¿Qué es una tensión lateral abdominal?

La tensión lateral abdominal puede desarrollarse al realizar una actividad para la cual la musculatura de esta parte del cuerpo no estaba preparada.
¿Qué es una tensión lateral abdominal?
Mariel Mendoza

Revisado y aprobado por la médica Mariel Mendoza.

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 06 julio, 2023

La tensión lateral abdominal, también conocida como esguince muscular abdominal, ocurre cuando se daña la estructura interna de los músculos abdominales. A veces se denomina solo como desgarro del músculo abdominal, y se trata de una lesión muy común en los deportistas.

Normalmente, estas rupturas o desgarres son muy pequeños. Sin embargo, pueden causar bastante molestia. Los síntomas suelen empeorar al realizar determinadas acciones, y a veces puede ser una condición difícil de diagnosticar. Hoy analizamos qué es la tensión lateral abdominal y qué opciones existen para tratarla.

¿Cuál es la musculatura abdominal? ¿Para qué sirve?

Mujer abdominales

Los músculos del abdomen se distribuyen en tres grupos: anterior, lateral y posterior. Constituyen en gran parte las paredes abdominales, las cuales están recubiertas por la hoja del peritoneo, cerrada por el diafragma por la parte superior; por la inferior, la pelvis es la encargada de delimitarlos.

La musculatura abdominal está formada principalmente por 4 grupos musculares:

  • oblicuos externos:
  • oblicuos internos;
  • recto abdominal;
  • transverso abdominal.

Generalmente, siempre se ha creído que el entrenamiento de esta musculatura era el «ejercicio milagro» para sacar a la luz los abdominales. Además, siempre se han utilizado para mejorar la estética. Sin embargo, estos grupos musculares tienen más funciones y más importantes.

Son fundamentales para el funcionamiento correcto del raquis lumbar. También tienen un papel estabilizador, basándose en la capacidad para disminuir la presión en los discos vertebrales dorso-lumbares. Debido a ello, generan estabilidad tanto en estático como en movimientos, evitando además la anteversión pélvica.

¿Qué puede causar una tensión lateral abdominal?

Esta lesión puede aparecer en cualquier movimiento brusco. Muchas veces realizamos movimientos en posturas incorrectas que al principio no nos suponen ningún problema, pero a la larga nos hacen daño. Veamos qué cosas pueden desencadenar una distención de este tipo:

  • Ejercicio físico intenso o excesivo. Es bien sabido que el sobreentrenamiento es un catalizador frecuente.
  • Tos o estornudos muy fuertes. Aunque la mayor parte estos no causan ninguna complicación, en determinados contextos pueden derivar en una tensión lateral abdominal.
  • Levantar objetos pesado. Incluso, levantar objetos de peso leve o moderado puede derivar en un esguince de los músculos abdominales cuando estos no están fortalecidos.
  • Movimientos bruscos o repentinos. En especial, aquellos que involucran una torcedura o un giro del core.
  • Técnica inadecuada al hacer un movimiento repetitivo. Esto puede ocurrir con independencia de que tengas o no los músculos centrales fortalecidos.
  • Golpes directos en la zona abdominal. Se sabe que este tipo de traumatismos pueden ocasionar una lesión muscular de esta envergadura.

Estos son los principales catalizadores de la tensión lateral abdominal. Dado que muchos de ellos están relacionados entre sí, la lesión muscular se puede generar debido a la confluencia de varios.



Factores de riesgo

La tensión lateral abdominal por malos ejercicios
Los deportistas deberían seguir una serie de recomendaciones para evitar las lesiones musculares.

Hemos visto las causas que pueden desencadenar esta lesión. Ahora explicaremos que hay una serie de factores que favorecen el desarrollo de esta distención tan molesta. Entre los principales podemos mencionar:

  • No calentar antes de hacer ejercicio: los ejercicios de calentamiento previos a cualquier actividad física son esenciales para evitar cualquier tipo de lesión. Gracias a ellos, preparamos la musculatura, favorecemos la circulación y activamos los músculos para realizar un esfuerzo.
  • Tener la musculatura de la espalda débil: al no tener una masa muscular de calidad y fortalecida, las lesiones aparecen con más facilidad ante cualquier movimiento. Por ello, realizar ejercicio físico de manera moderada es fundamental para gozar de una buena salud.
  • Hacer ejercicio en clima frío: el clima frío agrava la situación tanto de no calentar correctamente como la de realizar movimientos repentinos que provoquen la tensión lateral abdominal. En estos casos, es aún más fundamental ir haciendo ejercicios de forma progresiva.

Los expertos alertan que este tipo de contractura muscular es muy común en los tenistas. También, se encuentra con relativa frecuencia en los jugadores de fútbol y, en tercer lugar, en los jugadores de béisbol. De manera general, toda persona que practique algún tipo de actividad física corre el riego de desarrollar una tensión lateral abdominal.

¿Cuáles son los síntomas de esta lesión?

A pesar de que los siguientes síntomas mencionados sí pueden aparecer si sufres una tensión lateral abdominal, no quiere decir que siempre sean debido a ella. Por esta razón, no debes asumir que estás lesionado, ya que podrían ser causa de otras afecciones.

Es muy importante que acudas al médico para evitar complicaciones y resolver las dudas. Algunos síntomas comunes de esta lesión destacamos:

  • dolor muscular inmediatamente después de la lesión;
  • rigidez y malestar;
  • dificultad para flexionar o sentir dolor al estirar los músculos del abdomen;
  • dolor al tocar el área afectada;
  • espasmos musculares;
  • inflamación o aparición de moratones.


A menudo el nivel de desgarro o distención se clasifica en I, II o III. Los desgarros I  y II son leves y moderados, respectivamente. Los de grado III son graves, y normalmente se acompañan de hematomas o moretones visibles y una restricción parcial o total del rango de movimiento del core.

¿Cómo se trata?

El abdomen no es un músculo que podamos tener en reposo como el cuádriceps o el bíceps. Es un grupo muscular que, como ya sabemos, es fundamental para la postura y el desplazamiento. Aun así, y aunque depende de la gravedad, la mayoría de las lesiones se pueden abordarse con métodos conservadores.

Puedes aplicar una bolsa de hielo sobre la zona lesionada durante aproximadamente unos 20 minutos. No pongas el hielo directamente sobre la piel porque puedes quemarla. También puedes alterar con bolsas tibias o calor de algún tipo para lograr el mismo efecto analgésico.

A su vez, puedes tomar analgésicos de venta libre para aliviar el dolor y la inflamación, siempre y cuando no excedas la dosis recomendada. Guardar reposo es indispensable, y esto incluye no hacer actividad física y evitar hacer movimientos bruscos. En algunos contextos el uso de un equipo ortopédico para el core puede ayudar a sostener los músculos mientras te recuperas.

No obstante, no dudes en acudir al médico para que este te guíe con un buen tratamiento. Además, puede determinar la gravedad real de la lesión, y establecer un diagnóstico diferencial de ser el caso. Después de todo, la tensión lateral abdominal no es la única condición que se puede generar por las causas y los factores de riesgo señalados.


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