Triglicéridos altos: causas y síntomas

Cuando el médico te informa que tienes los triglicéridos altos, es lógico preocuparse. Aquí te vamos a contar cuáles son las posibles causas y qué síntomas se manifiestan cuando está presente este trastorno.
Triglicéridos altos: causas y síntomas
Leonardo Biolatto

Revisado y aprobado por el médico Leonardo Biolatto.

Escrito por Leonardo Biolatto

Última actualización: 11 julio, 2023

En el pensamiento popular, los triglicéridos altos en la sangre se asocian a una dieta muy elevada en el contenido graso. Sin embargo, no siempre es así. Los orígenes del resultado alterado pueden estar vinculados a otros factores. 

Por lo tanto, si te han diagnosticado con triglicéridos elevados, no te asustes. Hay que investigar junto al médico el fondo del problema para abordarlo de manera correcta.

¿Qué son los triglicéridos?

El triglicérido es una variedad de lípido que circula en la sangre humana y que se encuentra presente en algunos tejidos de la composición corporal. No es una sustancia ajena ni extraña, pero su elevación en el plasma acarrea problemas.

En el metabolismo normal, esta grasa es una fuente de energía de reserva. Cuando se ingiere con los alimentos, las células lipídicas, llamadas adipocitos, encierran los triglicéridos en su interior para emplearlos llegado el momento.

En situaciones que requieren más gasto calórico, como un ejercicio muy prolongado o las épocas invernales de frío, el organismo se vale de estas reservas para generar calor. No es un mecanismo exclusivo de los seres humanos, sino que muchos animales lo emplean de la misma manera.

Sin embargo, los triglicéridos altos pueden contribuir al endurecimiento de las arterias y a la formación de placas en sus paredes. Además, pueden causar pancreatitis aguda, por lo que son un parámetro de laboratorio que vale la pena controlar.

Diferencia entre los triglicéridos y el colesterol

Al hablar de los compuestos lipídicos en el organismo lo más común es pensar en el colesterol. Sin embargo, los triglicéridos son una sustancia distinta y con funciones específicas.

El colesterol es una sustancia serosa, parecida a la grasa que se encuentra en todas las células del cuerpo. La principal función de esta sustancia es brindarle estabilidad a la membrana de las células. Además, sirve como precursor para formar múltiples hormonas como los esteroides.

Por su parte, como ya lo dijimos con anterioridad, los triglicéridos solo se encuentran en los adipocitos y su función es servir como fuente de energía de reserva. Esto quiere decir que los triglicéridos almacenarán las calorías no utilizadas por el cuerpo para usarse en caso de ser necesario.

¿Cuándo los triglicéridos están altos?

Más allá de que cada laboratorio tiene sus parámetros bioquímicos con los que establece la normalidad, hay ciertos valores que se consideran adecuados. Los triglicéridos altos se diagnostican cuando superan la concentración de 150 miligramos por decilitro de sangre.

Esta concentración elevada se asocia a mayor riesgo cardiovascular, con incremento de las posibilidades de padecer infarto agudo de miocardio y accidentes cerebrovasculares. Por encima de 200 miligramos por decilitro se considera muy alto, y más allá de 500 es de extremo cuidado.

¿Con qué frecuencia hay que hacerse las pruebas?

Los expertos sugieren que todas las personas mayores de 20 años deben chequear el valor de sus triglicéridos al menos cada 4 o 6 años. De hecho, el intervalo podría ser menor dependiendo de la condición de salud de cada persona, por lo que siempre se recomienda consultar con el médico.

Los niños también deberían chequear si tienen los triglicéridos altos, aunque con una frecuencia menor que los adultos. Lo ideal es que se realicen una prueba entre los 9 y los 11 años, así como una segunda prueba entre los 17 y los 21 años.

¿Qué son los triglicéridos?
Los triglicéridos hacen parte de la reserva energética del cuerpo. No obstante, en niveles elevados pueden causar graves consecuencias.

Causas de triglicéridos altos

Los triglicéridos altos tienen como uno de sus principales hacedores a la dieta poco saludable, pero este no es el único origen. El sedentarismo, la genética y algunas enfermedades sistémicas se relacionan con el trastorno.

1. Dieta

En lo que se refiere a la dieta, son las grasas saturadas y las grasas trans las que elevan el colesterol y los triglicéridos. Las primeras, además, incrementan el colesterol malo o LDL.

Las grasas saturadas se concentran, sobre todo, en los productos de origen animal lácteos, como el queso, la leche y la manteca. La carne roja también aporta grandes cantidades de triglicéridos, en particular los cortes menos magros.

Por otro lado, las grasas trans tienen un doble efecto negativo, que consiste en el descenso del colesterol bueno y el aumento de aquellos que obstruyen las arterias. Se encuentran, de manera principal, en productos que han sido sometidos a hidrogenación durante su fabricación.

2. Enfermedades concomitantes

Las patologías que más se asocian a un aumento de los triglicéridos sanguíneos son las siguientes:

  • Hipotiroidismo.
  • Síndrome de ovario poliquístico.
  • Diabetes.
  • Insuficiencia renal.

3. Estilo de vida

La falta de ejercicio y la vida sedentaria son conocidos factores de riesgo para enfermedades cardiovasculares. En gran medida, el problema reside en el aumento de los triglicéridos y el colesterol que se produce cuando la persona no realiza ningún deporte.

Si a esto sumamos malos hábitos como el tabaco o el alcoholismo, el riesgo aumenta. Inclusive existen investigaciones que evidencian cómo el estilo de vida de la madre puede alterar los niveles de lípidos en sus bebés durante la gestación.

4. Genética

Más allá de la enfermedad denominada «hipercolesterolemia familiar», en la cual la base genética está clara, los triglicéridos altos por sí solos no escapan a la influencia de la herencia. Cuando padres o abuelos han padecido el trastorno, es más posible que los hijos y nietos también lo presenten.

5. Otras posibles causas

Además de los factores ya mencionados, existen otras posibles causas de la presencia de triglicéridos altos, o al menos, favorecen a su aparición. Algunas de las situaciones más destacadas son las siguientes:

  • Tener sobrepeso u obesidad.
  • Consumir algunos medicamentos.
  • Enfermedades de la glándula tiroides.
  • Diabetes mellitus tipo 2 mal controlada.
  • Patologías renales o hepáticas.

No hay síntomas, sí complicaciones

Los triglicéridos altos no se manifiestan con síntomas específicos. Ni el dolor de cabeza, ni molestias en el pecho, tampoco arritmias ni cansancio. Ningún signo puede atribuirse al aumento de estas sustancias en la sangre.

Lo que sí encontramos son complicaciones derivadas del trastorno. Eso representa un gran problema para la clínica médica. A veces, el paciente llega a una consulta de urgencia por un evento coronario derivado de sus triglicéridos elevados, y él no lo sabía.

Debe sospecharse su elevación y rastrearse el valor de lípidos sanguíneos en personas obesas, en quienes tienen antecedentes familiares y en aquellos con otros factores de riesgo cardíacos, como hipertensos y diabéticos.

De todos modos, una detección de un valor normal no descarta la probabilidad de infarto o de accidentes cerebrovasculares en personas con otras comorbilidades.

Test de triglicéridos
Los triglicéridos altos no tienen manifestaciones clínicas evidentes. Por eso, ante la sospecha, es conveniente realizar un análisis de laboratorio.

¿Qué hacer si los triglicéridos son altos?

Es posible tomar medidas para descender los valores de triglicéridos en la sangre cuando se detecta una cifra elevada. En el caso de que sea necesario, el médico indicará algún fármaco específico, como las estatinas.

De todas maneras, las guías internacionales y los estudios científicos al respecto, coinciden en que si no se combinan las estatinas con un cambio en el estilo de vida, el efecto no será perdurable. Entre las modificaciones que se prescriben estás las siguientes:

  • Disminuir la cantidad de grasas saturadas y grasas trans en la dieta.
  • Realizar ejercicio físico regular.
  • Reducir el sedentarismo laboral incorporando pausas activas.
  • No fumar.
  • Limitar el consumo de alcohol.
  • Bajar de peso.
  • Evitar el consumo de azúcar y carbohidratos refinados.

Si nada es suficiente, o los valores detectados superan los 500 miligramos por decilitro, el tratamiento debe combinarse con fármacos diferentes a las estatinas. Es posible recibir la indicación de consumir fibratos, niacina o suplementos de omega-3, como bien lo indica el consenso de la Sociedad Española de Arterioesclerosis .

Alimentos para reducir los triglicéridos

La alimentación saludable y balanceada tiene una gran influencia a la hora de tratar los triglicéridos altos. Esta no solo disminuirá los niveles de colesterol y triglicéridos del organismo, sino que ayudará a mantener un mejor estado de salud en general.

Por su parte, algunos alimentos tienen ciertos componentes como antioxidantes que ayudan a disminuir los niveles de triglicéridos en sangre. En este sentido, dentro de los alimentos recomendados destacan los siguientes:

  • Pescados aceitosos o azules como la sardina, el salmón o el jurel.
  • Vegetales, especialmente aquellos de hoja verde.
  • Todo tipo de frutas, sobre todo la ciruela, el kiwi y la manzana.
  • Productos lácteos bajos en grasa como el yogur.
  • Granos integrales ricos en fibra, sobre todo la cebada y el arroz integral.
  • Frijoles, nueces y semillas.
  • Carnes magras como lo son el pollo, el pavo y el conejo.

Un valor que se debe monitorear

En todo caso, los triglicéridos altos son una alerta que nadie debería obviar. Su presencia silenciosa representa un riesgo latente que, por fortuna, se puede controlar si hay una detección oportuna.


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