4 recetas naturales para tener “manos de seda”

Además de protegerlas con guantes siempre que manipulemos químicos agresivos, para tener unas manos de seda también es fundamental la hidratación diaria y la exfoliación para retirar células muertas. ¡Conoce otras claves!
4 recetas naturales para tener “manos de seda”
Karla Henríquez

Revisado y aprobado por la médica Karla Henríquez.

Escrito por Yamila Papa Pintor

Última actualización: 06 julio, 2023

Conservar las manos en buen estado y tener uñas preciosas es el anhelo de muchas mujeres. Para ello, son esenciales los cuidados cotidianos, con el fin de evitar la sequedad, la descamación y las futuras arrugas. A continuación, te ofrecemos algunas claves para tener «manos de seda».

Las manos representan una de las partes del cuerpo más expuestos a agentes externos, dado que participan en prácticamente todas las actividades cotidianas de una persona.

Muchas veces no nos tomamos tiempo para cuidar las manos y no recordamos que son las que más sufren por las inclemencias del tiempo, el trabajo, los quehaceres domésticos, entre otros factores. ¿Qué podemos hacer para mejorar su estado?

Claves para cuidar las manos

Si deseas tener unas verdaderas manos de seda, podría ser favorable que tengas en cuenta las claves que aquí te comentamos.

Mujer con crema para las manos.
Las cremas con retinol han cobrado importancia en el combate del envejecimiento de la piel.

Aplicar crema con factor de protección

Por lo general, nos preocupamos de ponernos protector solar en el rostro o en los hombros, pero no en las manos; eso es un error. Los rayos UV afectan a la piel de todo el cuerpo, sin distinción. Por eso, organismos de salud oficiales recomiendan tomar medidas de prevención, incluso en las manos.

Usar guantes al hacer los quehaceres domésticos

Los artículos de limpieza convencionales —detergentes, lejías, entre otros— tienen una gran cantidad de químicos que pueden ser agresivos para la piel. Por eso, publicaciones científicas como Contact Dermatitis recomiendan usar guantes cuando laves los platos, los muebles o el baño.

Usar cremas hidratantes

Por lo menos deberías aplicarlas cuando te vas a la cama por las noches. Si tienes la posibilidad de llevar una crema hidratante en el bolso al salir de casa, no sería mala idea. Así, cada vez que sientes las manos resecas, te puedes poner un poco.

Recuerda que la piel tiene que estar bien limpia y seca antes de aplicar estos productos. Un artículo de Mayo Clinic destaca el uso de estas cremas para evitar la sequedad de la piel.

Proteger del clima

No solo en verano por los rayos ultravioletas, sino también en invierno, por el frío, el viento y la humedad en el ambiente. ¡Ponte guantes bien abrigados para salir a la calle!

Exfoliar una vez por semana

Puedes aprovechar el sábado o el domingo para convertir tu casa en un spa y mimarte un poco. La exfoliación de la piel ayuda a retirar las células muertas que no permiten una renovación de la dermis. Ese puede ser uno de los motivos por los cuales tus manos siempre están secas.

La Academia Estadounidense de Dermatología aconseja seleccionar bien el producto que se utilizará; preferiblemente, consúltalo con un dermatólogo. Además, sé suave si te haces masajes y recuerda usar crema hidratante al finalizar la exfoliación.

Recetas para tener manos de seda

Son muchos los factores que pueden afectar la belleza de las manos y uñas. Por eso, merece la pena cuidarlas, aunque sea una vez a la semana, haciendo algún tratamiento intensivo. Estas son algunas preparaciones populares que podrían ayudarte.

Recuerda que no todas han sido probadas científicamente, por lo que es mejor que consultes con el dermatólogo antes de usarlas, sobre todo si tienes piel sensible.

Crema con retinol para la piel.
Las cremas con retinol tienen algunas contraindicaciones y precauciones que deben tomarse de antemano, por lo que resulta útil consultarlo con un dermatólogo.

Exfoliante de azúcar y miel

Ambos ingredientes tienen propiedades interesantes para la piel, ya que podrían actuar como exfoliantes y remover las impurezas. Esto ha sido comprobado por un estudio publicado por International Journal of Pharmaceutical Science Invention, que habla del ácido glucónico de la miel y sus beneficios para la piel.

Sobre el azúcar, en cambio, no hay suficiente evidencia científica que respalde esta aplicación, pese a que se ha utilizado durante años y algunos de sus derivados han ofrecido buenos resultados. Ten cuidado también con el zumo de limón, ya que es un elemento ácido que podría ser irritante para la piel, además de dejar manchas si lo expones a la luz solar.

Ingredientes

  • Miel (75 gramos).
  • Azúcar (20 gramos).
  • Zumo de limón.

Preparación

  1. En un recipiente, coloca la miel y el azúcar.
  2. Agrega el limón y remueve bien.
  3. Lava las manos y, a continuación, aplica mediante masajes.
  4. Deja actuar por algunos minutos y enjuaga con agua tibia.

Crema de patata, miel y leche

Según la medicina tradicional, esta preparación hidrata la piel de las manos de manera efectiva. Lo mejor de todo es que la puedes preparar en unos minutos, con productos que seguro tienes en casa.

Incluso hay publicaciones, como una del National Botanical Research Institute de la India, que destacan las posibles bondades de las patatas —específicamente las rojas y dulces— para la piel, debido a su contenido de antocianinas y betacianinas.

Por su parte, ya hemos hablado de la miel, y de la leche no hay suficiente evidencia que la relacione con una mejoría en el estado de la piel de las manos.

Ingredientes

  • 1 patata.
  • Miel (50 gramos).
  • Leche (20 mililitros).

Preparación

  1. Pela la patata y córtala en cubos.
  2. Cocina con agua hasta que quede tierna, como para hacer puré.
  3. Filtra y echa en un recipiente junto a la miel y la leche a temperatura ambiente.
  4. Pisa bien y mezcla hasta formar una crema.
  5. Espera a que se enfríe; puedes meterla en la nevera unos minutos.
  6. Aplica sobre las manos previamente lavadas y deja actuar por unos minutos.
  7. Enjuaga con agua fría o tibia.

Exfoliante de azúcar y aceite

Otra receta para tener manos de seda que emplea elementos comunes de la cocina. Con relación a esta receta, es preciso destacar que, pese a que tiene efectos comprobados en la cicatrización de las heridas, el azúcar no es un elemento natural exfoliante comprobado. Por lo tanto, este uso se basa en creencias populares.

Ingredientes

  • Aceite de oliva (16 gramos).
  • Azúcar (20 gramos).

Preparación

  1. En un recipiente, coloca el azúcar y echa el aceite de oliva a temperatura ambiente.
  2. Mezcla bien hasta obtener una especie de crema arenosa. Puedes echar más aceite si lo crees conveniente.
  3. Aplica en las manos con movimientos circulares y, tras algunos minutos, enjuaga con agua tibia.

Crema de rosas, miel y aceite

Recetas con agua de rosas.

Esta preparación necesita dos semanas de macerado para estar lista; además, no hay estudios científicos que avalen su eficacia. Eso sí, una vez lista, se conserva sin problemas en la nevera para emplearla cuando lo necesites.

Ingredientes

  • Pétalos de rosas rojas.
  • Cáscara de limón.
  • Aceite de oliva (200 gramos).

Preparación

  1. En un frasco de vidrio con tapa hermética, coloca los pétalos de rosa lavados.
  2. Agrega la cáscara de limón cortada en trocitos.
  3. Echa el aceite hasta el borde y tapa.
  4. Deja macerar durante 15 días y cuela.
  5. Para usar, embebe un algodón en el aceite y aplica sobre las manos.

Las manos de seda se logran con cuidados diarios

Más allá de la eficacia —comprobada o no— de estas recetas, recuerda que no hay nada como la dedicación cotidiana para mantener la piel en buen estado. Por eso, con las claves de cuidado comentadas al principio más el uso de estas preparaciones, puedes conseguir buenos resultados.

En última instancia, no dudes en consultar con el dermatólogo si padeces picazón, enrojecimiento o cualquier otra molestia en la piel de las manos. El tratamiento profesional siempre es la mejor solución cuando de salud se trata.


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Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.