¿Cuál es el procedimiento correcto para la extracción de sangre venosa?

La realización de la extracción de sangre venosa de la manera adecuada evitará que el paciente sufra o sienta algún dolor durante el procedimiento.
¿Cuál es el procedimiento correcto para la extracción de sangre venosa?
Alejandro Duarte

Revisado y aprobado por el biotecnólogo Alejandro Duarte.

Última actualización: 11 julio, 2023

La sangre brinda mucha información sobre nuestro estado de salud. Mediante un análisis se puede detectar si un paciente tiene anemia, déficit de alguna vitamina e incluso se puede detectar si tiene alguna enfermedad de transmisión sexual (ETS) o cáncer. Esto es algo que viene a ser muy útil a la hora de hacer un diagnóstico. Por esto mismo, la extracción de sangre venosa es un procedimiento muy habitual en todos los centros médicos.

De acuerdo con el Diccionario médico de la Clínica Universidad de Navarra, la sangre venosa es aquella que ‘retorna al corazón por el sistema venoso después de haber cedido en los capilares glucosa, aminoácidos, O2, etc.’.

La manera correcta para la extracción de sangre venosa

Quizás para un médico o enfermero que lleva muchos años ejerciendo su profesión, el procedimiento para la extracción de sangre venosa le puede resultar algo obvio. No obstante, para un estudiante de medicina o alguien que está realizando sus prácticas, esta técnica puede generar dudas o cierta inseguridad.

Para ayudarles, a continuación vamos a describir, paso a paso, de acuerdo con las recomendaciones de la Sociedad Brasileña de Patologia Clínica Medicina Laboratorial, cómo se realiza una extracción de sangre venosa para que puedan llevarla a cabo de la mejor manera posible. No solo para sentirse seguros, sino también para que el paciente pueda recibir una buena atención, que no le produzca malestar alguno.

1. Primer contacto con el paciente

Aunque resulte un poco protocolario, saludar al paciente, preguntarle cómo se siente y si se ha mareado alguna vez durante alguna extracción de sangre venosa ayuda a crear un ambiente de confianza. Es importante darle tiempo para que responda  tratar de ser lo más amable posible, sobre todo si manifiesta cierto temor. Esto ayudará al paciente a relajarse y estar más dispuesto al procedimiento.

Durante este primer contacto, mientras entablas una breve conversación con el paciente, puedes ir preparando los tubos que sea necesario llenar y confirmar que el nombre que aparece en el formulario es correcto.

2. Buscar la vena

Muchos pacientes tienen las venas visibles, pero otros no. En el caso de que alguien presente unas venas muy finas o apenas visibles, será necesario usar la aguja adecuada. Esta es más fina para facilitar la extracción de sangre.

Una vez tienes el brazo del paciente sobre la mesa con la vena que más convenga y hayas decidido la aguja que vas a utilizar, pones la cinta de goma que apretará el brazo por encima del codo. Es conveniente que le pregunte al paciente si se encuentra cómodo.

Cuando la cinta esté apretada, le dirás al paciente que cierre su puño. Esto hará que la vena se hinche. La puedes palpar para comprobar que está perfecta para proceder a la extracción de sangre y continuar con el siguiente paso.

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3. La extracción de sangre

Antes de clavar la aguja, debes desinfectar la zona en la que vas a pinchar y ponerte unos guantes. Luego, debes tomar la aguja, quitarle el capuchón que la cubre y con el bisel de la aguja hacia arriba la presionas contra la vena. La aguja debe estar inclinada, en un ángulo de aproximadamente diez grados.

Es normal que notes una ligera resistencia de la piel, pero no debes tener miedo. Con tranquilidad, seguridad y firmeza, la aguja penetrará en la vena.

Una vez esté dentro, introduce el tubo en el extremo de la aguja y le dices al paciente que abra su mano. También tienes que quitar la cinta de goma que está actuando de torniquete.

4. Finalización del procedimiento

Cuando un tubo se llene, lo retiras sin temor y procedes a introducir otro. Así, hasta completar los que le hayan indicado llenar al paciente. Una vez esto está hecho, colocas un algodón justo donde la aguja entró en la vena y retiras la aguja.

Pídele al paciente que presione el algodón y colócale un esparadrapo encima. Pregúntale cómo está mientras pegas las pegatinas correspondientes en cada tubo y le indicas que ya se puede ir.

¿Qué más debes saber sobre la extracción de sangre venosa?

Como podemos ver, el procedimiento es sencillo. Sin embargo, en algunas ocasiones puede parecer algo difícil, como cuando la la sangre no fluye o no se encuentra con facilidad la vena. Si esto sucede, no hay que desesperar. Es posible extraer la sangre desde las venas del dorso de la muñeca o en las de las manos.

Al hacerlo desde la mano o el dorso, el procedimiento de extracción de sangre es más doloroso, pero se consigue hacer y esto ayuda a reducir el tiempo de espera del paciente. No obstante, es mucho más doloroso pinchar repetidamente tanto en un brazo como en otro sin éxito alguno. Por todo esto, en todo momento, hay que mantener informado al paciente e indicarle la solución más rápida y adecuada para su caso.

No es recomendable insistir en una zona repetidamente sin éxito, pues esto puede causarle malestar al paciente e impacientarlo.

Por otro lado, nunca hay que tener en cuenta a aquellos pacientes que se ponen tan nerviosos que se desmayan. En estos casos, la extracción de sangre debería siempre realizarse con el paciente tumbado en una camilla, por su propia seguridad. Es en este tipo de casos en los que realmente podemos apreciar la importancia de ese saludo y entrevista previa.

Si has sido estudiante de medicina o enfermería, ¿te ha supuesto alguna vez un problema extraerle sangre a alguien la primera vez? ¿Qué experiencia tienes como paciente?


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  • Deschka, M. (2015). La extracción de sangre en la práctica: guía para extractores de sangre. Laborwerte von A-Z.

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