¿Por qué tengo sueño, pero no puedo dormir? Los trastornos del sueño

Para abordar los trastornos del sueño, es importante tener en cuenta los factores que están contribuyendo a ellos. Es necesario hacer un cambio de conducta y de hábitos inadecuados.
¿Por qué tengo sueño, pero no puedo dormir? Los trastornos del sueño
Sara Viruega

Revisado y aprobado por la farmacéutica Sara Viruega.

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 09 julio, 2023

¿Por qué tengo sueño, pero no puedo dormir? Las personas que viven esta experiencia pueden estar padeciendo trastornos del sueño. El insomnio es uno de los trastornos más frecuentes en la población general que consiste en una reducción de la capacidad para dormir y puede manifestarse de diversos modos que dan lugar a diferentes tipos del mismo.

En el mismo orden de ideas, este trastorno no solo puede llegar a consumir las energías sino que también puede afectar la salud y la calidad de vida. En el siguiente artículo comentaremos los tipos de insomnio según su origen y sus consecuencias.

Tipos de insomnio según su origen

Chica con insomnio con el móvil.
La luz que emite el móvil se asocia con un mayor riesgo de envejecimiento cutáneo. Además, tiene otros efectos negativos en la salud.

1. Primario

En este tipo de insomnio no se puede encontrar una causa clara responsable del trastorno del sueño. Un 10 % de la población sufre este trastorno. De acuerdo a un estudio que se realizó en la Clínica Universitaria de Navarra consiste en la dificultad para iniciar y mantener el sueño, o la sensación de no haber dormido un sueño reparador. Esta clase de insomnio también lo podemos subdividir en diferentes grupos en función de la manifestación y origen del problema:

  • Insomnio idiopático: se origina en la infancia y parece estar relacionado con un aprendizaje incorrecto del hábito de dormir.
  • Insomnio psicofisiológico: se caracteriza por un nivel elevado de activación psicofisiológica asociado al inicio del sueño. La persona que lo sufre suele manifestar una gran preocupación por el problema del sueño y hace grandes esfuerzos para intentar dormir cada noche.

2. Comórbido

Es el insomnio en el que hay una causa clara. Además de tratarlo, hay que tener en cuenta la causa que lo origina, los trastornos que lo acompañan e incluso sus consecuencias.

También te puede interesar: 6 cenas saludables para superar el insomnio de manera natural

Los trastornos del sueño según la duración

El estrés te está afectando más de la cuenta si no puedes dormir
Un constante insomnio a raíz de pensamientos negativos o problemas es indicativo de que el estrés te está afectando en exceso.

1. Transitorio o agudo

El insomnio agudo es el que dura menos de un mes. Es el más frecuente y generalizado en la población. Suele estar asociado a factores estresantes, que son los que lo desencadenan.

Algunos de estos factores son los cambios bruscos de horario y los problemas familiares, laborales o personales. El sueño vuelve a normalizarse cuando la fuente de estrés desaparece.

2. Insomnio a corto plazo o subagudo

Este tipo de insomnio tiene una duración que oscila entre 1 y 3 meses. En ocasiones, está relacionado con acontecimientos vitales estresantes. Generalmente, las situaciones que lo originan son más duraderas en el tiempo.

Entre ellas se encuentran la pérdida de un ser querido, una ruptura sentimental o una enfermedad grave. Además, el afectado tiene que hacer frente a otro tipo de problemas como puede ser la ansiedad, el estrés y el estado de ánimo bajo.

3. Trastorno del sueño a largo plazo o crónico

La persona que lo sufre tiene dificultades para iniciar o mantener el sueño. Esta situación repercute en su funcionamiento durante el día. Estos problemas para iniciar el sueño o para tener un sueño sin interrupciones durante la noche, suceden durante más de 3 veces por semana y se prolongan durante al menos 3 meses.

Las personas afectadas no solo sufren de un sueño insuficiente o poco reparador sino que, además presentan dificultades durante el día a nivel emocional, mental y físico.

Según los síntomas del insomnio

Mujer con pereza en la cama.

1. Insomnio inicial

Entre los trastornos del sueño, está el que presentan las personas con dificultades para quedarse dormidas al acostarse. Este tipo de insomnio inicial es más frecuente en personas jóvenes. Además, suele aparecer ligado a problemas médicos, al consumo de sustancias o a problemas psicológicos o psiquiátricos como los trastornos de ansiedad.

2. Intermedio o de mantenimiento de sueño

Esta clase de insomnio se caracteriza por la dificultad para permanecer dormidos. Hace que el sueño se vea interrumpido y que la persona afectada se despierte muchas veces o durante periodos prolongados.

Lee también: 3 estrategias curiosas que agradecerá tu cerebro para combatir el insomnio

3. Insomnio terminal

El insomnio terminal se produce por la mañana y provoca madrugones indeseados. Por lo común, el último despertar tiene lugar como mínimo 2 horas antes de lo habitual. Una vez que esto ocurre, la persona afectada no puede volver a conciliar el sueño. Además, es el que acompaña típicamente al trastorno depresivo.

Otros datos sobre los trastornos del sueño

Para abordar los trastornos del sueño como el insomnio, es importante tener en cuenta los factores que están contribuyendo a ellos. Es necesario hacer un cambio de conducta y de hábitos inadecuados. No obstante, también hay que modificar los pensamientos erróneos que aumentan la preocupación y reducir la elevada activación emocional.

Para concluir, tal como un estudio realizado por un experto de la Universidad de Alcalá declaró, para el adecuado tratamiento hay que establecer un cambio en el estilo y las costumbres que se tengan, sin embargo los casos graves necesitarán de un tratamiento farmacológico. Es fundamental consultar con un profesional si el caso de insomnio es considerable, en otros casos se puede recurrir a terapias, yoga, entre otras formas de conseguir reducir el estrés y las preocupaciones.


Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.



Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.