Relación entre el dolor de cabeza y el hígado

Reducir los niveles de estrés y ansiedad puede ser muy adecuado para mejorar la salud hepática y emocional. ¿Qué otras medidas podemos considerar para cuidar el cuerpo?
Relación entre el dolor de cabeza y el hígado
Nelton Abdon Ramos Rojas

Revisado y aprobado por el médico Nelton Abdon Ramos Rojas.

Escrito por Valeria Sabater

Última actualización: 06 julio, 2023

El dolor de cabeza y la migraña son problemas de salud que pueden tener orígenes muy variados, por ello no es posible nombrar uno o dos posibles causantes. Por lo general, se nombran varios factores, pero aun así, hay uno que se suele pasar por alto y es el malestar digestivo y hepático. ¿Sabías que existe una relación directa entre el dolor de cabeza y el hígado? A continuación te contamos.

El funcionamiento hepático se puede ver afectado por factores externos como el estrés, de acuerdo a la teoría de los 5 elementos de la medicina oriental. En este sentido, una afección del hígado puede generar múltiples manifestaciones, incluido el dolor de cabeza.

¿Qué vínculo existe entre el dolor de cabeza y el hígado?

Cuando el hígado funciona correctamente, disfrutamos de una calidad de vida óptima. Sin embargo, en ocasiones aparecen los problemas digestivos y varias molestias. Estas ocasionan cansancio y otros síntomas que, generalmente, incluyen el dolor de cabeza.

No obstante, ¿cómo se asocian el dolor de cabeza y el hígado enfermo? Pues bien, el hígado es un órgano que interviene en muchos procesos y, como comentábamos anteriormente, facilita el equilibrio de todo el organismo.

Respecto a esto, los naturópatas, homeópatas y personas del mundo de la medicina alternativa añaden que, al ser un órgano “clave” de la salud, cuando no funciona correctamente se puede esperar que una persona experimente dolor de cabeza.

De acuerdo con la medicina tradicional, el estrés suele afectar directamente al hígado y a la vesícula biliar, haciendo que funcionen de forma incorrecta. Toda esta alteración afectará a los músculos de la nuca, provocando una contractura y el posterior dolor de cabeza.

Asimismo, indican que, para saber reconocerlo, hay que entender que es un dolor que viene y va. Aparece de modo intenso en la zona de las sienes o en la parte trasera de la cabeza.

También existen cuadros infecciosos que ocasionan síntomas sistémicos y alteraciones hepáticas. Por ejemplo, un estudio sugiere que la infección por citomegalovirus produce manifestaciones variadas (como fiebre y astenia, además de la cefalea) en el contexto de un daño hepático. Esto generalmente se evidencia clínicamente (con dolor abdominal e ictericia) o con alteraciones de laboratorio (transaminasas elevadas).

Es frecuente que lo confundamos con la cefalea tensional. Sin embargo, este dolor viene acompañado por dolor en el abdomen y una sensación de saciedad. También se siente un malestar incómodo en la tripa, que va acompañado por un sabor amargo en la boca, lengua blancuzca o amarillenta y un poco de náuseas.

También es frecuente padecer insomnio en las primeras horas de la noche y dificultades para despertar por la mañana. En las mujeres, es habitual padecer el síndrome premenstrual con unos síntomas intensos.

Por lo general, lo que sucede es que estas cefaleas aparecen cuando el hígado está intoxicado o enfermo. Por esa razón, no cumple adecuadamente su función y no puede hacernos llegar la energía necesaria a la cabeza y las extremidades. De ahí provienen el dolor y el cansancio.

¿Cómo cuidar mejor del hígado y evitar los dolores de cabeza?

El dolor de cabeza y el hígado se relacionan cuando hay consumo de alcohol
Las bebidas alcohólicas incrementan la carga sobre los riñones y aumentan el estrés. En consecuencia, pueden complicarse las enfermedades.

1. Adiós a las bebidas alcohólicas

Lo primero que hay que hacer para cuidar de la salud del hígado es eliminar el consumo de alcohol, que también causa deshidratación y dolor de cabeza. El consumo prolongado de este tóxico conlleva a una enfermedad hepática alcohólica, que según estudios se asocia a fibrosis, cirrosis y esteatosis del hígado.

En su lugar, lo mejor es darle prioridad al consumo de agua y bebidas naturales, como los zumos, las infusiones herbales y los smoothies.

2. Mejorar la dieta

Las siguientes recomendaciones pueden serte de ayuda para mejorar la dieta, y así cuidar el bienestar del hígado. Recuerda que son solo recomendaciones; de ningún modo sustituyen a la consulta profesional con el médico o nutricionista.

  • Consume más verduras y frutas frescas.
  • Reduce el consumo de grasas trans y saturadas, frituras, azúcar, sal y productos industriales y ultraprocesados.
  • Mantén un consumo moderado de café y té para evitar inconvenientes.
  • Evita comer en grandes cantidades: lo mejor es que comas lo justo y varias veces al día, sin saltarte ninguna comida principal.
  • Da prioridad a los alimentos vegetales y cereales integrales.

También se recomienda eliminar ciertos alimentos que pueden ser los desencadenantes de la cefalea. Dentro de los alimentos que se deben consumir con menor frecuencia destacan los cítricos, la carne roja, las frituras, el chocolate y el café.



3. Cuídate mentalmente

Como ya sabes, los hábitos de vida influyen directamente en la salud del hígado, pero también en la mente.

Es sumamente recomendable dedicar al menos media hora al día a hacer algo de deporte y moverse, con el fin de despejar la mente de las preocupaciones y potenciar la salud y el bienestar físico en general. Basta con salir a caminar o a correr unos 30 minutos al día, por ejemplo.

Esto puede ser algo controversial cuando ya existen enfermedades hepáticas previas. Por ejemplo, estudios indican que personas con cirrosis pueden beneficiarse de un plan de ejercicios individualizado, pero este debe ser prescrito por el médico teniendo en cuenta la situación de salud particular.

Por otra parte, encuentra siempre unas horas al día para ti misma, para disfrutar de las cosas sencillas. Puede ser estar sola en un parque leyendo o pensando o salir a tomar un café con tus amigas.

Ejemplo de una dieta adecuada para evitar el dolor de cabeza

Con estos alimentos, podrás cuidar el hígado y evitar los dolores de cabeza asociados a este malestar. Para mayor información y una dieta que se ajuste a tus necesidades específicas, no dudes en consultar con el médico.

El dolor de cabeza y el hígado se relacionan, por lo que hay que mejorar la dieta
Una dieta de hepatoprotección es fundamental para evitar más lesiones en el hígado si ya existe una patología previa.

1. Desayuno

  • Vaso de agua tibia con el jugo de medio limón.
  • Una rebanada de pan de avena integral con mermelada de arándanos (sin azúcar).
  • Media manzana y dos nueces.

2. A media mañana

  • 1 manzana o 1 pera.
  • O 1 taza de zumo de frutas naturales o una infusión de menta.
  • 1 tostada integral con unas gotitas de aceite de oliva.

3. Almuerzo

  • Verduras a la plancha: por ejemplo, brócoli o coles de Bruselas.
  • Pescado blanco a la plancha.
  • Un cuenco pequeño con trocitos de papaya.

4. Merienda

  • Un vaso de agua de avena con unas fresas.

5. Cena

  • Alcachofas hervidas con un poco de aceite de oliva y vinagre.
  • Arroz integral hervido con aceite de oliva, sal y laurel.
  • 1 kiwi.

6. Una hora antes de ir a dormir

  • Una infusión de melisa, menta, tomillo.

Otras recomendaciones

Si tienes dudas acerca de cómo cuidar correctamente tu salud hepática, lo mejor que puedes hacer es consultar con tu médico de cabecera. El profesional te hará un chequeo y te indicará qué aspectos de tu vida debes mejorar para estar sano y ganar en bienestar.

Recuerda que una forma de preservar el bienestar integral del cuerpo es llevar una alimentación saludable y balanceada, así como una buena hidratación y rutina de ejercicios.


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