
p>El hecho de que nos elijan ser padrino o madrina en una boda es un gran honor. Sin embargo, aunque en un primer momento no lo pensemos, antes de lo previsto nos vendrá a la mente la pregunta de ¿qué…
Son muchas las parejas que tienen problemas, que no encuentran el equilibrio y la felicidad. Una de las principales causas es la clara sensación de estar perdiendo el control de su vida en pareja. Esto es, de que la otra persona busca su propio beneficio y su interés.
Hemos de ir con cuidado ante esta idea, lo más importante en toda relación de pareja, es recordar que uno mismo debe mantener las riendas de su propia vida. Si amas esa relación, lucha por ella. Si te hace infeliz, toma el control y aléjate.
Sabemos que en toda relación de pareja existen unas normas propias. Esos acuerdos a los que llegamos a lo largo del tiempo. Es adecuado tener en cuenta que toda pareja estable y feliz, suele presentar las siguientes dimensiones:
Cuando hablamos de recursos internos nos referimos precisamente a estas dimensiones que edifican toda buena relación de pareja: saber comprender, saber respetar, valorar el compromiso y tener una clara voluntad de hacer feliz a la otra persona. Sabiendo que nuestro compañero, siente lo mismo.
Hay un equilibrio. Ambos disponemos de nuestro control particular para aportar energía y voluntad a la relación en sí. Disponemos de un proyecto en el cual, ambos ofrecemos nuestro ser, nuestro amor y nuestra madurez.
¿En qué momento perdemos las personas el control en nuestras relaciones? Las situaciones pueden ser muy variadas, pero por lo general, siempre siguen unos ejes básicos que merece la pena conocer:
Las personas, no debemos perder el control sobre lo que somos o lo que hacemos en ningún momento. Hacer pareja no significa renunciar a tu identidad, a lo que eres o lo que sientes.
En el momento en que perdemos el control de nuestra vida y se lo cedemos a otra persona, lo perdemos todo. No se trata en absoluto de ejercer un juego de fuerzas. Una pareja no es un campo de batalla. Es un palacio de felicidad que construir entre dos, donde ambos tengan el control.
El control es esencial para luchar por lo que queremos, para luchar por esa persona que amamos y definir así también nuestra propia armonía. No importa la edad que tengas, ni tu estatus social, todos merecemos ser felices en todo momento, y todos, disponemos de poder suficiente para conseguirlo.
Tú tienes control sobre tu propia vida para luchar por tus sueños y por esa persona de la cual te enamoraste. Ahora bien, si solo tienes lágrimas en tu vida y no ves proyecto de futuro alguno, nunca olvides que también tienes control para alejarte. Para dejar ir y abrir nuevos caminos en tu ciclo vital y emocional.