Rotura de menisco: características y síntomas

Lo que produce el daño en el menisco suele ser un movimiento brusco de rotación con la pierna apoyada en el suelo o un movimiento de flexión excesivo. Te contamos cuáles son las causas de este tipo de fracturas, así como su tratamiento y factores de riesgo.
Rotura de menisco: características y síntomas
Alejandro Duarte

Revisado y aprobado por el biotecnólogo Alejandro Duarte.

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 09 julio, 2023

La rotura de menisco es una de las lesiones de rodilla más frecuentes. Cualquier actividad en la que saltes sobre la rodilla o gires de manera brusca con todo el peso de tu cuerpo puede causar la rotura de menisco.

Cada una de las rodillas tiene dos meniscos, el interno y el externo. Se trata de cartílagos en forma de «C» que actúan como amortiguadores entre la tibia y el fémur. De esta manera, reparten las fuerzas que soporta esta articulación; además, favorecen la estabilidad de la rodilla y facilitan el movimiento.

La rotura de menisco puede provocar dolor, hinchazón, rigidez y bloqueo cuando quieras mover la rodilla. Incluso es posible tener dificultades para extender la rodilla por completo.

Causas de una rotura de menisco y sus tipos

Recreación digital de rotura de menisco y rodilla inflamada

La rotura de meniscoes una de las lesiones más frecuentes en la articulación de la rodilla. De acuerdo con una publicación de MedlinePlus, se puede producir por diversas causas:
  • Traumática: causada por un impacto, ya sea directo o indirecto.
  • Degenerativa: a causa del deterioro progresivo con el paso de los años.
  • Mecánica: debido a malas posturas y, en consecuencia, un mal funcionamiento.

En numerosas ocasiones, las roturas de menisco se producen en gente joven que realiza deporte. El movimiento que produce el daño suele ser una acción brusca de rotación con la pierna apoyada en el suelo o un movimiento de flexión excesivo.

Las roturas de menisco no son todas iguales. Como se detalla en una publicación de 2009 de la revista especializada mexicana Ortho-tips, se clasifican en diferentes tipos, según sean completas o incompletas y según la zona del menisco que se haya roto.



Síntomas de una rotura de menisco

Las distintas causas y tipos de rotura dan lugar a que los síntomas sean muy variables. Incluso dos personas que aparentemente presentan la misma lesión pueden tener síntomas distintos. Aun así, el artículo de Ortho-tips citado señala que entre los síntomas más frecuentes encontramos:

  • Chasquido y dolor en la zona del menisco en el momento que se produce la lesión.
  • Inflamación de la rodilla.
  • Bloqueo de la articulación.
  • Dolor al realizar los movimientos de flexión y extensión, sobre todo en el rango final del movimiento.
  • Dificultad para moverse después de permanecer sentado durante un tiempo prolongado.

En muchas ocasiones, el dolor es difícil de definir en una zona, aunque puede ocurrir que se note con mayor intensidad en la cara interna o externa de la rodilla.

Las molestias variarán dependiendo de cuál sea el menisco lesionado, aunque también se pueden percibir pinchazos y fallos en la estabilidad de la rodilla. Por todos estos motivos, acude a tu médico si te duele la rodilla, si la notas hinchada o si no puedes moverla con normalidad.

Tratamiento de la rotura de menisco

Operación de rodilla mínimamente invasiva
La rotura de menisco se puede intervenir de formas diversas, según su estado y conservación.

Hay dos opciones de tratamiento: una quirúrgica y otra conservadora. En ambas situaciones, la fisioterapia será una parte primordial, ya que después de la cirugía también se deberá hacer rehabilitación, tal y como detalla una investigación presentada en la Universidad Inca Garcilaso de la Vega.

Cuando hay una rotura de menisco, generalmente se aconseja a los pacientes seguir estas recomendaciones:

  1. Hacer reposo de 24 a 48 horas.
  2. Aplicar frío para desinflamar la articulación y reducir el dolor. Esta medida es ratificada por diversas investigaciones, como una publicada por Postgraduate Medicine.
  3. Realizar un vendaje compresivo.
  4. Mantener la pierna elevada para facilitar el drenaje del líquido sinovial.

Tratamiento quirúrgico de la rotura de menisco

De acuerdo con la Revista Cubana de Ortopedia y Traumatología, la vía quirúrgica es la más frecuente para resolver una rotura de meniscos. En este sentido, se detalla que el método más utilizado es la artroscopia.

Después de la cirugía, la fisioterapia será necesaria para recuperar la movilidad perdida, volver a establecer el tono muscular y restablecer la estabilidad de la articulación.

Tratamiento conservador

En el caso de optar por el tratamiento conservador, debes descansar, aplicar hielo y tomar algún medicamento antiinflamatorio. Según detalla una tesis reciente presentada en la Universidad de Valladolid, a veces —sobre todo en pacientes jóvenes— seguir estas pautas es suficiente para aliviar el dolor de la rotura de menisco y dar tiempo a la lesión para que cicatrice por sí sola.

El tratamiento de fisioterapia será distinto en función de cada paciente. Teniendo en cuenta si se lo ha intervenido quirúrgicamente o no, podría consistir en:

  • Masaje manual para reducir el dolor.
  • Drenaje para evacuar el líquido sinovial.
  • Técnicas articulares para ganar movimiento.
  • Ejercicios para aumentar la fuerza muscular.


Factores de riesgo para esta lesión

Como mencionamos con anterioridad, realizar actividades en las que saltas sobre la rodilla o la giras con fuerza y brusquedad te pone en riesgo de sufrir una rotura de menisco.

El peligro es particularmente alto para los deportistas, en especial los que juegan al fútbol o practican actividades en las que se realizan los movimientos descritos, como el tenis y el baloncesto. Asimismo, el riesgo de sufrir una rotura de menisco aumenta con la edad debido al desgaste de las rodillas.

Para finalizar, es preciso destacar que es posible tomar medidas para disminuir las probabilidades de que se presente esta lesión. Según una publicación de WebMD, es importante mantener los músculos de la zona fortalecidos, hacer una buena entrada en calor antes de entrenar y ser cuidadosos con las subidas de intensidad de los ejercicios.

En última instancia, preocúpate también por mantener una buena flexibilidad y escoge un buen calzado para la disciplina que realices. Con estos cuidados tan sencillos, estarás previniendo una lesión que puede pasarle a cualquiera.


Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.



Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.