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Una quemadura es una lesión en los tejidos que se produce por variaciones de la temperatura, ya sea baja o alta. En este artículo, te explicaremos cómo tratar las quemaduras de segundo grado y qué primeros auxilios debemos aplicar.
Sufrir una quemadura de segundo grado en el ámbito doméstico es siempre una posibilidad.Estas lesiones se producen en los tejidos por la acción que ejercen el fuego, el frío, los químicos, la electricidad, el agua hirviendo e incluso los rayos solares. El daño depende de la temperatura, de la duración de la exposición y de la zona afectada.
¿Cómo afecta a la piel una quemadura de segundo grado? Primero, debemos saber que la piel tiene dos capas: epidermis y dermis. A su vez, la epidermis se divide en: córneo, lúcido, granuloso y germinal; en tanto, en la dermis se encuentran los folículos pilosos, las glándulas sudoríparas, las fibras nerviosas y el tejido conectivo.
Estas dos capas se encargan de proteger a la piel de infecciones, regular la temperatura y prevenir la pérdida de líquidos corporales. Cuando se presenta una quemadura, hay una mayor probabilidad de contraer infecciones.
Para determinar la gravedad de una quemadura, es importante tomar en cuenta los siguientes puntos en la herida:
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Es sabido por gran parte del público que las quemaduras se clasifican en tres tipos. Ahora bien, ¿estás al tanto de las características de cada una de ellas?
En cuanto a las causas que pueden llevar a una quemadura, se destacan: contacto con una llama, objetos o sustancias calientes, elementos químicos; mal uso de un aparato eléctrico; verse envuelto en un incendio o accidente doméstico o de auto; mal uso de fuegos artificiales o, lo que es muy común, incidentes al cocinar.
Una quemadura de segundo grado se presenta cuando el calor destruye la epidermis y un espesor mayor o menor de la dermis. Son quemaduras con evidente enrojecimiento y ardor, en las que la piel se llena de ampollas.
Lo preocupante es cuando estas se rompen y el líquido se riega por la dermis; esto causa infecciones por el contacto con los gérmenes. Sin embargo, a pesar de la gravedad, la piel se regenera.
“Las ampollas con líquido claro son una de las principales características de las quemaduras de segundo grado; en estas situaciones, se requiere atención médica urgente”
De acuerdo a la clasificación, una quemadura de segundo grado puede ser superficial o profunda:
Afecta la epidermis y la cara superior de la dermis, donde forma ampollas y exudación de suero. La zona afectada presenta las siguientes características:
Por fortuna, el daño superficial se cura aproximadamente en un período de tres semanas con ayuda de elementos epidérmicos locales. Asimismo, los folículos pilosos y las glándulas sebáceas se reparan.
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Estas quemaduras afectan dos tercios profundos de la dermis. Sus características son:
El tiempo de curación es mucho más lento; puede tardar hasta 35 días en cicatrizar al menos parcialmente.
Ante una quemadura de segundo grado, lo primero que tienes que hacer es colocar a la víctima en una posición cómoda y detectar sus signos vitales. Acto seguido, controla si hay más complicaciones, como una fractura, hemorragia o shock.
Después, lava suavemente la herida con agua o suero durante 10 minutos; si tienes guantes estériles, te van a servir. Por ningún motivo revientes las ampollas, porque existe peligro de infección por la entrada de microorganismos.
Lo recomendable es cubrirlas con gasas o con un paño limpio y humedecido; no pongas presión en el vendaje ni utilices pomadas de ningún tipo. Si hay restos de ropa pegados a la piel, espera a que el especialista los retire. Finalmente, hay que acudir de manera inmediata a un centro hospitalario.
Por supuesto, las medidas preventivas son fundamentales para evitar una quemadura de segundo grado. Procura tener en mente los siguientes consejos:
Con estas precauciones, podremos evitar los siempre temibles accidentes domésticos, o al menos reducir las probabilidades de que ocurran. ¡Nunca se es demasiado precavido cuando la salud está en juego!