¿Te cuesta hacer amigos? Tiene solución

A la hora de hacer amigos, es importante que te muestres como eres realmente y que estés dispuesto apoyar a la otra persona, aunque siempre debe haber un equilibrio.
¿Te cuesta hacer amigos? Tiene solución
Leticia Martín Enjuto

Revisado y aprobado por la psicóloga Leticia Martín Enjuto.

Última actualización: 06 julio, 2023

A algunas personas les cuesta mucho hacer amigos, ya sea porque tienen mucha vergüenza o miedo a ser rechazados. Lo mejor de todo es que esto tiene solución, tan solo tendrás que trabajar un poco en ti.

Es importante que procures dejar ciertas costumbres conversacionales a un lado. Y es que, en vez de ayudarte, pueden estar funcionando como una barrera. Es el momento de que hacer amigos ya no sea una cuestión que te preocupe.

¿Por qué te cuesta hacer amigos?

Existen muchas razones por las que te cuesta hacer amigos. Recuerda que cada experiencia es única, por ende, es probable que no te sientas identificado con algunos de estos motivos.

  • Timidez: limitas el contacto con otras personas, es difícil para ti iniciar y mantener conversaciones, prefieres pasar tiempo a solas, etc. La timidez puede ser una de las causas por las que te cuesta hacer amigos, ya que reduce tu contacto social.
  • Falta de habilidades sociales: no cuentas con las herramientas suficientes para interactuar con las demás personas. Esto hace que te sientas inseguro en situaciones donde puedes hacer nuevos amigos.
  • Baja autoestima: si tienes una evaluación negativa de ti mismo y no confías en tus capacidades sociales, es probable que consideres que los demás no ven en ti nada que valga la pena. Por ende, te alejas y evitas la interacción.
  • Falta de contacto social: otra de las razones por las que te cuesta hacer amigos podría ser que no tienes la oportunidad de hacerlo. Quizás vives en una región aislada y no conoces a nadie que comparta tus mismos intereses. Si no tienes acceso a diferentes interacciones sociales, es difícil que hagas un amigo.
  • Miedo al rechazo o a ser abandonado: es posible que te cueste hacer amigos porque no quieres ser rechazado. En toda relación existe la posibilidad de ser abandonado o rechazado, ya que las personas y las relaciones cambian. Si tienes este temor constante, eludirás las relaciones para evitar el dolor de cualquier rechazo o abandono.
  • Experiencias pasadas negativas: si has sido traicionado por amistades pasadas, es comprensible que en la actualidad te cueste hacer amigos, pues tienes miedo de que te vuelvan a herir. Este tipo de experiencias pueden hacer también que te cueste abrirte porque no quieres dejar expuesta tu vulnerabilidad e intimidad.
  • No tienes tiempo: para hacer amigos necesitas tener tiempo de calidad para compartir con ellos. Si tienes una vida muy ajetreada, con demasiados trabajos y responsabilidades, quizás te cuesta hacer amigos, ya que no tienes tiempo para crear nuevas relaciones.

Cada caso es distinto y cada persona vive sus propios desafíos y dificultades a la hora de hacer amigos. Reconocer cuáles son esos obstáculos que enfrentas a la hora de tener relaciones de amistad es el primer paso para superarlos. A continuación, te daremos algunas soluciones genéricas.

1. Trabaja en tu autoestima antes de hacer amigos

Incluso aquellas personas que siempre están rodeadas de mucha gente deberían trabajar en su autoestima. Pues, a veces, esta no es tan alta y fuerte como aparenta.

La autoestima es esencial para que te liberes de algunas actitudes que están yendo en tu contra. Por ejemplo, quizás no te des cuenta, pero siempre estás a la defensiva.

De alguna forma, tus actos te impiden conseguir hacer amigos, mientras alimentan tu pesimismo y negatividad por no tenerlos. Es como el pez que se muerde la cola, y la única forma de salir de esta encrucijada es empezar a trabajar en tu autoestima.

No vales menos que nadie, puedes ser tan agradable como otros, no tienes por qué estar siempre pendiente de ver de quién te puedes fiar y de quién no. En ocasiones, es necesario que confíes, a pesar de llevar sobre tu espalda muchas decepciones.

2. Reflexiona en tus motivos para tener amigos

¿Para qué quieres tener amigos? Tal vez esta pregunta te sorprenda de buenas a primeras. Sin embargo, es muy importante que la respondas con sinceridad. Esto te ayudará a saber qué esperas de la relación y qué cambios debes hacer para ajustar tu expectativa a la realidad.

  • Quieres hacer amigos porque te sientes solo: La sociedad te inculca que la «soledad» es igual a «fracaso» y esto te hace sentir muy mal.
  • Quieres hacer amigos para hacerte notar: siempre has sido muy competitivo y te gusta destacar. Tener muchas amistades te hará superior a los demás.
  • Quieres hacer amigos para beneficiarte: para conseguir un trabajo o ayuda con algún proyecto u otra cosa. Solo deseas un amigo para obtener alguna ventaja.
  • Quieres hacer amigos para compartir un pedazo de tu vida: tienes una necesidad de compartir y de pasar buenos momentos con gente que saque lo mejor de ti.

Hay muchos motivos por los que deseas un amigo, o más amigos si es que ya tienes alguno. Hay personas malas que quieren tener a otras a las que llamar «amigos» para manipularlas a su antojo como si fueran maniquíes. Otras, en cambio, tan solo quieren establecer relaciones sanas donde el cariño sea recíproco. ¿Tú qué quieres?



3. No sigas guiones conversacionales

Cuando tienes mucha vergüenza y te sientes inseguro para iniciar una conversación con alguien, es muy probable que recurras a guiones conversacionales. El gran problema es que estos no garantizan una comunicación fluida y satisfactoria, sino todo lo contrario.

Por lo tanto, déjate llevar. Permite que las palabras salgan de tu boca sin pensarlas previamente. En las relaciones de amistad se premia la espontaneidad y se rechaza todo lo que supone encasillamiento.

Además, fíjate en si estás relajado o no. Iniciar una conversación con alguien de forma tensa puede hacer que esta persona quiera huir de nosotros. Si has trabajado en tu autoestima, ahora es el momento de poner en práctica el sencillo hecho de ser tú mismo.

4. Desarrolla tus habilidades sociales

Saber interactuar y relacionarte con las demás personas es imprescindible si te cuesta mucho hacer amigos. Gran parte de las habilidades sociales requieren de hablar y escuchar. Cuando digas algo sé claro, honesto y asertivo. Cuando escuches, muéstrate interesado, atento y abierto. Haz preguntas de profundización que le demuestren al otro que quieres entenderlo.

Además de hablar y escuchar, es necesario que aprendas a usar tu lenguaje no verbal cuando te expreses y cuando escuches. Usa tus expresiones faciales para expresar interés y un tono de voz suave para demostrar que eres amigable. Mantén el contacto visual y préstale atención a las señales no verbales que la otra persona te transmite.

5. Participa en actividades sociales

Para vencer las dificultades que tienes para hacer amigos, debes practicar nuevas habilidades e interactuar con las personas. Para ello, las actividades sociales son un buen reto. Únete a grupos que compartan algún interés contigo: la lectura, el senderismo, los voluntariados… En estos espacios podrás hacer amigos e ir perfeccionando tus habilidades sociales.

Un estudio publicado en PLoS one señala que «la pertenencia a múltiples grupos importantes aumenta la autoestima personal». Así que, no dudes en hacer parte de nuevos colectivos. Busca en tu comunidad grupos a los que puedas pertenecer.



6. Muestra empatía

La empatía es crucial para hacer amigos. Mediante ella podrás entender los sentimientos y la perspectiva de los demás. Muéstrate comprensivo ante la experiencia de la otra persona y valida sus emociones. Para potenciar tu empatía ten en cuenta las siguientes recomendaciones publicadas en The Permanente Journal:

  • Reconoce los sentimientos del otro.
  • Imagina cómo se debe estar sintiendo.
  • Expresa lo que estás percibiendo. Por ejemplo, «observo que estás muy enojado».
  • Legitima las emociones.
  • Ofrece apoyo y colaboración.

La empatía te permitirá conectar y crear vínculos satisfactorios. En cualquier tipo de relación, los vínculos son fundamentales para el desarrollo de interacciones asertivas y para fomentar la responsabilidad afectiva.

7. Comprométete con la relación

En toda relación el compromiso es algo necesario. Aunque no se pida nada a cambio por una simple amistad, sí es cierto que hay que estar dispuesto a hacer algunos sacrificios.

  • Por ejemplo, si estamos mal, pero nuestro amigo necesita que lo escuchemos urgentemente, deberemos hacer el esfuerzo.
  • Asimismo, lo haremos en otras circunstancias en las que nuestro amigo necesite que estemos ahí para ayudarle, en cualquier situación que requiera.
  • Si no estamos dispuestos a aportarle nada a la otra persona, la relación de amistad se deteriorará. Empezaréis a distanciaros y todo terminará.

Vale la pena aclarar que el apoyo y la incondicionalidad deben ser recíprocas. Si tú estás ahí para la otra persona, ella debe estar ahí para ti cuando lo necesites. Las amistades se mantienen en el tiempo, en gran parte, gracias al acompañamiento mutuo.

Reflexión final

¿Hay alguna situación en la que te resulte más difícil hacer amigos? La autoestima, la confianza en uno mismo y la seguridad son puntos importantes para iniciar cualquier tipo de relación.

No temas no caerle bien a la gente o ser rechazado. Estos tan solo son miedos infundados que rondan por tu mente para que desistas en hacer lo que en verdad deseas. Es el momento de que empieces a llevarles la contraria.


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