Preeclampsia o toxemia: causas, síntomas y tratamiento

La toxemia es una enfermedad también conocida como preeclampsia. Se trata del aumento patológico de la presión arterial en el embarazo y puede suponer un gran riesgo para las mujeres que lo padecen.
Preeclampsia o toxemia: causas, síntomas y tratamiento
Nelton Abdon Ramos Rojas

Revisado y aprobado por el médico Nelton Abdon Ramos Rojas.

Última actualización: 25 mayo, 2023

La preeclampsia o toxemia es una alteración que puede desarrollarse en mujeres embarazadas. Este problema se asocia con la presencia de hipertensión arterial y proteinuria. Cabe destacar que tanto el aumento de la presión arterial como la presencia de proteínas en la orina son signos serios a tener en cuenta.

En general, los síntomas de la preeclampsia suelen aparecer a partir de la semana 20 del embarazo y pueden tener una intensidad variable, según sea el caso.

Por otra parte, un riesgo o complicación muy grave es el desarrollo de preeclampsia. En este caso, el trastorno se encuentra estrechamente relacionado con la aparición de convulsiones. En los casos más graves, los pacientes pueden entrar en estado de coma si los signos se han agravado.

Síntomas más frecuentes de la toxemia

La toxemia o preeclampsia es una complicación de riesgo para las embarazadas.

mujer embarazada sobre la cama

Las pacientes presentan una serie de signos o señales características del trastorno. Sin embargo, existen casos clínicos en los que no se han desarrollado ningún síntoma destacable.

Por otra parte, entre los síntomas que aparecen con más frecuencia podemos destacar:

  • Proteinuria.
  • Hipertensión arterial
  • Insomnio o dificultades para conciliar el sueño con normalidad.
  • Sensación de confusión, desorientación e incluso aparición de mareos.
  • Náuseas y vómitos que aparecen junto a una presión o molestia a nivel abdominal.
  • Retención de líquidos. Asimismo, esta condición puede provocar un aumento de peso en el paciente y el desarrollo de edemas.
  • Cefalea o fuertes dolores de cabeza que pueden presentar como causa el aumento de la presión arterial.
  • Cansancio, fatiga o debilidad general. Además, puede aparecer la falta de aire o de aliento de manera conjunta.
  • Problemas relacionados con la percepción visual, como es el caso de la visión borrosa.

Posibles causas

De momento, no se ha podido identificar con exactitud la causa de la preeclampsia o toxemia. Sin embargo, sí se conoce una serie de factores de riesgo.

  • Sobrepeso u obesidad.
  • Embarazo múltiple.
  • Haber padecido esta afección en un embarazo previo o tener algún pariente que la haya desarrollado.
  • Trastornos graves en el feto como malformaciones congénitas.
  • Desarrollo de una infección urinaria durante el periodo de embarazo.
  • La edad de la paciente (sobre todo si se trata de una adolescente o de una persona al límite de la edad fértil).
  • Tabaquismo y consumo de sustancias tóxicas como las drogas.
  • Ciertas enfermedades, como la diabetes o alteraciones inmunológicas.

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Tratamiento de la preeclampsia o toxemia

El equipo médico correspondiente determinará las opciones de tratamiento más adecuadas para cada caso clínico. Sin embargo, podemos distinguir entre una serie de pautas generales. Por ejemplo:

Si los síntomas de la preeclampsia son leves, es posible que los expertos recomienden el reposo. De esta manera, se puede disminuir la hipertensión arterial de forma segura. Por otra parte, se desaconseja la interrupción total de actividad física debido al riesgo de formar coágulos o trombos sanguíneos.

En cualquier caso, el grupo de expertos utilizará la administración de medicamentos antihipertensivos. Así, se acelera el proceso de estabilización y de control del estado médico del paciente.

Se pueden usar o aplicar a través de distintas vías. Generalmente se utiliza la vía oral pero también se puede recurrir a la vía intravenosa en los casos más complicados.

Mujer embarazada sentada en el sofá.
Los profesionales sanitarios elegirán el tratamiento más adecuado para la toxemia.

Si la persona se presenta un embarazo por encima de la semana 37 normalmente se procede a interrumpir el embarazo. Por tanto, se induce el parto (los médicos suelen preferir la vía vaginal a la cesárea en condiciones normales).

En otras situaciones médicas se puede necesitar realizar una transfusión sanguínea o la administración de otros tipos de medicamentos.

Esperamos que este artículo haya resuelto alguna de sus dudas sobre la preeclampsia. De cualquier manera, si posee alguna pregunta o desea informarse sobre el tema, no dude en contactar con su equipo médico más cercano.


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