¿Qué es el feedback positivo?

Los mecanismos de retroalimentación positiva son fundamentales para el mantenimiento de la homeostasis, sin embargo, si se descontrolan pueden generar multitud de perjuicios.
¿Qué es el feedback positivo?
Nelton Abdon Ramos Rojas

Revisado y aprobado por el médico Nelton Abdon Ramos Rojas.

Última actualización: 10 julio, 2023

Para poder entender qué es el feedback positivo, primero hemos de repasar qué son los procesos de retroalimentación en general.

En nuestro organismo, los procesos de feedback o retroalimentación son un conjunto de mecanismos de control que participan en la homeostasis, que es la capacidad que tiene el cuerpo de mantener unas condiciones internas relativamente estables frente a los cambios externos.

Entonces, podemos decir que el feedback sirve para que un organismo se autorregule para tratar de mantener el estado de equilibrio frente a las alteraciones externas.

Todos estos procesos son controlados y llevados a cabo por el sistema nervioso y endocrino, donde podemos diferenciar distintas partes o componentes:

  • El receptor, encargado de captar el estímulo ya sea externo o interno.
  • El sistema nervioso central (SNC), que recibe la información, la procesa y decide la respuesta más adecuada para ella.
  • Finalmente, el efector lleva a cabo la respuesta que puede ser controlada por el sistema muscular o el sistema endocrino.

Normalmente, los sistemas del feedback o retroalimentación intervienen en procesos químicos, alterándolos según sea necesario. Con ellos se regulan los niveles de determinadas hormonas, concentraciones de iones, etc.

Profundicemos más sobre ello.

Feedback negativo

Feedback negativo

En la retroalimentación negativa se intentan equilibrar ciertos sistemas o bien contrarrestando o reduciendo las consecuencias de ciertas reacciones.

Es el proceso que encontramos con más frecuencia y el más importante para el control de la homeostasis. Participa, por ejemplo, en procesos relacionados con la regulación de la temperatura corporal, provocando que, cuando hace frío, nuestra temperatura descienda, y en consecuencia temblemos para generar calor, de modo que vuelve a aumentar la temperatura.

Feedback positivo

El feedback positivo o retroalimentación positiva tiende a amplificar el estímulo inicial, es decir, desencadena más reacciones químicas de ese tipo. En otras palabras, este conjunto de procesos funcionan como un verdadero círculo vicioso en nuestro organismo, siendo un factor externo el que detendría la respuesta. Algunos ejemplos de procesos de feedback positivo en nuestro organismo serían:

La coagulación sanguínea

La coagulación sanguínea es el proceso por el cual la sangre pierde su fluidez característica para volverse más sólida. Por norma general, ocurre de forma natural para detener una hemorragia o sangrado cuando se rompen los vasos sanguíneos.

Para ello, se liberan factores de coagulación que, a su vez, estimulan otros factores, produciendo una gran reacción en cadena conocida como: cascada de la coagulación.

El parto

Otro ejemplo de feedback positivo o retroalimentación positiva ocurre durante el parto. El feto normalmente ocupa casi todo el espacio en el interior del útero y ejerce cierta presión sobre el cuello del útero. Esta presión es detectada por el cerebro gracias a nervios que envían la información en forma de estímulos nerviosos. De este modo, el cerebro decide producir oxitocina.

Esta hormona es transportada por la sangre y se encarga de provocar las contracciones uterinas que permiten dar a luz a la madre. Se repite este proceso de retroalimentación positiva, de manera que cada vez es mayor el número de contracciones y se desarrolla un parto relativamente rápido. Sin este proceso, el alargamiento de este acto podría ser estresante y perjudicial, tanto para la madre como para el feto.

El proceso metabólico de la vitamina D

El proceso de feedback en la absorción de la vitamina D

También encontramos retroalimentación positiva en los procesos metabólicos relacionados con la vitamina D. La vitamina D es absorbida por las microvellosidades del intestino delgado, se procesa en el hígado y después en los riñones para obtener nuevas sustancias orgánicas a través de las hidroxilaciones.

Dichas sustancias, como el calcitriol, mejoran la absorción de calcio y potasio que realiza este órgano. De esta forma las reacciones del hígado y los riñones han favorecido o estimulado otras, como la de absorción de estos elementos por parte de los huesos.

Habitualmente, este tipo de mecanismo de control es menos efectivo que el feedback o retroalimentación negativa, aunque su papel en los procesos homeostáticos es fundamental.

En definitiva, un buen control de la homeostasis se traduce en el equilibrio de todos los procesos que ocurren en nuestro organismo, como por ejemplo, el mantenimiento de la presión sanguínea.


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