Tratamiento del Lupus Eritematoso Sistémico (LES)

El tratamiento del lupus eritrematoso sitémico se basa en aliviar los síntomas adaptándose a cada situación clínica del paciente para lo que se dispone de abundantes grupos farmacológicos eficaces.
Tratamiento del Lupus Eritematoso Sistémico (LES)
José Gerardo Rosciano Paganelli

Revisado y aprobado por el médico José Gerardo Rosciano Paganelli.

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 06 julio, 2023

El tratamiento del lupus eritematoso sistémico es sintomático, es decir, no existe tratamiento etiológico definitivo que cure la enfermedad. Existen numerosos tratamientos enfocados a aliviar los síntomas, pero no se puede establecer una pauta general de tratamiento, ya que este se debe adaptar a cada situación clínica del paciente, con quien hay que consensuar y evaluar beneficios y riesgos.

En general, las manifestaciones cutáneas, musculoesqueléticas y la serositis representan una enfermedad más leve, que puede aumentar y disminuir con la actividad de la enfermedad. Suelen controlarse con antiinflamatorios no esteroideos (AINE) o medicamentos inmunosupresores.

Tratamiento del lupus

Los fármacos más utilizados para el tratamiento del lupus:

  • Antiinflamatorios no esteroideos (AINEs).
  • Glucocorticoides.
  • Antipalúdicos.
  • Inmunosupresores.
  • Terapias biológicas.

1. AINEs

Ibuprofeno, aspirina y acetominofeno

Los AINEs, como el ibuprofeno o paracetamol, son los fármacos de elección para el tratamiento sintomático de las manifestaciones musculoesqueléticas de la enfermedad, fiebre y serositis. Están recomendados para periodos limitados de tiempo en los casos en el que el riesgo de complicaciones es bajo.

Cuando se administran estos medicamentos, hay que evaluar los efectos adversos digestivos, renales y cardiovasculares que pueden presentar, y evitar usarlos en el caso de afectación renal.

2. Glucocorticoides

Paciente anciano con glaucoma

Este grupo de medicamentos ha sido la base del tratamiento del LES debido a su capacidad antiinflamatoria e inmunosupresora. Siguen siendo el tratamiento más importante y efectivo frente a las fases agudas de esta enfermedad.

Un inconveniente de los glucocorticiodes es su consumo a largo plazo, ya que presentan una elevada toxicidad que puede provocar algún efecto adverso, entre otras patologías:

  • Osteoporosis: enfermedad asociada a la predisposición de los huesos a su ruptura.
  • Síndrome de Cushing.
  • Diabetes Mellitus.
  • Incremento del riesgo de infecciones.
  • Glaucoma: enfermedad que se define por el aumento de la presión del globo ocular que se manifiesta con un deterioro progresivo en la retina con posible perdida de visión.

Estos efectos adversos limitan su uso. Para estos casos se recomienda una dosis ≤5 mg/día de prednisona (o equivalente) y suspender el tratamiento lo antes posible.

A pesar de su elevada toxicidad, prácticamente todas las complicaciones de esta enfermedad son susceptibles de ser tratadas con éxito con los corticoides.

3. Antipalúdicos

En este grupo cabe destacar la cloroquina, especialmente la hidroxicloroquina, que son fármacos de elección para la mayoría de pacientes con LES. Son los únicos con la indicación específica de LES hasta la aprobación de belimumab, un medicamento de terapia biológica del que hablamos más adelante en este artículo.

Estos medicamentos se utilizan principalmente para combatir:

  • Artritis: inflamación de las articulaciones.
  • La fatiga.
  • Algunas lesiones de la piel.
  • Pericarditis.
  • Síntomas generales.

Los antipalúdicos se toleran muy bien, pero su principal inconveniente es su posible toxicidad para la retina. Debido a ello, se recomienda realizar exámenes periódicos oftalmológicos.

Se pueden administrar incluso durante el periodo de gestación, porque ayuda a regular los niveles de colesterol y presentan una acción antiagregante beneficiosa para estos pacientes.

4. Inmunosupresores

El tratamiento del lupus basado en este grupo de fármacos se reserva para los pacientes que no responden adecuadamente al tratamiento con antipalúdicos o glucocorticoides.

Los inmunosupresores más utilizados para combatir esta enfermedad son:

  • Ciclofosfamida.
  • Micofenolato de mofetilo.
  • Azatioprina.
  • Metotrexato.

5. Terapias biológicas

Modelo 3D de anticuerpo monoclonal para el tratamiento del lupus

Este tipo de terapias son recientes y están en estudio por ensayos clínicos. Se basa en la utilización de fármacos biológicos, es decir,  anticuerpos monoclonales, siendo los más utilizados el belimumab y el rituximab.

El belimumab es el primer fármaco biológico aprobado como tratamiento específico del LES, pero no es el único, ya que también son de elección los antipalúdicos, como hemos explicado anteriormente.

La pauta recomendada de belimumab es de 10 mg/ kg los días 0, 14 y 28, y posteriormente en intervalos de 4 semanas. Si no hay mejoría en el control de la enfermedad después de 6 meses de tratamiento, hay que valorar la interrupción del tratamiento. Ambos fármacos están actualmente en estudio.

Tratamiento del lupus: reflexiones finales

El tratamiento del lupus eritematoso sistémico (LES) suele depender de la gravedad y las manifestaciones de la enfermedad, aunque la hidroxicloroquina desempeña un papel fundamental en el tratamiento a largo plazo de todos los pacientes con LES.

El estudio LUMINA (Lupus in Minorities: Nature versus Nurture) y otros ensayos han ofrecido pruebas de la disminución de los brotes y la prolongación de la vida en los pacientes que reciben hidroxicloroquina, lo que la convierte en la piedra angular del tratamiento del LES.


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