Síndrome de distrés respiratorio agudo

Este síndrome es relativamente frecuente, afectando por igual tanto a hombres como a mujeres. Es importante tratarlo a tiempo para evitar perjuicios mayores.
Síndrome de distrés respiratorio agudo
Nelton Abdon Ramos Rojas

Revisado y aprobado por el médico Nelton Abdon Ramos Rojas.

Última actualización: 11 julio, 2023

El síndrome de distrés respiratorio agudo es una enfermedad grave que afecta al aparato respiratorio. Su incidencia es relativamente alta, por lo que se puede clasificar como una enfermedad común. Por otra parte, este trastorno también recibe otros nombres, el más empleado es el de síndrome de dificultad respiratoria aguda (SDRA).

En esta patología las paredes permeables de los alvéolos son modificadas, al igual que sus funciones. Cuando inhalamos en el proceso de inspiración, el aire atraviesa las fosas nasales, pasa por la laringe, la faringe y la tráquea hasta llegar a los bronquios.

Los bronquios se bifurcan en ramas más pequeñas (por eso se conoce como árbol bronquial). De este modo, los bronquios se dividen hasta formar los bronquiolos, que contienen una gran cantidad de alvéolos o sacos pulmonares.

Es precisamente en estos alvéolos donde se lleva a cabo el intercambio gaseoso durante la ventilación pulmonar. Junto a ellos, se sitúan gran cantidad de vasos sanguíneos.

Los vasos con sangre venosa contienen un alto nivel de dióxido de carbono. Al inhalar, los alvéolos se llenan de aire rico en oxígeno, que pasa a la sangre y el dióxido de carbono reemplaza su lugar para ser expulsado al medio externo.

En el SDRA, el líquido intersticial se filtra dentro de los alvéolos y de los pulmones por el aumento de la permeabilidad de los alvéolos. Por este motivo, los pulmones pueden llegar a presentar una inflamación generalizada.

 

Síntomas del síndrome de distrés respiratorio agudo

Síntomas del Síndrome de Distrés Respiratorio Agudo

Entre las señales más frecuentes que nos permiten identificar esta enfermedad podemos encontrar:

  • Fiebre.
  • Hipotensión arterial.
  • Fatiga, cansancio y debilidad.
  • Respiración rápida (taquipnea) y superficial.
  • Falta de aliento y tos con expulsión de esputo de color rosado o blanco.
  • Dolor en la zona afectada que se puede irradiar a otras zonas cercanas como la espalda o el abdomen.
  • Presencia de edema pulmonar no cardiogénico: se produce una acumulación anormal de líquido en los pulmones que afecta al funcionamiento normal de los alvéolos. Sin embargo, no afecta a la presión hidrostática y el líquido presenta movilidad a lo largo del parénquima pulmonar.
  • Dificultad para respirar o insuficiencia a nivel pulmonar grave: también provoca una sensación de asfixia o de falta de aire en el paciente (disnea) y cianosis (tono azulado en la piel y mucosas, como los labios).

Causas

  • Directas o pulmonares: incluimos la neumonía, traumatismo o contusión pulmonar, inhalación de químicos o aspiración de vómito. También puede producirse por la inhalación de agua.
  • Indirectas o extrapulmonares: por ejemplo, la pancreatitis, la intoxicación por fármacos, sepsis y trasplante de pulmón.

Diagnóstico

El equipo médico puede utilizar distintos exámenes y pruebas para diagnosticar el síndrome de distrés respiratorio agudo y diferenciarlo de otras patologías. Entre los procedimientos más comunes encontramos:

  • Examen y cultivo del esputo.
  • Urocultivo a partir de una muestra de orina.
  • Análisis de sangre y hemocultivo de la muestra para comprobar si hay patógenos.
  • Auscultación: se escuchan ruidos anormales al situar el estetoscopio sobre la zona afectada.
  • Radiografía de tórax: en la imagen se puede apreciar una alteración con acumulación de líquido.
  • Broncoscopia: se introduce un cable con una cámara en un extremo en las vías respiratorias y se examinan a lo largo de su recorrido.

Tratamiento del síndrome de distrés respiratorio agudo

Podemos encontrar varios tratamientos en función de la clínica del paciente:

  • Soporte respiratorio: el paciente es conectado al respirador mecánico con oxigenoterapia. Asimismo, el equipo médico puede recetar medicamentos calmantes para que el paciente se encuentre relajado y sin dolor.
  • Uso de fármacos: intentan solucionar la causa subyacente de la enfermedad. Incluimos antibióticos, diuréticos, anticoagulantes, etc.
  • Punción y extracción del líquido acumulado: esta prueba se conoce como toracocentesis.

Prevención

no-fumar

Aunque las causas principales del síndrome de distrés respiratorio agudo son otras alteraciones, podemos citar diversos factores de riesgo como el tabaquismo o el alcoholismo. De allí la importancia de evitar a toda costa estos malos hábitos y mantener un estilo de vida saludable.

Por todo ello, una dieta adecuada y la práctica regular de ejercicio físico son pilares que mejoran la calidad de vida y sirven de prevención natural frente a numerosas enfermedades, pero deben acompañarse por otros buenos hábitos, como dormir bien a diario y seguir las indicaciones del médico.

En caso de que tengas dudas sobre cómo mejorar tus hábitos de vida o cómo mantenerlos en el tiempo, consulta con tu médico de cabecera. El profesional te brindará las pautas más adecuadas y te ayudará a entender mejor tu cuerpo y a cuidarlo de manera consecuente.


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