Por qué mi pareja no eyacula cuando hacemos el amor

Si te estás preguntando por qué tu pareja no eyacula cuando hacen el amor, te hablamos de algunos factores que pueden explicar lo que está pasando.
Por qué mi pareja no eyacula cuando hacemos el amor
Isbelia Esther Farías López

Revisado y aprobado por la filósofa Isbelia Esther Farías López.

Última actualización: 09 julio, 2023

Si tu pareja no eyacula o tarda mucho en hacerlo durante las relaciones sexuales, puede deberse a diferentes condiciones, tanto físicas como psicológicas.

También se conoce como eyaculación tardía, eyaculación retardada, eyaculación psicógena o aneyaculación idiopática. A continuación conoceremos cuáles pueden ser las posibles causas por las cuales tu pareja tarda tanto en alcanzar el orgasmo, así como algunas pautas para abordar el problema.

Sin embargo, debemos aclarar que, en cualquier caso, la consulta médica especializada será un paso imprescindible para obtener un diagnóstico correcto e instrucciones apropiadas acerca de cómo actuar.

Problemas de eyaculación

La expulsión del semen a través de la uretra se produce al tener un orgasmo, ya sea en el acto sexual, al masturbarse o en una emisión o polución nocturna.

No se tiene un estándar preciso con respecto a los encuentros íntimos; en algunos casos toma entre 15 y 30 minutos. Pero puede haber variaciones, si ocurre muy rápido o se demora demasiado. En la primera situación nos estaríamos refiriendo a lo que se conoce como eyaculación precoz.

Disfunción eréctil

En cambio, si la secreción se retrasara mucho o, incluso, no tuviera lugar, hablaríamos de la denominada eyaculación tardía o aneyaculación (ausencia de eyaculación), respectivamente.

Por otra parte, esta es una situación que puede presentar variaciones, o ser de diferentes tipos:

  • Adquirida: comienza a desarrollarse después de cierto tiempo;
  • De por vida: inicia con la madurez sexual;
  • Generalizada: cuando ocurre en todos los momentos o con todas las parejas sexuales;
  • Situacional: se presenta en determinados momentos o con una pareja en particular.

Con excepción de los casos en los que está plenamente explicado (por ejemplo, cuando se ha extirpado la próstata), la falta de eyaculación puede llegar a percibirse de maneras muy distintas, tanto por el hombre como por su pareja.

Y es que, como se indica en una de las publicaciones del Doctor Perelman (Centro Médico Weill Cornell, Nueva York), las dificultades surgen sobre todo cuando el hombre experimenta angustia o falta de control en sus relaciones.



¿Por qué mi pareja no eyacula?

En la quinta edición del Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-V) se especifica que la eyaculación retardada debe reunir al menos uno de los siguientes dos síntomas:

  • Retraso, infrecuencia o ausencia de eyaculación entre el 75 % y ​​100 % de las ocasiones durante un periodo de 6 meses de actividad sexual (sin que el individuo desee demorarla voluntariamente).
  • Angustia, frustración y ansiedad marcada y persistente por el problema.

Entonces, se habla de que la eyaculación tardía es un problema solo cuando se prolonga durante seis meses continuos y se manifiesta al menos en tres de cada cuatro encuentros. Por supuesto, esto no implica que los episodios esporádicos o que no se ajustan a estos criterios se deban desmeritar.

Se estima que hasta el 1 % de los hombres sexualmente activos desarrollan eyaculación retardada de por vida. Por contra, hasta el 5 % de los hombres la manifiestan de forma adquirida. Esta última es la más común, y puede aparecer por factores psicológicos o físicos. Los analizamos a continuación.

Factores psicológicos de la eyaculación retardada

La eyaculación es solo una parte de un proceso más amplio, que se inicia con el deseo, sigue con la erección, pasa por la práctica sexual en sí (con o sin penetración) y culmina con el orgasmo y la evacuación del semen.

En todo este recorrido el sistema nervioso desempeña un rol fundamental en la excitación que se siente. En tal sentido, se ven implicadas varias estructuras cerebrales y se liberan ciertos neurotransmisores. El máximo placer que se alcanza es, en esencia, una experiencia sensorial.

No obstante, se ha venido considerando la influencia de variables psicosociales como una posible explicación en los casos en que no se eyacula o esto tarda en suceder. En este sentido, una reciente revisión realizada Abdel-Hamid y Alid se encuentró que entre tales elementos podrían figurar situaciones como las siguientes:

  • Diversos miedos, como el temor a la intimidad, a la pérdida de control y autonomía o al embarazo.
  • La presión por satisfacer a la pareja o por prolongar la erección.
  • La depresión o el estrés, los cuales son estados que inducen pensamientos negativos y le impiden al hombre desconectarse de la preocupación.
  • Un deseo erótico disminuido o una estimulación inicial insuficiente.
  • Creencias religiosas que censuran el sexo y ocasionan sentimientos de culpa.

Factores físicos de la eyaculación retardada

Estos mismos autores también identifican otras causas de carácter orgánico o biológico; entre ellas se contemplarían:

  • la edad
  • factores genéticos
  • inflamación o infección de la glándula prostática o de la uretra
  • afecciones neurológicas (esclerosis múltiple, trauma cerebrovascular o daño de la médula espinal)
  • enfermedades endocrinas, como, por ejemplo, el hipertiroidismo (la glándula tiroides produce más hormonas de las que el cuerpo necesita)
  • efectos originados por el uso de ciertos medicamentos o drogas (se sabe que los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina pueden causar retraso en la eyaculación)


Por otro lado, se ha sugerido que los patrones de la masturbación en solitario pueden conducir a la eyaculación retardada. Por ejemplo, su alta regularidad, prolongarla durante demasiado tiempo y utilizar estilos específicos para alcanzar el orgasmo pueden representar una barrera al momento de hacer lo propio con la pareja durante un encuentro sexual.

Se sabe que los hombres con problemas para eyacular manifiestan un menor deseo y excitación sexual durante la estimulación. Esto podría contraponerse al momento de alcanzar el orgasmo y la eyaculación.

Posibles complicaciones por no eyacular

El hecho de que tu pareja no eyacule no significa que esto vaya a traer alguna complicación desde el punto de vista físico, es decir, que vaya a enfermarse.

Cuando ha habido excitación sin eyaculación, el único síntoma que en ocasiones se presenta es una sensación de tensión en los testículos y un dolor, que puede ser de leve a moderado. Estos episodios son transitorios y, ene general, no representan un problema de salud grave.

Por otra parte, se han realizado investigaciones sobre la relación entre el cáncer de próstata y el número de eyaculaciones promedio por mes en hombres adultos. Los resultados sugieren que a mayor frecuencia de eyaculación menos probabilidades de cáncer de próstata. No obstante, esta hipótesis está por confirmarse, es decir, se requiere de más estudios.

Ahora bien, las complicaciones más comunes suelen estar relacionadas con la relación de pareja. Entre estas cabe mencionar:

  • pérdida del interés por la relación sexual, en ambos miembros;
  • disminución del placer que experimentan;
  • sensación de estrés, ansiedad o inseguridad, cuando van a hacer el amor;
  • aunque no se puede hablar de infertilidad propiamente, si hay dificultad para embarazar a la pareja;
  • todo esto a su vez puede repercutir en problemas y desacuerdos maritales.

¿Qué hacer si tu pareja no eyacula?

Como vemos, el origen de estas variaciones en el patrón de eyaculación obedece a múltiples causas. Conocer cuáles son algunas de ellas puede resultar de utilidad para identificarlas y tomar las decisiones pertinentes.

A su vez, otras pautas son viables, como es la comunicación clara y sincera con la pareja. Esto nos dará la oportunidad de expresar aquello que nos genera ansiedad. También es un buen momento para plantear sugerencias que queramos incorporar a la intimidad, cuáles son las fantasías.

Si la pareja no eyacula, hay que hablar claramente con ella.

En tal sentido, se puede probar con estas sugerencias:

  • alternar posturas en el sexo,
  • realizar los encuentros sexuales en otros horarios y lugares,
  • introducir elementos como juguetes,
  • hacer juegos de roles,
  • usar disfraces,
  • ver juntos, compartir o intercambiar contenidos eróticos (por ejemplo, nudes),
  • mantener conversaciones sobre sexo (sexting), incluso en los momentos en que no están juntos.

Todo esto incrementará la excitación previa a los encuentros, de modo que a la hora de tener sexo, habrá más deseo acumulado.

Lo más importante es recuperar la pasión, evitar el cansancio, la rutina y, sobre todo, la presión. Hacer que tu pareja se sienta relajada y a gusto le ayudará mucho para que, llegado el momento, pueda eyacular.

Si mi pareja no eyacula, ¿debe acudir al médico?

En cualquier caso, si tu pareja no eyacula, si sigue experimentando serias dificultades para hacerlo, o presenta algún otro síntoma que pudiera estar relacionado (como dificultades de erección), el primer movimiento pasa por acudir a la consulta del especialista.

El médico puede ayudar a determinar si se trata de un problema de salud que está afectando, como por ejemplo una enfermedad o la reacción a un medicamento. En caso de no ser esta la situación, también pueden considerar la opción de acudir a terapia de pareja.

Diversos estudios publicados en Translational andrology and urology y en International journal of impotence research han avalado a la terapia psicológica como efectiva para abordar la eyaculación retardada. Esto, al menos, cuando se ha desencadenado por factores psicógenos. Si tu pareja no eyacula durante el sexo incentívala a buscar ayuda profesional cuando se ha convertido en un problema, ya que no es infrecuente que exista rechazo a hacerlo por parte de los hombres.


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