Rivastigmina en el tratamiento de la demencia

Rivastigmina en forma de parches transdérmicos presenta diferentes dosis de principio activo. Debes utilizar un parche cada día, retirando previamente el del día anterior.

Revisado y aprobado por la farmacéutica Sara Viruega.

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 01 junio, 2023

Rivastigmina es un medicamento que e stá indicado en el tratamiento de las personas que tienen demencia. Este fármaco pertenece al grupo de los inhibidores de la colinesterasa.

En los enfermos de demencia parte de sus neuronas se mueren. Como consecuencia de esta degeneración neuronal, los niveles de un neurotransmisor que se llama acetilcolina son más bajos que en las personas que no sufren esta enfermedad.

¿Cómo actúan y para qué están indicados los parches de Rivastigmina?

Este medicamento ejerce su efecto al bloquear las enzimas responsables de la destrucción de la acetilcolina. En los enfermos que padecen Alzheimer los niveles de acetilcolina están disminuidos. Entre las enzimas responsables de la destrucción de acetilcolina se encuentran la acetilcolinesterasa y la butirilcolinesterasa.

La acetilcolina es un neurotransmisor que permite que las neuronas se puedan comunicar entre ellas. Cuando la rivastigmina b loquea a las enzimas, consigue un aumento de los niveles de acetilcolina en el cerebro. Por tanto, como consecuencia de su mecanismo de acción, este fármaco contribuye a reducir los síntomas del Alzheimer.

¿Qué indicaciones tiene?

Los parches de Rivastigmina están indicados en los siguientes casos: 

• Demencia: es una enfermedad que afecta a la capacidad para recordar, pensar con claridad, comunicarse y realizar las actividades diarias. 
• Alzheimer: se trata de una enfermedad que afecta al cerebro y que destruye la memoria y la capacidad para pensar de forma progresiva. 
• Demencia en personas con enfermedad de Parkinson: el Parkinson es una enfermedad degenerativa que afecta al sistema nervioso y la demencia se pone de manifiesto a lo largo de la evolución de la enfermedad.

Cómo empezar el tratamiento con los parches de Rivastigmina

Rivastigmina se presenta en forma de parches transdérmicos y pueden se de diferentes dosis de principio activo. Hay que utilizar un parche cada día, y por supuesto, retirando previamente el que tengas puesto. 

Para ponerte el parche de forma correcta,  pega el parche y con la palma de la mano presiona durante unos segundos. Normalmente, la dosis de inicio del tratamiento con Rivastigmina es de 4,6 mg cada 24 horas. No obstante, la dosis diaria recomendada que hay que alcanzar es de 9,5 mg cada 24 horas.

Si por alguna razón tienes que interrumpir el tratamiento con parches de rivagtismina,  puedes volver a usar los parches de nuevo con la misma dosis que dejaste. Esto puedes hacerlo si no han transcurrido más de tres días del abandono del tratamiento.

Sin embargo, si dejas el tratamiento durante un tiempo superior a los tres días, necesitas hablar con el especialista para que te indique como volver a empezar a ponertelo.

¿Dónde tengo que colocar los parches de Rivastigmina?

Antes de ponerte un parche de rivastigmina y que peguen bien, comprueba que la zona esté limpia, seca y sin vello.  Todos estos factores pueden impedir  que el parche se pegue bien y no haga el efecto deseado.

Como hemos dicho, se pone un parche al día en una de las siguientes zonas del cuerpo:

• Zona superior del brazo derecho o izquierdo.
• Parte superior izquierda o derecha del pecho.
• Zona superior izquierda o derecha de la espalda.
• Parte inferior izquierda o derecha de la espalda.

No obstante, hay que evitar poner el parche transdérmico en el muslo y en el abdomen. Tanto el muslo como el abdomen son zonas que hay que evitar porque al aplicarlos ahí la biodisponibildad del principio activo y por tanto su efecto disminuye.

Conviene que esperes al menos dos semanas para repetir la zona de la piel donde pegar el parche. Si se te despega un parch, ponte uno nuevo, de esta manera cubres la dosis diaria. 

Efectos secundarios de los parches de Rivastigmina

Las reacciones adversas más frecuentes son:

• Reacciones gastrointestinales: entre estas reacciones se encuentran algunas como náuseas, vómitos o pérdida de apetito.
• Reacciones cutáneas: enrojecimiento, picor o irritación en la zona de aplicación del parche. 

La aparición de alguna de estas reacciones adversas depende de varios factores, entre los que se incluyen:

• Sensibilidad de cada paciente.
• Peso de la persona en tratamiento.
• Dosis de Rivastigmina que se este utilizando.

Durante el tratamiento con parches de rivastigmina si experimentas reacciones adversas gastrointestinales como las mencionadas anteriormente, debes abandonar el tratamiento hasta que los síntomas desaparezcan.

Conclusión

En resumen, la rivastigmina puede resultar de utilidad en el tratamiento de las personas con la enfermedad de Alzheimer. En general, el uso de un parche transdérmico presenta menos efectos secundarios que el tratamiento con medicamentos administrados por vía oral.