Riesgos de los empastes de amalgama para la salud

Las amalgamas de mercurio son muy comunes en los procedimientos odontológicos. Sin embargo, su uso es un tema de controversia, ya que se sugiere que pueden representar un riesgo para la salud.
Riesgos de los empastes de amalgama para la salud
Gilberto Adaulfo Sánchez Abreu

Revisado y aprobado por el médico Gilberto Adaulfo Sánchez Abreu.

Última actualización: 31 enero, 2023

Las amalgamas de mercurio se utilizan para ayudar al diente a volver a su estado inicial después de haber sido deteriorado a causa de las caries. Asimismo, ayudan a que estas no se vuelvan a presentar.

El problema es que muchos de estos empastes dentales están hechos principalmente de mercurio, un metal pesado de larga duración, que podría resultar tóxico para la salud. De hecho, en algunos países, este tipo de amalgamas están prohibidas debido al riesgo que suponen.

En este artículo te explicamos todo lo que debes saber sobre estas amalgamas: qué son, cómo pueden afectar tu salud y si hay posibilidad de reemplazarlas.

¿Qué es una amalgama dental?

La amalgama es un material de color plateado que los odontólogos emplean para rellenar las cavidades que aparecen debido a la caries. Combina varios metales, como mercurio líquido (50 %), plata (35 %), cobre (2 %), estaño (13 %) y, algunas veces, zinc.

Según una publicación de U.S. Food and Drug Administration (FDA), el mercurio de las amalgamas es liberado en forma de vapor y este es absorbido por los pulmones. Altos niveles de exposición a este vapor pueden hacer que la persona que lo ingiera sufra efectos adversos en el cerebro y los riñones.

¿Qué es una amalgama dental?
Las amalgamas se emplean para rellenar las cavidades dentales que quedan debido a las caries.

Exposición al mercurio por amalgamas

Una amalgama dental contiene entre 750-1000 mg de mercurio y tiene un tiempo de vida útil de 7-9 años, según lo sugiere una publicación de la Revista de Saúde Pública. Este metal se va liberando con el paso del tiempo como consecuencia de:

  • Saliva.
  • Acidez gástrica.
  • Masticación de los alimentos.
  • Altas temperaturas.

Los vapores de mercurio que se generan, puesto que son absorbidos por el organismo día a día durante toda la vida, son una gran fuente de toxicidad continuada.

Además, existe una tendencia ecológica a reducir cada vez más cualquier producto elaborado con este metal, ya que tiene un impacto ambiental negativo para el planeta.

Para contrarrestar este problema, en el 2017 entró en vigencia el convenio de Minamata que, según información de las Naciones Unidas, busca proteger a las personas de las emisiones tóxicas de este metal mediante la prohibición de su uso en minería, cosméticos y productos de uso cotidiano como bombillas y pilas.

Riesgos para la salud

En el documento mencionado anteriormente se sugiere que la exposición al mercurio puede tener repercusión en la salud de personas de cualquier edad, particularmente en niños y bebés, al afectar el corazón, los riñones y los pulmones.

Uno de los mayores riesgos del mercurio es que, aunque una parte se elimina de forma natural, una proporción importante de este metal pesado se acumula en el organismo y permanece ahí durante años.

Otro grave problema, de acuerdo con una publicación de La Clínica Mayo, es que sus compuestos son capaces de atravesar la barrera placentaria y llegar al sistema nervioso central del feto durante el embarazo.

Riesgos para la salud
La exposición constante al mercurio puede afectar el desarrollo normal del feto en el periodo de gestación.

¿Es posible remover las amalgamas de mercurio?

Cuando las personas que llevan amalgamas de mercurio conocen los riesgos a los que podrían estar expuestos, por lo general se plantean la misma pregunta: ¿Se pueden remover para evitar problemas de salud?

La buena noticia es que sí, las amalgamas se pueden remover y reemplazar por otras opciones, pero es necesario conocer los riesgos que esto implica.

Según la publicación de la FDA que ya mencionamos, si los empastes están en buenas condiciones lo mejor es no removerlos. La razón es que se podría producir una pérdida innecesaria de la estructura dental sana y, además, si el proceso no se realiza de forma adecuada, se liberaría vapor de mercurio adicional.

De cualquier forma, es necesario consultar con tu odontólogo para conocer las diferentes opciones y posibles complicaciones del proceso.


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