Trastorno del deseo sexual hipoactivo en hombres

El trastorno del deseo sexual hipoactivo en hombres es una alteración que se relaciona con diversos factores. Te explicamos cuáles son sus síntomas y posibles causas.
Trastorno del deseo sexual hipoactivo en hombres
Alejandro Duarte

Revisado y aprobado por el biotecnólogo Alejandro Duarte.

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 24 mayo, 2023

El trastorno del deseo sexual hipoactivo en hombres es una alteración caracterizada por que el afectado deja de sentir necesidades sexuales.

En situaciones que antes hubieran subido su libido, el varón apenas experimenta excitación. El problema se hace patente cuando las dificultades se dan de manera repetida y estando o no en pareja.

Te contamos cuáles son algunos de los factores físicos y psicológicos que se dan en estos casos. Por supuesto, la consulta con el especialista será el primer paso si los síntomas persisten.

Concepto y clasificación del deseo sexual hipoactivo en hombres

Como hemos señalado, esta alteración se basa en una disminución o incluso absoluta pérdida de la libido por parte del hombre. En este escenario, el deseo sexual hipoactivo se presenta bajo una de estas dos formas:

  • Primario, que tiene lugar si el hombre no siente atracción por su pareja, pero sí por otras personas.
  • Secundario, en el que el afectado no experimenta ningún tipo de deseo sexual, ni por el compañero o la compañera sentimental ni por nadie.

En cuanto a lo que es la evolución del trastorno, este se puede desarrollar de modos diferentes:

Como un suceso puntual, en el caso de que el varón haya tenido un deseo sexual normalizado en momentos anteriores de su vida, o como una afección crónica si nunca se ha sentido excitación en términos naturales.

¿Qué origina el deseo sexual hipoactivo en hombres?

Existen diversas causas que pueden propiciar un deseo sexual hipoactivo en hombres. Como indica una revisión realizada por los investigadores Eric J. H. Meuleman y Jacques J. D. M. Van Lankveld, entre las más frecuentes destacan, por ejemplo:

  • Estrés y ansiedad.
  • Carencias hormonales.
  • Rutina en el seno de la pareja.
  • Ingesta de fármacos, como los antidepresivos.
  • Determinadas patologías de tipo endocrino.

No obstante, dada esta variedad de condiciones y la coexistencia habitual entre las mismas, a menudo es difícil separar aquellas cuyo origen es más bien orgánico de esas otras que representan sobre todo aspectos psicosociales.

Pase lo que pase, en la medida en que sea posible identificar los diferentes factores que intervienen, la forma de abordar el problema será asimismo más precisa. Veamos ahora por separado estas categorías de variables.

1. Variables orgánicas

Estas causas corresponden a determinadas enfermedades crónicas, como son la insuficiencia renal, hepática, cardíaca o la diabetes.

Pareja en la cama. Mujer preparada para dormir, hombre despierto.

Igualmente, también influyen ciertos cambios en los niveles de hormonas, los cuales se manifiestan en mayor proporción durante la andropausia. Esto es, en el momento en el que la concentración de testosterona (hormona sexual masculina relacionada con el deseo) empieza a disminuir de forma gradual debido a la edad.

Por otra parte, cabe mencionar que la ingesta continuada de alcohol, drogas o medicamentos se asocia, a se vez, con el trastorno del deseo sexual hipoactivo en hombres.

2. Variables psicosociales

Como se indica en un artículo de la psicóloga canadiense Lori A. Brotto, el estrés a menudo está presente en aquellos hombres que muestran un deseo sexual hipoactivo.

Este es uno de los factores que llega a tener más peso, seguido de los problemas que afectan de manera directa a la relación, en el caso de que el hombre esté en una.

En este sentido, los déficits en la comunicación, la pérdida de confianza en el compañero o la compañera sentimental u otros conflictos en el seno de la pareja suelen ser los principales motivos.

Otro de los aspectos psicosociales a considerar se refiere a la vivencia de experiencias traumáticas. Por ejemplo, una represión excesiva durante la infancia o el haber sufrido abusos sexuales.

Por su parte, otras dificultades con el sexo, como la eyaculación precoz o la incapacidad para mantener una erección, desencadenan, a su vez, sentimientos de frustración. En ocasiones este malestar llega asimismo a inhibir la excitación.

¿Qué hacer para abordarlo?

Como vemos, el deseo sexual hipoactivo en hombres responde a causas de lo más diverso. Por ello y si la alteración se manifiesta de modo persistente, resulta prioritario buscar ayuda profesional. 

En función de las condiciones que se vayan explorando, cada especialista, ya sea el médico, el sexólogo o el psicólogo, nos dará las pautas oportunas para iniciar un tratamiento ajustado a las propias circunstancias.

La solución en estos casos es posible, pero para ello será indispensable reconocer el problema y solicitar el asesoramiento necesario para afrontar la situación.


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