Prefiero los detalles a los regalos

Para tener detalles con nuestros seres queridos no necesitamos fechas especiales. Cualquier momento es bueno para recordarles que nos importan y que son fundamentales en nuestra vida.
Prefiero los detalles a los regalos
Bernardo Peña

Revisado y aprobado por el psicólogo Bernardo Peña.

Escrito por Valeria Sabater

Última actualización: 25 mayo, 2023

Los detalles edifican nuestra existencia porque se inscriben en esos actos espontáneos que nacen del corazón. Preferir los detalles a los regalos es el reflejo de quien de verdad aprecia lo que es sincero, lejos del artificio y lo material. Algo curioso y que debemos tener en cuenta es que detrás del acto de regalar se esconde una auténtica psicología que nos puede revelar muchas cosas.

Hay quien carece de actitud empática y regala lo primero que encuentra solo para quedar bien. Otros, cuidan el regalo adornándolo de acertados detalles que llegan a emocionarnos. Ahora bien, hay quien opta por regalar detalles a lo largo de todo el año sin necesitar una ocasión especial. Esto último es lo que más nos enriquece, lo que más fortalece los lazos de unos con los otros. Además, puede ser lo que más buscamos en nuestras relaciones afectivas, e incluso con el vínculo que construimos con nuestros hijos.

Los vínculos emocionales que edifican los detalles

Los pequeños detalles son los que construyen las relaciones más fuertes y significativas. En ocasiones, cometemos el error de esperar que los demás hagan grandes cosas por nosotros, que nos demuestren su afecto llevando a cabo acciones que van en contra de sus esencias.

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Un ejemplo de esto mismo lo tenemos en esos padres que esperan que los hijos estudien u orienten sus vidas en lo que ellos mismos han previsto. Asimismo, hay parejas que aguardan también a que la otra persona cumpla cada una de sus expectativas sin tener en cuenta necesidades propias. Es un error.

  • Los vínculos emocionales se construyen con el respeto al otro, ahí donde todos somos libres, donde nos admiramos y nos conocemos respetando espacios propios.
  • Los detalles que día a día compartimos esconden esa complicidad de las personas que se conocen, se respetan y que se honran sin necesidad de hacer grandes cosas, sino mediante pequeños actos donde se inscribe el amor sincero.

En los detalles se refleja que conocemos a esa persona y sabemos qué necesita

Hay quien piensa que nos ha ofrecido el mejor de los detalles cuando, en realidad, con su acción lo que consigue en realidad es imponernos sus propios deseos, su propio egoísmo.

Por ejemplo: Preparas las vacaciones de tu fin de semana. Deseas pasar unos días solo, porque acumulas mucho estrés y ansiedad. Justo antes de irte, aparecen tus padres o algún amigo diciéndote que “te acompañan para animarte”. Ejemplos así nos demuestran que los detalles deben ser el reflejo del conocimiento y el amor, pero también del respeto.

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En el detalle habita la reciprocidad

En los detalles no existe el egoísmo ni el chantaje, ni los dobles sentidos. Son acciones que se ofrecen en libertad porque queremos a la otra persona y porque, a su vez, nos sentimos amados. Es un vínculo donde se halla el equilibrio y la preocupación por el bienestar del otro.

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Somos conscientes de que el mejor regalo se llama “tiempo” y de que, antes de hacer uso de la tarjeta de crédito, la otra persona siempre va a agradecer una sonrisa, una mirada, compartir un paseo, una tarde tranquila e íntima.

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Los detalles no necesitan días especiales

No necesitamos una flor cada día, ni un cena romántica cada fin de semana. Los regalos están bien para ocasiones esporádicas. Pero los detalles deben ofrecerse más a menudo y, a ser posible, todos los días. Estamos seguros de que estarás de acuerdo con ello, con que los detalles deben ser parte de esos rituales cotidianos que hacen feliz a una pareja y que tanto cuidan del bienestar emocional de nuestros hijos. Entonces… ¿Por qué en ocasiones los olvidamos o los pasamos por alto?

  • Caemos en la rutina y empezamos a dar las cosas por sentado.
  • Nos decimos a nosotros mismos que no vale la pena, que “ya nos conocemos demasiado”, que los detalles son para la primera época de noviazgo…
  • En ocasiones, hay quien deja de ser detallista con la pareja porque la otra persona tampoco lo es.

No es lo adecuado. Los detalles son rituales de convivencia que nutren el corazón y que nos ofrecen seguridad. La seguridad y el reconocimiento de que somos queridos e importantes para la otra persona. Otro aspecto que debemos tener en cuenta es que, si notamos que nuestra relación ha caído en la rutina, debemos luchar para vencerla.

Toma la iniciativa, haz uso del humor, rompe la rutina, haz algo imprevisto y regala “detalles”, momentos que se queden para siempre en la memoria emocional de la otra persona. En ocasiones, actos pequeños generan grandes y maravillosos cambios. Merece la pena ponerlo en práctica.


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  • Martínez-Álvarez, José L., et al. “Vínculos afectivos en la infancia y calidad en las relaciones de pareja de jóvenes adultos: el efecto mediador del apego actual.” Anales de psicología 30.1 (2014): 211-220.
  • Puget, Janine, and Isidoro Berenstein. Psicoanálisis de la pareja matrimonial. Buenos Aires: Paidós, 1988.
  • Sanpedro, Pilar. “El mito del amor y sus consecuencias en los vínculos de pareja.” Disenso 45 (2005).

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