Por lo general, la variedad de pimienta que más se utiliza es la negra. Sin embargo, no debemos desaprovechar las otras opciones: rosa, verde, roja, blanca, de cayena, de Jamaica, etcétera.
La pimienta proviene de una planta trepadora cuyo nombre científico es Piper nigrum. Llegó por primera vez a la Antigua Grecia de la mano del gran emperador y conquistador Alejandro Magno, quien la trajo desde la selva de Kerala, India. Desde entonces, esta especia adquirió cada vez más valor y, por supuesto, popularidad en las cocinas de todo el mundo.
A menudo, la empleamos para condimentar las preparaciones saladas y picantes, dado que brinda un aroma y un sabor muy particular. En otras palabras, se podría decir que se trata de una especia que refuerza y potencia el gusto de los alimentos. Sin embargo, se suelen desconocer las características de cada una de las distintas variedades que existen. En vista de ello, conviene repasar algunos datos al respecto.
La pimienta y sus tipos
Los diferentes tipos de pimienta tienen unas características de sabor y color diferente.
Los diversos tipos de pimienta se clasifican principalmente según su color. Lo que indica este criterio es el grado de madurez de la baya al momento de la recolección y el tratamiento que se le da luego. Por supuesto, también existen otros criterios de clasificación, como la localización geográfica, por ejemplo.
Por color:
Negra. Proviene de las bayas verdes, inmaduras que se ponen a secar al sol. Tiene un sabor picante.
Verde. Al igual que la negra, proviene de las bayas verdes, inmaduras. Se seca al aire. Tiene un sabor picante, aunque más ligero que la variedad anterior.
Blanca. Proviene de las bayas muy maduras que luego se colocan en remojo para que se les desprenda la piel. Tiene un sabor muy suave.
Roja. Proviene de las bayas maduras que se secan entre humos. Tiene un sabor fuerte, ligeramente ahumado.
Rosa. Proviene de las bayas de un arbusto brasileño que tienen un gusto tanto dulce como picante.
Aunque la mayoría son de origen asiático, por localización geográfica tenemos pimienta de:
Etiopía
Guinea
Sichuan (China)
Penja (Camerún)
Java (Indonesia)
Kampot (India)
Sarawak (Malasia)
Lampong (Sumatra)
Talamanca (Ecuador)
Jamaica (si bien ya existe un cultivo en la isla caribeña y en países latinoamericanos como México, Guatemala, Cuba y Ecuador, en realidad procede de Asia. También se le conoce como ‘pimienta inglesa’).
Además, la pimienta contiene en su composición una sustancia denominada capsaicina, con importantes efectos antiinflamatorios, por lo que ha sido utilizada para formular un sinfin de remedios naturales para distintas afecciones.
1 taza de leche desnatada o bebida vegetal (250 ml)
Preparación
Lavamos y pelamos la manzana y le retiramos el corazón. A continuación, cortamos la pulpa en rodajas.
Colocamos la leche o bebida vegetal en el vaso de la licuadora junto con los demás ingredientes (salvo la pimienta blanca) y procesamos todo a potencia media hasta obtener una mezcla homogénea.
Agregamos la pimienta blanca y removemos con una cuchara. Dejamos reposar un par de minutos y servimos.
2. Té de pimienta negra y jengibre
Podrás disfrutar de múltiples beneficios para la salud si lo consumes en esta infusión
Ingredientes
1 taza de agua (250 ml)
½ cucharada de raíz de jengibre (7 g)
1 cucharadita de pimienta negra en granos, molida (5 g)
Opcional: miel (al gusto)
Preparación
Colocamos una olla con un vaso de agua a hervir.
Limpiamos y rallamos la raíz de jengibre. A su vez, molemos la pimienta negra. Reservamos.
Cuando el agua alcance su punto de ebullición, agregamos el jengibre rallado y la pimienta. Bajamos la llama del fuego, tapamos la olla y dejamos reposar durante 10 minutos, aproximadamente.
Retiramos del fuego, colamos y servimos. En caso de que hayamos decidido añadir un toque de miel, este será el momento de hacerlo.
1 cucharada de pimienta de Jamaica en grano (15 g)
Opcional: una pizca de nuez moscada.
Preparación
Vertemos una taza leche en una olla y la colocamos a calentar.
En un mortero, machacamos los granos de pimienta de Jamaica.
Añadimos la pimienta a la leche cuando alcance su punto de ebullición. Bajamos la llama del fuego y dejamos reposar durante un par de minutos. Luego, reservamos a temperatura ambiente, a modo de infusión durante un par de horas.
Aparte, calentamos el resto de la leche que no hemos utilizado antes, sin dejar que alcance su punto de ebullición. Reservamos.
Batimos las yemas con los dos tipos de azúcar y a continuación, agregamos esta mezcla al resto de la leche del paso 4. Removemos constantemente para mezclar bien todos los ingredientes mientras espesa. Es muy importante no dejar que hierva.
Una vez finalizado el paso anterior, agregamos la infusión a la mezcla y batimos suavemente todo. Seguidamente, vertemos la mezcla en un recipiente con tapa y llevamos al congelador durante una noche (10 o 12 horas, aproximadamente).
Como se puede ver, existen muchas formas de incluir la pimienta en nuestra recetas. Al conocer las distintas variedades y el gusto de cada una, podemos sacar mucha ventaja de los sabores de los alimentos y obtener verdaderas exquisiteces. Asimismo, debemos atrevernos a experimentar y a salirnos de la típica asociación de sal y pimienta.
Licenciada en Idiomas Modernos, mención empresarial (Universidad Arturo Michelena, 2015). Máster en Traducción y Mediación Intercultural (Universidad de Salamanca, 2018). Técnico experto en redacción y corrección editorial (Escuela des Arts, 2019) Nº de expediente 28148. Participó en el seminario de escritura no fictia (Universidad de Iowa, 2015), completó el curso sobre Creatividad explosiva: iniciación en la fabricación de ideas que rompen moldes (CIAP- Universidad Católica Andrés Bello, 2015) y participó en el curso Ecosistema del consumo responsable (Publicidad efectiva, 2013).
Además ha realizado talleres sobre la escritura y su función epistémica (Universidad Central de Venezuela, 2012) y sobre análisis literario en la enseñanza de segundas lenguas (Universidad Central de Venezuela, 2012) dada su afinidad por los idiomas, la cultura y la divulgación de contenido. Recientemente completó el curso de: »Introduction to Food and Health» (Universidad de Stanford, 2019) y se encuentra realizando otros cursos sobre diferentes temáticas.
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