Lo que debes saber sobre los trastornos del estado de ánimo

Los trastornos del estado de ánimo son, básicamente, dos: la ansiedad y la depresión. Son bastante frecuentes en el mundo actual, pero pueden abordarse con los tratamientos adecuados.
Lo que debes saber sobre los trastornos del estado de ánimo
José Padilla

Revisado y aprobado por el psicólogo José Padilla.

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 25 mayo, 2023

Los trastornos del estado de ánimo abarcan un conjunto de enfermedades que afectan a un elevado porcentaje de la población. Además, a la vista de los datos existentes, se prevé que en las próximas décadas aún sea mayor el porcentaje de enfermos. 

El estilo de vida y las circunstancias que vivimos actualmente, con cierta incertidumbre social y laboral, contribuyen a desarrollar este tipo de trastornos del ánimo, dificultando el mantener un espíritu positivo.

Los problemas mentales pueden afectar tu calidad de vida y a tu estado de salud en general. Incluso, pueden llegar a desencadenar otras enfermedades tanto psíquicas como orgánicas.

Las depresiones como trastornos del estado de ánimo

La depresión es una enfermedad en la que influyen muchos factores, y en la que se produce un trastorno del estado de ánimo que se mantiene en el tiempo. La persona afectada por una depresión no es capaz de sentir emociones positivas ni disfrutar de las cosas.

Entre los síntomas más típicos de la depresión, se encuentran la falta de vitalidad, y la pérdida de interés. Pudiendo llegar a la situación en la que sientas que no estás capacitado para seguir con tu actividad cotidiana. En función de la intensidad de los síntomas , la depresión se puede clasificar en leve, moderada o grave.

  • Depresión leve: en los cuadros de depresión leve, la persona afectada puede llevar a cabo actividades habituales con normalidad. Sin embargo, su humor es depresivo durante la mayor parte del día, y no capacidad de disfrutar de las cosas.
  • Depresión moderada: en estos casos, los síntomas se agravan, llegando a no poder realizar las actividades habituales. Se manifiesta una pérdida de confianza y de autoestima pudiendo llegar a tener pensamientos de muerte o suicidio.
  • Depresión grave: son los casos en los que se necesita controlar al enfermo de forma constante.

Los trastornos del estado de ánimo pueden dividirse en dos grandes grupos: trastornos bipolares y trastornos depresivos.

Trastornos bipolares

Los trastornos bipolares se clasifican además como bipolar I, bipolar II, trastorno ciclotímico, trastorno bipolar y trastorno relacionado con otra afección médica, trastorno bipolar y relacionado inducido por sustancias/medicamentos, otro trastorno bipolar y relacionado especificado, y trastorno bipolar y relacionado no especificado. Veamos los tres primeros.

  • Trastorno bipolar I: se caracteriza por la aparición de episodios maniacos y de episodios de depresión mayor. El DSM-5 define la manía como un período de tiempo caracterizado por un estado de ánimo anormal y persistentemente elevado, expansivo, irritable. Además, se caracteriza por un incremento anormal de la actividad o la energía, que dura como mínimo una semana y está presente la mayor parte del día, necesitando de hospitalización.
  • Trastorno bipolar II: consiste en episodios depresivos mayores ​​intercalados con períodos hipomaníacos. La manía y la hipomanía tienen los mismos síntomas. Las diferencias es que la manía es más grave que y causa problemas más notorios en el trabajo, la escuela y las actividades sociales, así como dificultades en las relaciones. Además, puede provocar una desconexión de la realidad (psicosis) y requerir hospitalización.
  • Trastorno ciclotímico: se caracteriza por episodios hipomaníacos y depresivos que no cumplen todos los criterios diagnósticos para el trastorno bipolar ni para el depresivo mayor. Además, sus manifestaciones aparecen temprano en la vida.

 

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Trastornos depresivos

Según el DSM-5 los trastornos depresivos son: trastornos de desregulación disruptiva del estado de ánimo, el trastorno de depresión mayor, el trastorno depresivo persistente (distimia), el trastorno disfórico premenstrual, el trastorno depresivo inducido por una sustancia/medicamento, el trastorno depresivo debido a otra afección médica, otro trastorno depresivo especificado y otro trastorno depresivo no especificado. Veamos, brevemente, los cuatro primeros.

  • Trastornos de desregulación disruptiva del estado de ánimo: es una afección en la que los niños o adolescentes experimentan arrebatos frecuentes e intensos de irritabilidad, ira y mal temperamento.
  • Trastorno de depresión mayor: se diagnostica cuando un individuo tiene un estado de ánimo constantemente bajo o deprimido, anhedonia o disminución del interés en actividades placenteras, sentimientos de culpa o inutilidad, falta de energía, falta de concentración, cambios en el apetito, retraso psicomotor o agitación, trastornos del sueño o pensamientos suicida
  • Trastorno depresivo persistente (distimia): se caracteriza por síntomas depresivos de bajo grado, así como por la persistencia de estos (de al menos dos años de duración). Las personas con este trastorno experimentan un estado de ánimo deprimido durante la mayor parte del día, la mayoría de los días, así como al menos dos de los siguientes síntomas de diagnóstico: (1) falta de apetito o comer en exceso; (2) insomnio o hipersomnia; (3) baja energía o fatiga; (4) baja autoestima; (5) poca concentración o dificultad para tomar decisiones; y (6) sentimientos de desesperanza.
  • Trastorno disfórico premenstrual: son un conjunto de síntomas premenstruales físicos, conductuales y anímicos que ocurren antes de la menstruación y que disminuyen después del período menstrual en mujeres en edad reproductiva.

 

¿Cómo se tratan estos trastornos del estado de ánimo?

Los trastornos del estado de ánimo se abordan desde varias disciplinas iniciando de forma combinada los tratamientos. Los especialistas aconsejan combinar el abordaje farmacológico con terapias psicológicas.

Tratamiento farmacológico

A la hora de la elección del tratamiento farmacológico de los trastornos del estado de ánimo se tiene en cuenta la eficacia de los diferentes principios activos y sus posibles efectos adversos. Si estás en tratamiento porque tienes trastornos del estado de ánimo, recuerda lo importante que es tomar los medicamentos tal y como han sido prescritos por el especialista.

La mejoría de los síntomas al iniciar el tratamiento con medicamentos puede tardar en notarse entre 2 a 4 semanas. Por este motivo, hay pacientes a los que no se les ha explicado esto y abandonan el tratamiento. Piensan que no es efectivo, y lo que pasa es que no han dado tiempo a que los fármacos hagan efecto.

Los medicamentos empleados para tratar estas enfermedades tienen efectos secundarios y entre los más habituales se incluyen los siguientes:

  • Dolor de cabeza.
  • Náuseas.
  • Insomnio.
  • Boca seca.
  • Estreñimiento.
  • Alteraciones de la visión.
  • Somnolencia.

Recomendaciones higiénico-dietéticas

Para facilitar el seguimiento del tratamiento puedes adoptar un conjunto de medidas higiénico-dietéticas que pueden mejorar la eficacia y evitar las recaídas. 

Procura hacer ejercicio y mantener un estilo de vida activa y reservando para el descanso el número de horas adecuado. Además, si estás ocupado, tu mente no tiene tiempo de pensar y no se irá a pensamientos negativos.

Lleva una dieta sana y equilibrada, con una ingesta alta de frutas y verduras. Esto te ayudará a prevenir o aliviar el estreñimiento que por lo general provoca el tratamiento de los trastornos del estado de ánimo. También es importante que sepas que debes evitar el consumo de alcohol, puesto que potencia los efectos secundarios de los medicamentos y disminuye su eficacia.

Psicoterapia para trastornos del estado de ánimo
El tratamiento de los trastornos del estado de ánimo debe combinar fármacos con terapia psicológica

Tratamiento psicológico

La psicoterapia en los trastornos del estado de ánimo aporta recursos y apoyo a la persona que los sufre. Con las terapias psicológicas se anima al paciente a reaccionar y que pueda cambiar su estado de ánimo. La terapia también va encaminada a mejorar la autoestima y a controlar el estado emocional.

Los trastornos del estado de ánimo pueden tratarse

Las personas que sufren trastornos del estado de ánimo pierden la sensación de control sobre sí mismos y experimentan malestar general. Estas enfermedades se abordan combinando terapias farmacológicas y psicológicas, junto con una serie de recomendaciones higiénico-dietéticas.


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