Cómo tratar la cefalea coital o el dolor de cabeza durante el sexo
La llamada cefalea coital es, tal y como su nombre lo indica, un fuerte dolor de cabeza que podemos experimentar al tener relaciones sexuales o bien después de las mismas. En la mayoría de los casos puede durar hasta una hora después del encuentro sexual, lo que resulta bastante molesto. No obstante, se clasifica como un tipo de cefalea primaria.
En este artículo te contaremos cómo tratar gestionar esta molestia de la manera más adecuada. Lee con atención y te aclararemos algunas ideas para te cohíbas de disfrutar con tu pareja tras haberla experimentado.
¿Qué es la cefalea coital?
Como veníamos comentando, la cefalea coital o sexual es el dolor de cabeza que puede surgir durante o después del sexo. Sobre todo al alcanzar el orgasmo. No obstante, en algunos casos puede aparecer durante o después de la masturbación o sexo oral.
Se han identificado dos tipos de cefalea coital:
- Preorgásmica: comienza como una molestia leve que se intensifica a medida que se alcanza el clímax.
- Orgásmica: es intensa y abrupta y ocurre en el mismo momento que se llega al orgasmo. En cualquiera de los dos casos desaparece como máximo una hora después o bien al dormirnos.
Se considera que cualquier persona puede experimentarla, pero según varios estudios, parece ser más frecuente en hombres de 50 años en adelante.
Posibles causas de la cefalea coital
Son muchos los motivos que pueden desencadenar el dolor de cabeza durante el sexo. Por ejemplo, si la persona suele sufrir migrañas o jaquecas cuando trabaja, antes de dormir o si realiza ejercicio, es más probable que las padezca también en el acto sexual.
Uno de las principales causas detrás de la cefalea coital es el estrés. Si estamos muy preocupados por algún problema en particular por resolver, o hemos tenido un día pésimo en la oficina o nuestras finanzas van de mal en peor, es comprensible que nos llegue a doler la cabeza durante o después del coito.
No hay que dejar de lado, tampoco, los factores emocionales o psicológicos, como por ejemplo:
- Temer defraudar a la pareja.
- Exigirse demasiado o querer siempre ser/lucir “perfecto”.
- Haber sufrido disfunción eréctil o eyaculación precoz en el pasado, etc.
También el consumo de ciertos fármacos como el viagra y otros potenciadores de la erección inducen a una mayor estimulación del nervio craneal, el cual está encargado de tres áreas: mandibular, maxilar y ocular.
¿Cómo se puede tratar la cefalea coital?
La cefalea coital no es un problema de salud grave, por lo que no debemos preocuparnos en exceso. Aunque sí es recomendable que sepamos cómo aliviarla de la manera más adecuada. Para ello, no hay que descartar la consulta con un profesional (bien sea el médico de cabecera, el ginecólogo, el urólogo o un sexólogo) para que determine los posibles motivos de su aparición y las estrategias terapéuticas más adecuadas.
En el caso de que no se deba a ninguna patología o enfermedad, puedes tratar la cefalea coital de la siguiente manera.
1. Toma un analgésico
Puede servir como prevención si se consume un rato antes del sexo, o bien como tratamiento si se ingiere posterior a la aparición de la cefalea. En cualquier caso, no deberíamos abusar de los medicamentos aunque sean de venta libre, ya que el cuerpo se malacostumbra a ellos.
2. Reducir el estrés
Lamentablemente, estar estresados tiene muchas consecuencias negativas en el organismo; una de ellas es la cefalea sexual. La mejor manera de reducir el estrés es dormir mejor, llevar una vida más tranquila y relajada, trabajar menos horas o no permitir que los problemas laborales penetren en la vida personal.
Planifica una escapada de fin de semana al campo o a la playa, medita o practica yoga, sal a caminar por las mañanas, disfruta de actividades al aire libre, anda en bicicleta, bebe infusiones tranquilizantes o tómate media hora al día para un baño de inmersión. Verás cómo te sientes más calmado y eso se traduce en mayor placer sexual.
3. Consultar con un terapeuta
Quizás el motivo de la cefalea coital, en tu caso, tenga más que ver con algo emocional que físico. Para saberlo, tendrás que hacer terapia o hablar con un profesional. Si has tenido algún trauma en el pasado, tienes una relación nueva, engañas a tu pareja o te exiges demasiado en el sexo, puede que eso desencadene el dolor de cabeza.
Además, te aconsejamos que hables con tu pareja sobre el dolor de cabeza que te aparece cuando tienen relaciones. No es nada grave, ni algo para avergonzarte. Quizás entre los dos puedan determinar cuál es el detonante. Incluso, puede ayudarte en el momento en que surge la cefalea para reducir la intensidad del acto.
4. Llevar una vida más saludable
Además de dejar de lado el estrés con actividades placenteras, es muy importante que cambies algunos detalles en tu dieta. A menudo, el mejor afrodisíaco no es una ostra ni un chocolate exótico, sino simplemente un estilo de vida saludable.
- Aumenta tu consumo diario de agua.
- Come fruta de postre en lugar de pasteles y golosinas.
- Minimiza el consumo de alcohol o directamente elimínalo.
- Reduce la cantidad de veces que comes frituras en la semana.
- Elige menúes con verduras crudas con mayor frecuencia.
- Reduce tu consumo de embutidos y ultraprocesados.
- Bebe agua en vez de refrescos de cola y demás bebidas industriales.
- Integra con mayor frecuencia en tu dieta cereales integrales para aumentar tu consumo de fibra.
5. Cambiar la rutina
Por último, te instamos a que modifiques un poco los hábitos en lo que se refiere al sexo. ¿Qué tal si planifican una noche romántica un viernes? ¿O por qué no prueban los beneficios de los masajes eróticos? También puedes idear momentos románticos más caseros, que aunque no parezcan espectaculares en primera instancia, pueden proporcionar buenos momentos y una buena dosis de placer para los dos.
Tal vez, lo que necesites sea un cambio de aire, salir de la rutina, buscar otras maneras de disfrutar de la intimidad… Además, si estás relajado, el dolor de cabeza puede que no se presente.
Como puedes ver, la cefalea coital no es un problema de salud grave y, para mayor fortuna, es posible gestionarla fácilmente. Ten en cuenta las pautas que te hemos compartido y, ante cualquier duda que tengas, consulta con tu médico de cabecera. El profesional siempre podrá asesorarte de la forma más adecuada.
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