Retención urinaria: causas y tratamientos

La retención urinaria total debe atenderse de forma inmediata en un hospital. Si la retención es parcial, de todos modos exige consulta médica a la mayor brevedad.
Retención urinaria: causas y tratamientos
Leonardo Biolatto

Revisado y aprobado por el médico Leonardo Biolatto.

Escrito por Leonardo Biolatto

Última actualización: 25 mayo, 2023

En términos generales, la retención urinaria es la imposibilidad de vaciar la vejiga, aunque se tenga el deseo de hacerlo. Esta condición se considera una urgencia que puede resolverse en la atención primaria.

La retención urinaria se puede originar por diferentes causas, aunque lo más habitual es que se derive de condiciones obstructivas. Sin embargo, también se produce por infecciones, inflamaciones, problemas neurológicos o fármacos.

Según los datos disponibles, la retención urinaria es la urgencia urológica más frecuente a nivel de la atención primaria en los hospitales. Se corrige mediante el uso de una sonda temporal que facilita el vaciado de la vejiga.

¿Qué es la retención urinaria?

La retención urinaria es una incapacidad de orinar voluntariamente, a pesar de tener la vejiga llena. Esta anomalía aparece en cualquier momento de la vida, pero es más frecuente a partir de la sexta década. A partir de ese momento, la incidencia se incrementa a medida que aumenta la edad.

Este trastorno se presenta en el 10 % de los hombres mayores de 70 años, y en más del 30 % de los mayores de 80. Aunque no hay suficiente documentación al respecto, se estima que es más frecuente en los hombres que en las mujeres.

La retención urinaria puede ser total o parcial. Cuando es parcial, provoca un aumento de la frecuencia en la orina, o incluso incontinencia urinaria.

Es importante diferenciarla de la anuria, que es la ausencia completa de producción de orina. En la retención sí se produce la orina, pero esta no sale al exterior, y se acumula en la vejiga.

obstrucción urinaria
En la obstrucción urinaria no hay salida de la orina al exterior, aunque la persona lo desee o sienta las ganas

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Causas

Las causas que dan origen a la retención urinaria se han clasificado en cuatro grupos: obstructivas, infecciosas e inflamatorias, neurológicas y farmacológicas. Veamos cada una de ellas:

  • Obstructivas: cuando hay una condición anatómica que impide el paso de la orina. En el caso de los hombres suele obedecer al agrandamiento de la próstata, o hiperplasia benigna de próstata. En las mujeres se relaciona a una enfermedad ginecológica.
  • Infecciones e inflamaciones: en los hombres tiene que ver con patologías como la prostatitis aguda, uretritis, enfermedades de transmisión sexual y herpes genital. En las mujeres se asocia con las lesiones vulvovaginales o la vulvovaginitis.
  • Neurológicas: se produce por lesiones en el nervio periférico autonómico, el cerebro o la médula espinal. Se presenta de igual manera entre hombres que mujeres.
  • Farmacológicas: algunos fármacos provocan la retención urinaria como efecto secundario, el cual es el caso de los anticolinérgicos, antidepresivos tricíclicos y antinflamatorios no esteroideos.

Síntomas y diagnóstico de la retención urinaria

El principal síntoma de la retención urinaria es la dificultad para comenzar a orinar o para hacer una micción completa. Puede haber orina débil, goteo, pequeñas pérdidas durante el día, aumento de la presión abdominal, esfuerzo para expulsar la orina, micción frecuente y nicturia (deseo de orinar en la noche).

Lo más frecuente es que la retención no sea total, sino que haya dificultad para vaciar por completo la vejiga. Si la imposibilidad para orinar es absoluta, en poco tiempo se inflama la vejiga y aparece un dolor difícil de tolerar.

La orina retenida es un caldo de cultivo para las bacterias y un factor de riesgo de infección del tracto urinario. Ese líquido quieto favorece la proliferación de microorganismos que agregan al cuadro de base el aspecto infeccioso.

Cuando la persona es incapaz de orinar, el diagnóstico es evidente. Si la retención es parcial, se realiza una prueba para determinar qué tanta cantidad de orina queda en la vejiga tras la micción. Para establecer esto se hace una ecografía vesical o se introduce una sonda en la vejiga.

El diagnóstico es claro cuando el paciente refiere la imposibilidad de orinar

¿Qué se hace cuando hay retención urinaria?

Si la persona no puede orinar en absoluto, el procedimiento a seguir es el de introducir una sonda urinaria de inmediato, con el objetivo de eliminar la orina retenida. La descompresión deberá provocarse por la salida del líquido acumulado.

El sondaje puede ser de dos tipos: intermitente o permanente. En el primero, la sonda se introduce y se retira, acción que puede realizar el propio paciente con la debida capacitación, cuando es un trastorno recurrente. En el segundo caso, se deja la sonda por un lapso superior al intervalo entre dos micciones.

Finalmente, el médico buscará determinar la causa de la retención urinaria. Se estima que este problema se repite en el 30 % de los pacientes en los que no se establece eficientemente la causa inicial.


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