Pomada de árnica: ¿útil para atenuar las varices y las arañitas?

La pomada de árnica es un remedio popular que se ha usado como coadyuvante contra los problemas circulatorios y la hinchazón.
Pomada de árnica: ¿útil para atenuar las varices y las arañitas?
Maria del Carmen Hernandez

Revisado y aprobado por la dermatóloga Maria del Carmen Hernandez.

Última actualización: 22 diciembre, 2023

La pomada de árnica es uno de los remedios complementarios más utilizados a la hora de atenuar las venas várices y las arañitas. Uno de sus principales compuestos activos, la helenalina, se asocia con la disminución de la inflamación y el fortalecimiento de las paredes vasculares. ¿Es efectiva?

Por ahora, muchas de sus propiedades para mejorar la circulación y disminuir este problema estético están soportadas solo con datos anecdóticos. A pesar de esto, se reconoce su potencial para reducir el dolor, la hinchazón y la sensación de cansancio causados por esta condición.

¿Estás pensando en probarla? Antes que nada, descubre qué efectos puedes esperar, cuáles son sus contraindicaciones y cómo utilizarla de forma segura. Además, apunta una sencilla receta para hacer una pomada casera.

Beneficios de la pomada de árnica para el tratamiento de las várices y las arañitas

En la medicina popular, la pomada de árnica se ha utilizado como coadyuvante para reducir los hematomas, calmar el dolor y atenuar el aspecto de las várices y las arañitas. Su aplicación tópica a través de masajes se asocia al alivio de la inflamación y a la estimulación de la circulación sanguínea.

La planta, y en especial sus flores, concentra una amplia variedad de compuestos químicos con potencial farmacológico. Entre estos, cabe destacar los siguientes:

  • Arnidiol
  • Lignanos
  • Cumarinas
  • Diterpenos
  • Flavonoides
  • Carotenoides
  • Oligosacáridos
  • Ácidos fenólicos
  • Aceites esenciales
  • Ésteres de ácido carbónico de cadena corta
  • Lactonas sesquiterpénicas (como la helenalina)

Estas sustancias le confieren propiedades antiinflamatorias, analgésicas, inmunomoduladoras y antiagregantes plaquetarias que se han valorado en el tratamiento de la insuficiencia venosa crónica. Es así como su aplicación externa puede contribuir a aliviar las varices. Pese a ello, hace falta evidencia.

A través del blog de The Vein Institute, una clínica especializada en venas varicosas, se reconoce el potencial de la pomada de árnica para calmar síntomas asociados a esta condición, como el dolor y la inflamación de las piernas. Según dicha entidad, resulta bastante útil tras pasar periodos prolongados de pie o sentados.

Estudios de laboratorio y en animales sugieren que el extracto de árnica tiene potencial para reducir la inflamación y mejorar la circulación, lo que puede favorecer el tratamiento de las várices. Sin embargo, faltan estudios más concretos y concluyentes.


Contraindicaciones del tratamiento con pomada de árnica

Para la mayoría de las personas, la aplicación de pomada de árnica suele ser segura. Sin embargo, hay que tener en cuenta que algunos de sus principios activos, como los alcaloides, las cumarinas y las lactonas (incluyendo la helenalina), pueden ser irritantes para las mucosas en altas concentraciones.

Esta es la razón por la que no debe aplicarse en heridas abiertas, sobre hemorragias o en pieles con dermatitis. Para aprovecharla de manera segura, lo mejor es hacer una prueba de parche antes de usar el producto en su totalidad.

Basta con untar una pequeña cantidad del producto en un área pequeña de la piel. Se deja actuar por lo menos dos horas para observar posibles reacciones. En caso de irritación, ardor o enrojecimiento, hay que enjugar con abundante agua y evitar su uso.

Otros casos en los que está contraindicada son los siguientes:

  • Tras una intervención quirúrgica.
  • Antecedentes de alergia a las plantas de la familia Asteraceae.
  • Embarazo y lactancia, ya que no hay información sobre la seguridad en estos casos.

No está de más recordar que el consumo oral de la planta está desaconsejado, justamente por su potencial tóxico e irritante.

Cómo utilizar pomada de árnica para el tratamiento de las varices

La pomada de árnica está disponible en varias presentaciones comerciales. Por lo general, contiene extractos de la planta Arnica montana, además de excipientes como agua, parafina líquida, glicéridos poliglicolizados saturados, ácido esteárico, ácido sórbico E-200, entre otros.

Es la forma más recomendable de utilizar este producto, pues los laboratorios precisan una cantidad segura de la planta, lo que disminuye el riesgo de posibles reacciones adversas.

Ahora bien, también hay varios métodos para preparar la pomada de forma artesanal. Sin embargo, hay que tomar precauciones en su elaboración para no exceder la concentración de árnica. Emplear una cantidad excesiva puede derivar en irritación y molestias.

En este sentido, se recomienda usar como base aceite de árnica del que venden listo en las farmacias y tiendas herbolarias. Veamos una sencilla receta.

Ingredientes

  • 1 cápsula de vitamina E
  • 2 cucharadas de cera de abeja (30 gramos)
  • 1 cucharada de aceite de almendras (15 gramos)
  • 2 cucharadas de manteca de karité (24 gramos)
  • 1 cucharadita de aceite de árnica (10 mililitros)

Preparación

  • Funde la cera de abejas a baño de María y, cuando se derrita, agrégale la manteca de karité y el aceite de almendras.
  • Reduce el fuego a mínimo y remueve con un utensilio de silicona para que todo quede bien integrado.
  • Cuando esté listo, retíralo de la fuente de calor; agrégale de inmediato el aceite de árnica y la cápsula de vitamina E.
  • Deja que repose unos minutos y, antes de que se solidifique, viértela en un frasco de vidrio hermético.

Modo de aplicación

  • Tanto la pomada comercial como la casera se usan igual. Toma una cantidad suficiente del producto y aplícalo mediante suaves masajes sobre las zonas afectadas por las várices y las arañitas.
  • Déjalo absorber sin enjugar y procura repetir su aplicación cada noche antes de acostarte.
  • También puedes utilizarla para aliviar el cansancio o dolor en las piernas.


¿Qué debes recordar?

A pesar de su popularidad como tratamiento para las várices, la pomada de árnica solo sirve como complemento contra estos problemas. Su aplicación ayuda a calmar de forma temporal el dolor y la inflamación asociados con la mala circulación. Eventualmente, también podría atenuar el aspecto de estas venas.

Dicho esto, ten en cuenta que su aplicación por sí sola no es suficiente. De hecho, lo más apropiado es consultar al médico para conocer otras opciones terapéuticas. A menudo, el profesional recomienda hacer ajustes en la dieta y aumentar el nivel de actividad física con el fin de estimular la circulación.

Otras medidas como el uso de medias de compresión, la flebectomía ambulatoria, los tratamientos con láser o radiofrecuencia y la escleroterapia de várices también dan buenos resultados. El médico puede orientar sobre cómo funciona cada uno y cuál es más conveniente según el caso.


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