
La saliva es fundamental en la cavidad oral, ya que mantiene húmedos los tejidos y ayuda a la limpieza de la boca. Por eso, cuando disminuye o cambia de consistencia, haciéndose por ejemplo más espesa, produce variaciones en el balance…
El trastorno de ansiedad por separación puede aparecer por diversas causas. Hoy veremos cómo afecta a los niños y cómo repercute en la vida adulta si no se soluciona.
El trastorno de ansiedad por separación (TAS) surge cuando las figuras de apego de un niño se distancian físicamente del pequeño de forma momentánea.
Actos tan simples como irnos al trabajo, dejarlos en la escuela por la mañana, acostarlos solos en su habitación para dormir, por ejemplo, son situaciones cotidianas que pueden desencadenar de pronto una reacción emocional desproporcionada: miedo, ansiedad, llanto…
Estamos ante una condición psicológica que si bien es normal en ciertas etapas infantiles, puede convertirse en un problema en caso de que los síntomas se intensifiquen y se mantengan en el tiempo.
Veamos más datos al respecto.
El trastorno de ansiedad por separación surge entre los 6 meses y los dos años. Cabe decir que este tipo de conductas son normales en estas edades más tempranas.
Así, estudios como el llevado a cabo en la Universidad de Vermont, por ejemplo, nos demuestran que si estas conductas se vuelven problemáticas y no se tratab, corremos el riesgo de que acaben desarrollándose enfermedades mentales en un futuro.
Cuando un niño sufre trastorno de ansiedad por separación, nos puede indicar que dentro del núcleo familiar ha existido una ruptura, una pérdida o una separación que ha sido impactante.
Vamos a ver algunos ejemplos que pueden ser los causantes de este tipo de trastorno:
Todas estas causas pueden generar una preocupación excesiva en el niño e injustificada que le llevarán a estar cerca de sus figuras de apego de forma casi obsesiva.
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Según la Sociedad de Psicología Clínica Infantil y Adolescente de la APA (Asociación de Psiquiatría Americana), necesitamos que se den al menos tres de estos factores.
La mejor manera de solucionar este trastorno es contando con la ayuda de un psicólogo infantil. Así, terapias como la cognitiva-conductual son las más idóneas en estos casos. Ahora bien, los cuidadores también tienen que poner de su parte para llevar a cabo determinadas prácticas que serán beneficiosas para el niño:
Asimismo, es muy importante que no recriminemos a nuestros hijos estas conductas y que aún menos, los ignoremos. Esto solo incrementaría su trastorno de ansiedad por separación, determinando incluso su vida adulta.
¿Qué le puede pasar a una persona adulta con este trastorno?
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Tratar el trastorno de ansiedad por separación cuando somos adultos es mucho más difícil. Por tanto, actuemos a tiempo buscando esa ayuda especializada que necesitan los niños en este tipo de casos.