
Últimamente, se ha popularizado la idea de tener estanques en casa para lucir un jardín moderno y elegante. De hecho, la decoración del jardín resulta más atractiva cuando le sumas un espacio para peces y plantas acuáticas. Un estanque permite…
El ajo es considerado como uno de los elementos básicos de la gastronomía. Se trata de un condimento que potencia los sabores de las comidas y que resulta indispensable en la preparación de múltiples platos, de diversas tradiciones gastronómicas.
El particular sabor del ajo lo convierte en un excelente sazonador para las comidas. Aparte de esto, tiene diversas propiedades medicinales; de hecho, el ajo regula la presión alta y también sirve para evitar que el colesterol se adhiera a las paredes de las arterias. Por todo esto, resulta conveniente tener un cultivo de ajos en casa.
Es probable que te preguntes si realmente es conveniente pasar por todo el proceso de preparar la tierra, plantar y mantener el cuidado de un cultivo. La respuesta es sí; no solo porque te resultará más sano, sino porque podrás apreciar mejor lo que implica el cultivo y consumo de los distintos alimentos.
Entre los beneficios de asumir este desafío de comenzar con la agricultura en casa, se destacan:
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La verdad es que sembrar y cosechar ajos es muy fácil. Tan solo debes asegurarte de que el cultivo tenga suficiente luz solar y agua. En cuanto a esto último, deberás regarlo con frecuencia para hidratar la tierra.
Lo primero que debes hacer es comprar una cabeza de ajo y separar los dientes, sin remover la cáscara. Puedes preparar el terreno con algún fertilizante natural. Si vas a preparar una cama de tierra, altérnala en zurcos y montículos, ya que allí es donde plantarás las semillas.
El siguiente paso consiste en enterrar los ajos a una profundidad de más o menos 10 cm y con la punta hacia arriba. Debes colocarlos con una separación de unos 15 cm entre cada diente. Considera que, por cada semilla, crecerá una cabeza completa de ajos.
Es muy sencillo, ¿verdad? Sin embargo, hay una serie de factores que debes tener en cuenta a la hora de preparar la tierra y la parcela que dedicarás al cultivo de ajos. A continuación, te vamos a comentar estos puntos en detalle.
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Para que el cultivo tenga éxito, se necesita una tierra muy fértil. Por esta razón, se recomienda agregar una capa de compost (o estiércol, si el suelo es muy ligero) para nutrir la tierra.
Por otra parte, es aconsejable utilizar únicamente fertilizantes naturales para darle densidad al suelo y también una mayor cantidad y calidad de nutrientes.
La planta de ajo gusta mucho del sol y agua. Es por esta razón que se debe plantar en un sitio donde se disponga de una exposición al sol completa.
Ahora bien, para mantener el suelo húmedo, es necesario regar el huerto con frecuencia. No debemos permitir que la tierra se vea deshidratada, ya que esto puede matar el cultivo de ajos. Recuerda que la cantidad de agua que debas agregar a tu cultivo dependerá también del tipo de clima del lugar donde te encuentres.
Por otra parte, si riegas con demasiada agua, puedes arriesgarte a que el ajo adquiera enfermedades. Caso contrario, si permites que la tierra se seque, los ajos crecerán más pequeños o, en casos extremos, puede que ni siquiera se dé la planta.
En definitiva, tener un cultivo de ajos es muy simple, pero hay que saber cuáles son los aspectos a tener en cuenta para reducir el número de dificultades. ¿Por qué no experimentar y comprobar los beneficios de esta gran experiencia?