Tratamiento del carbunco

El tratamiento oportuno del carbunco es capaz de reducir la inflamación, el enrojecimiento y el resto de los síntomas. Son pocos los casos en los que los nodos linfáticos persisten después de que se hayan tomado antibióticos.
Tratamiento del carbunco
Nelton Abdon Ramos Rojas

Revisado y aprobado por el médico Nelton Abdon Ramos Rojas.

Última actualización: 25 mayo, 2023

El carbunco o ántrax es una enfermedad bacteriana grave que ataca primordialmente la piel. De hecho, son poco frecuentes los casos en los que afecta la bucofaringe, las vías respiratorias inferiores, el mediastino o los intestinos. El causante es el agente infeccioso denominado Bacillus anthracis, un bacilo inamovible y encapsulado que se encarga de crear esporas.

De acuerdo a Vidal Gonzalo Rodríguez Lemoine, fue el físico francés Casimir Davaine quien demostró en 1863 que la presencia de las formas bacilares encontradas en la sangre de animales con ántrax era una condición esencial para producir la muerte en animales inoculados.
Además, este experto afirmó que se trataba de bacterias y propuso el nombre de Bacillus anthracis para designarlas. No obstante, las ideas de Devaine no fueron universalmente aceptadas ni sus experimentos concluyentes.

Síntomas de la enfermedad

Muchas enfermedades causan diarrea y otros síntomas muy molestos.

En realidad, la sintomatología no es general, pues varía según la forma en que se adquirió la infección. Sin embargo, en la mayoría de los casos los síntomas aparecen dentro de los primeros 7 días. A continuación, se definen de forma específica:
  • Vía cutánea: más del 90 % de las infecciones por ántrax suceden cuando la bacteria penetra la piel y forma una herida o quemadura en el momento que se manipula el objeto contaminado. Al inicio se presenta un abultamiento que produce picazón —similar a la picadura de un insecto—; al cabo de dos días, se convierte en ampolla y, posteriormente, en úlcera.
  • Forma inhalada: los primeros síntomas son muy parecidos a un resfriado común. No obstante, en cuestión de tres días se agravan y aparecen los problemas respiratorios y los signos radiológicos de ensachamiento mediastínico y shock. Un gran porcentaje de estos casos termina en muerte.
  • Vía intestinal: esta forma de contagio es la más difícil de identificar. En algunos casos, puede confundirse con un brote causado por intoxicación alimentaria. Sucede cuando se consume un alimento contaminado e inflama el tracto intestinal. Entre sus síntomas, están las náuseas, el vómito, la falta de apetito, la fiebre, el dolor abdominal y la diarrea severa.

Lee: Infecciones por Escherichia coli: ¿cómo reconocerlas?

Diagnóstico

Diagnóstico (5)

Lo primero que se tiene en cuenta a la hora realizar el diagnóstico es la existencia de un antecedente epidemiológico. En otras palabras, el médico debe precisar si el paciente estuvo expuesto al germen Bacillus anthracis o a sus esporas.

Si bien este microorganismo puede atacar a cualquier persona, en general hay más probabilidades de contraerlo por oficios en los que se tiene contacto con animales, por ejemplo, ganadería, granjas o veterinarias. Por fortuna, la incidencia es baja.
Para determinar que el paciente está infectado, se requiere un análisis clínico a fondo y también realizar las pruebas que lo confirmen.

  • Pruebas de laboratorio: sangre, muestras de un tejido, líquido cefalorraquídeo o secreción respiratoria.
  • Medición de anticuerpos o toxinas en la sangre antes de indicar cualquier antibiótico.

Tratamiento del carbunco

Tratamiento del carbunco

Si se lleva a cabo de forma adecuada y en el momento oportuno, el tratamiento del carbunco hará la diferencia entre la vida y la muerte.

Los daños causados por carbunco deben vaciarse para poder sanar. Este proceso ocurre en menos de 15 días. Una forma de acelerar la curación en el caso de que haya atacado la piel es poner compresas húmedas y calientes para que la herida sane.

Si los síntomas duran más 2 semanas, el tratamiento deberá ser más riguroso para que no haya una recaída.

Cabe destacar que a lo largo de todo el proceso, la higiene es fundamental. No solo hay que lavar la zona afectada de forma inmediata y bañarse, sino que también hay que desinfectar la ropa y buscar asistencia médica.

Antibióticos de uso frecuente

Según el doctor Teodoro Carrada Bravo, en el ántrax cutáneo o complicado, el tratamiento de elección es la penicilina oral; en caso de resistencia, se puede añadir la ciprofloxacina.
Por otra parte, en los pacientes alérgicos a la penicilina, se puede recurrir al cloranfenicol, eritromicina, tetraciclina o ciprofloxacina. Es prudente advertir que la ciprofloxacina y las tetraciclinas no se pueden utilizar en las embarazadas ni en los niños; in vitro, las cepas de ántrax suelen ser resistentes a la cefuroxima.

Carrada también indica, en referencia al tratamiento del carbunco, que en los casos más graves se puede utilizar:

  • Penicilina.
  • Doxiciclina.
  • Gentamicina.
  • Ciprofloxacina.
  • Lactobionato de eritromicina.

Para los niños, solo se puede emplear la penicilina a dosis altas, el lactobionato de eritromicina y el cloranfenicol 65-67.

Por último, hay que decir que no se puede intentar la excisión quirúrgica de las escaras por el riesgo de una reactivación bacteriana posquirúrgica. Las lesiones cutáneas deben ser cubiertas con gasa estéril y, antes de desechar los materiales contaminados, se recomienda esterilizarlos al autoclave o incinerarlos.


Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.


  • Cimf, P. (2001). Antrax o Carbunco. Control3, 44–46.
  • Teodoro Carrada-Bravo*. Ántrax: Diagnóstico, patogenia, prevención y tratamientos. México: Instituto Mexicano del Seguro Social, 2001.

  • Nancy Sánchez Tarragó. Características generales, situación epidemiológica actual e investigaciones científicas recientes. Unidad de Análisis y Tendencias en Salud: MINSAP, 2006.


Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.