
La presbicia es un defecto de la visión al que comúnmente nos referimos como vista cansada. Seguro que has notado alguna vez que la mayoría de personas por encima de los 50 años comienzan a alejarse los libros, el móvil…
La conjuntivitis es una enfermedad oftálmica que puede ocurrir por diversas causas. Conoce los tipos de conjuntivitis y su tratamiento.
El tratamiento de la conjuntivitis varía en función de la causa que genere esta reacción. Por lo general, la conjuntivitis suele aliviarse de forma natural, sin necesidad de tratamiento. Sin embargo, en algunos casos es necesario recurrir a medicamentos oftálmicos para procurar la mejora del paciente.
La conjuntivitis es una afección del ojo que consiste en la irritación de la conjuntiva: la fina capa transparente que tapiza el interior del párpado y cubre la parte blanca de los ojos. Esta enfermedad también se conoce como »ojo rojo» debido a que el síntoma más característico de esta enfermedad es la aparición de manchas rojas o rosadas en los ojos.
Las manchas rojas se deben a la inflamación de los pequeños vasos sanguíneos de la conjuntiva que recubren la esclerótica (parte blanca del ojo), lo cual genera la impresión de unos ojos inyectados en sangre. La dilatación de estos vasos sanguíneos puede ocurrir por cualquier agente irritante, ya sea humo, polvo, agentes químicos, escamas animales, etcétera.
Por esto, los tipos de conjuntivitis se clasifican según su causa:
También lee Los 5 mejores remedios para calmar la conjuntivitis naturalmente
El tratamiento no es siempre necesario. En caso de serlo, dependerá de cuál es el agente inflamatorio. A continuación se exponen los tratamientos para los distintos tipos de conjuntivitis disponibles en la actualidad.
La mayoría de los casos son leves. De hecho, lo más normal es que la infección desaparezca por sí sola entre los 7 y 14 días y no causa efectos a largo plazo. En raras ocasiones puede tardar entre 2 y 3 semanas en desaparecer, especialmente si surgen complicaciones derivadas en su mayoría de frotarse los ojos.
Se pueden usar lágrimas artificiales y compresas frías para aliviar la sequedad y la inflamación asociada a esta afección. Las gotas de solución salina, conocidas como suero fisiológico, son el mejor remedio para tratar la conjuntivitis viral y se pueden adquirir sin receta médica.
En ocasiones, el médico puede recetar medicamentos antivirales para el tratamiento de la conjuntivitis en formas más graves, dependiendo del virus causante de la infección. Los más agresivos son los virus del herpes simple o de la varicela-zóster.
Lee también: Los ojos rojos, las causas comunes y su tratamiento
Este es el tipo de conjuntivitis más perjudicial. Como mencionamos anteriormente, suele ser una afección leve, sin embargo, es el tipo de conjuntivitis que más atención médica requiere. Los antibióticos pueden ayudar a reducir la duración de la enfermedad y a disminuir la propagación de la infección a otras personas.
Sin embargo, el tratamiento de la conjuntivitis con antibióticos debe de ser una decisión consensuada con el médico ya que su abuso está asociado al aumento de la resistencia bacteriana. Suelen ser antibióticos tópicos en forma de gotas o pomada. Tras iniciar el tratamiento la infección debería desaparecer a los pocos días.
Como se mencionó anteriormente, en este caso el problema cesa cuando desaparece el alérgeno. Sin embargo, en algunas ocasiones no depende del paciente la exposición a este. Es el caso de las personas alérgicas al polen. En estas situaciones puede requerirse la combinación de ciertos medicamentos para acabar con la inflamación, como antihistamínicos o vasoconstrictores tópicos.
La función de los vasoconstrictores es combatir a las sustancias vasodilatadoras que se producen como consecuencia de la reacción de nuestro sistema inmune para combatir al alérgeno. Si los brotes de conjuntivitis son fuertes sería apropiado iniciar el tratamiento antes del inicio de la temporada de alergias.