5 razones para comer gelatina en la dieta

Comer gelatina nos ayuda a sentirnos saciados y a estar hidratados. Y es que, este postre que muchos desconocen, puede ser bueno para el organismo y una opción saludable. Descubre cómo.
5 razones para comer gelatina en la dieta
Maria Patricia Pinero Corredor

Revisado y aprobado por la nutricionista Maria Patricia Pinero Corredor.

Última actualización: 14 diciembre, 2023

La gelatina en la dieta es habitual en muchas personas que disfrutan con el sabor y la textura que ofrece. Pero pocos se paran a pensar las posibles bondades que conlleva su inclusión en la alimentación.

Con un alto contenido en agua y en proteínas, aporta aminoácidos esenciales básicos para el desarrollo y el crecimiento, ayuda a la hidratación y es un bocado dulce, ligero y digestivo.

Por si fuera poco, a los amantes de la cocina les ofrece un mundo de posibilidades y recursos culinarios deliciosos y sorprendentes. Descubre, a continuación, algunos de los motivos por los cuales se puede tener en cuenta la gelatina como integrante de una dieta sana.

¿Qué es la gelatina?

La gelatina es un ingrediente culinario, que se suele obtener a partir del colágeno animal. Lo más común es extraerla de huesos, pieles y otros tejidos del ganado bovino o porcino.

Por su capacidad para formar geles, es muy usada en la industria, sobre todo en la alimentaria. A nivel casero, lo más habitual es emplearla en la elaboración de gelatinas de frutas o de yogur y como espesante en algunos postres.

La gelatina granulada casi no tiene sabor ni olor. Su color está entre el ámbar y el amarillo pálido. También es posible encontrarla en forma de láminas. En ambos casos no está lista para el consumo final, sino que hay que hidratarla e integrarla en alguna receta.

Por otro lado, en el mercado se pueden encontrar gelatinas en polvo saborizadas o bien gelatinas ya listas para comer (generalmente con los refrigerados, junto a los yogures y postres lácteos). Estas últimas pueden contener ingredientes añadidos como azúcar, edulcorantes o aromas; y un bajo valor nutricional.

La gelatina seca, en cambio, destaca por el alto contenido en proteína, sin apenas carbohidratos ni grasas. Más allá de su uso en la cocina, la presentación en polvo se ha probado como suplemento para mejorar algunos aspectos de salud.

¿Es positivo introducir la gelatina en la dieta?

Como vamos a ver a continuación, existen varios motivos positivos para incluir la gelatina en la dieta. Aunque hay que tener claro que para ello es muy importante la forma de prepararla. En general, si se combina con ingredientes sanos y naturales, es un postre o un tentempié ideal para cualquier alimentación equilibrada.

1. Es una buena fuente de proteínas

El principal nutriente presente en la gelatina son las proteínas, así que se puede considerar este alimento como una de sus posibles fuentes en la dieta.

De este modo, puede ser de especial interés en períodos de la vida o en grupos de población con una demanda más elevada. Este es el caso, entre otros, de deportistas, personas mayores, convalecientes o embarazadas.

Si se usan gelatinas listas para comer, es imprescindible revisar la información nutricional. Algunas preparaciones contienen mucha agua y poca gelatina, con lo que el porcentaje de proteínas puede ser muy poco significativo.



2. Favorece la sensación de saciedad

Uno de los usos más habituales de la gelatina en la dieta es como postre o tentempié bajo en calorías. Empleado de esta forma, y en el marco de un plan adecuado, puede ser útil para ayudar a bajar de peso. La presencia de proteínas contribuye, además, a favorecer la sensación de saciedad y a sentirse satisfecho y lleno por más tiempo.

3. Ayuda a la formación de colágeno

Entre los aminoácidos que contiene la gelatina destacan la glicina y la prolina. Ambos forman una parte destacada del colágeno, una proteína muy abundante en el cuerpo. Este último es integrante esencial de tejidos como los huesos, la piel, los vasos sanguíneos y los cartílagos.

Algunos datos, recogidos en The American Journal of Clinical Nutrition, sugieren que la agregación de gelatina a un programa de entrenamiento adecuado puede mejorar la síntesis de colágeno, prevenir lesiones y ayudar a reparar tejidos.

4. Facilita la digestión

La gelatina en la dieta como postre puede ser una buena opción tras una comida copiosa o antes de acostarse, puesto que es un alimento de muy fácil digestión y poco pesado.

5. Contribuye a la hidratación

La gelatina ya preparada, o la que se elabora en casa, contiene una elevada proporción de agua. Así que es un alimento ideal para la correcta hidratación del organismo (siempre como complemento a la ingesta de agua).

Esto es de especial interés para la gente mayor, puesto que a esta edad es fácil perder la sensación de sed y no ingerir la cantidad de fluidos necesaria.

Qué más saber acerca de la gelatina

Acabamos de citar algunos de los beneficios o puntos fuertes que puede conllevar el hecho de consumir gelatina en la dieta. Pero ¿cuáles son las mejores recomendaciones para integrarla en el día a día de forma saludable?

En primer lugar, hay que insistir en la necesidad de introducirla en el marco de una dieta saludable en general y adaptada a las necesidades de cada persona. Solo con comer gelatina no es posible lograr los objetivos buscados.

Asimismo, tampoco hay que abusar de este alimento, por muchas propiedades que tenga. Ya sea en la hora del postre como en el momento de comer un snack, se debe combinar con otras opciones tan sanas como la gelatina:

Por último, conviene saber cuál es la mejor o la más apropiada. Una buena opción es comprar gelatina en láminas o en polvo y hacer postres de gelatina caseros. Estos se pueden elaborar con zumos de frutas o, mucho mejor todavía, con agua y trozos de frutas frescas.

Si se dispone de poco tiempo, también es posible elegir alguna instantánea o lista para comer. En este caso tenemos dos opciones:

  • Gelatinas en polvo con sabores. Solo requieren una mezcla con agua y reposo en la nevera para que cuajen. Es conveniente saber que, gran parte de estas, están formuladas con aromas y colorantes. Además, aconsejamos leer el listado de ingredientes y elegir aquellas con más proteínas y menos azúcar o edulcorantes añadidos.
  • Gelatinas ya hidratadas y preparadas. Suelen venir en tarros parecidos a los yogures y otros postres. También suelen usar colorante y aromas de frutas. De nuevo, es preciso fijarse en la información nutricional y evaluar la cantidad de proteínas y azúcares.


¿Existen alternativas vegetales a la gelatina?

Si hablamos de gelatina, de manera estricta, esta se obtiene solo a partir de productos de origen animal. El alga agar-agar tiene la misma funcionalidad culinaria, es espesante y sirve para hacer «gelatinas» vegetales. En este caso, es posible comprar el alga y hacer gelatinas caseras o comprar productos ya elaborados.

No obstante, las características nutricionales son diferentes. Estas no contienen colágeno y tienen muy poca proteína. En cambio, son productos con un pequeño porcentaje de fibra.

De este modo, siguen siendo ideales para favorecer la hidratación y para consumir un tentempié o postre saludable, ligero y digestivo. Pero no representan un aporte destacable de proteínas ni de aminoácidos para los tejidos corporales.

Recetas para hacer una gelatina casera

No queremos concluir este artículo sin presentar dos formas sencillas de elaborar nuestras propias gelatinas.

1. Gelatina de zumo de fresas

La gelatina de frutas es buena para una dieta sana.
Este tipo de gelatinas se pueden hacer con purés de frutas caseros o bien con zumos que no contengan azúcar añadido.

Con el zumo de las fresas (o de cualquier fruta que nos guste) obtenemos una gelatina lisa y homogénea. Fácil de preparar y con un resultado que no tiene nada que envidiar a las alternativas comerciales.

Ingredientes

  • 1 kg de fresas
  • 8 láminas de gelatina neutra
  • 100 mililitros de agua + la cantidad necesaria para hidratar las láminas de gelatina

Elaboración

  • Para empezar, hidratamos las láminas de gelatina con un poco de agua que las cubra. Pasados entre 3 y 5 minutos las escurrimos bien y reservamos.
  • A continuación, lavamos las fresas y las colocamos en el vaso de la batidora. Trituramos hasta obtener un zumo uniforme. Si queremos una gelatina más clarita, lo pasamos por un colador fino.
  • Calentamos el zumo de fresas en un cazo con el agua. No tiene que hervir, tan solo coger temperatura. En este punto, ya podemos incorporar la gelatina hidratada y remover para que se disuelva.
  • Colocamos la mezcla en un molde grande o en tarros individuales. Cuando no esté tan caliente, la dejamos enfriar y reposar en la nevera antes de consumir (unas 3 o 4 horas).

2. Gelatina con trozos de fruta

Gelatina con trozos de frutas.
Al usar las frutas frescas enteras, los postres de gelatina quedan muy bonitos a nivel visual y aprovechamos todos los beneficios de la fruta.

El uso de la gelatina neutra con la fruta fresca cortada no solo cambia la textura del postre, sino que también ofrece un resultado más espectacular a nivel visual.

Ingredientes

  • 400 gramos de fruta fresca pelada: melocotón, nectarina, pera, plátano, cerezas, fresas, frambuesas;
  • 600 mililitros de agua;
  • 6 hojas de gelatina neutra;
  • un poco de zumo de limón.

Elaboración

  • Dejamos hidratar las láminas de gelatina, durante 5 minutos, en un poco de agua. Escurrimos con suavidad y reservamos en un plato.
  • Por otro lado, lavamos, pelamos y cortamos las frutas elegidas. Las colocamos en moldes individuales o en uno más grande.
  • Calentamos el agua con el zumo de limón. Después, apartamos del fuego, añadimos la gelatina y mezclamos con cuidado para que se disuelva. Vertemos en los moldes, por encima de la fruta.
  • Dejamos reposar en la nevera un mínimo de 2 horas.

Existen algunas variedades de fruta que no son del todo adecuadas para hacer gelatina. Se trata de la piña, la papaya, el kiwi, el mango o el higo. La razón es que todas ellas contienen enzimas proteolíticas que impiden que la gelatina cuaje bien.

Si se quieren emplear, se deben cocinar primero las frutas o bien elegir zumos comerciales que estén pasteurizados (puesto que el calor inactiva dichas enzimas).

La gelatina en la dieta es saludable, pero siempre dentro de un plan equilibrado

La gelatina es un alimento que se puede introducir en la dieta de cualquier persona que la desee comer. Es ligera, digestiva y puede ayudar a mantener una correcta hidratación y aportar parte de la proteína necesaria.

Para que no repercuta de forma negativa, lo más aconsejable es elaborarla en casa a partir de la gelatina neutra (en láminas o en polvo). Mezclada con frutas enteras o en puré, aportamos el sabor elegido sin necesidad de recurrir a las elaboraciones comerciales (que pueden tener mucho azúcar añadido, poca gelatina y algunos aditivos).


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