, se pueden sugerir algunos cuidados y medicamentos para paliar los síntomas o complicaciones (en caso de que se produzcan). Estos incluyen:

  • Reposo en la cama
  • Consumo de analgésicos
  • Fármacos antiespasmódicos para relajar los músculos
  • Antibióticos (si hay infecciones)
  • Fisioterapia o tirantes correctivos para ayudar a caminar
  • Almohadillas térmicas o toallas calientes para aliviar los dolores musculares y los espasmos
  • Terapia física para tratar el dolor en los músculos afectados.
  • Fisioterapia para tratar problemas respiratorios y pulmonares.
  • Rehabilitación pulmonar para aumentar la resistencia pulmonar

Para concluir…

Cabe resaltar la importancia de la vacunación con método preventivo de la poliomielitis. Si bien la enfermedad ha sido erradicada de casi todos los lugares del mundo, la vacuna antipoliomielítica sigue siendo determinante para conferir una protección de por vida en todas las personas. 

 


Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.



Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.