Tumores benignos: todo lo que debes saber

La mayoría de los tumores benignos no requieren intervención, excepto si la persona lo prefiere por razones estéticas. Aún así, es conveniente consultar al dermatólogo para recibir un diagnóstico adecuado.
Tumores benignos: todo lo que debes saber
Maria del Carmen Hernandez

Revisado y aprobado por la dermatóloga Maria del Carmen Hernandez.

Última actualización: 06 julio, 2023

Los tumores benignos en la piel son un grupo de afecciones que pueden tener diversos orígenes. A menudo, su clasificación está basada de acuerdo a la zona donde se presentan, su tamaño, color, distribución y síntomas. De todos modos, no causan mayor problema, más allá de la alteración estética.

Según un artículo publicado en Journal of Cutaneous and Aesthetic Surgery, estas alteraciones ocurren cuando hay una proliferación de uno o varios componentes de la piel. Y aunque no suelen ser graves, es necesario consultar con el dermatólogo para evaluarlas. ¿Quieres saber más al respecto? ¡Sigue leyendo!

¿Por qué ocurren los tumores benignos?

Como todas las neoplasias, un tumor benigno es una masa de células anormales. No obstante, lo que los diferencia de los tumores malignos es que no tienen movilidad hacia los tejidos aledaños ni diseminación a otras partes del organismo.

Este tipo de lesiones tumorales se encuentran rodeadas por una cápsula protectora que facilita su extracción. A su vez, los análisis de sangre, el estudio por imágenes (como una radiografía) o una biopsia pueden esclarecer si el tumor es maligno o benigno.

Tumores benignos en la piel
La mayoría de los tumores que aparecen en la piel son benignos. Aún así, es conveniente que los revise el dermatólogo.

Tipos de tumores benignos

La mayoría de las personas experimentarán una amplia variedad de crecimientos y cambios cutáneos a lo largo de su vida. Es el médico, con su formación y experiencia adecuada, quien podrá clasificar la mayoría de estas lesiones mediante un examen clínico.

Adenoma

El adenoma es una neoplasia epitelial benigna que surge de las glándulas sebáceas o sudoríparas. Los ejemplos representativos incluyen los siguientes:

  • Adenoma sebáceo.
  • Adenoma apocrino tubular.
  • Hidradenoma.

Fibroma

El dermatofibroma, también conocido como «histiocitoma fibroso», es una de las lesiones cutáneas de tejidos blandos más comunes. De hecho, representa aproximadamente el 3% de las muestras recibidas por los laboratorios de dermatopatología.

Si están presentes las características clínicas y patológicas clásicas, el diagnóstico suele ser sencillo. Es más frecuente en adultos de mediana edad y tiene un ligero predominio femenino. A menudo, se localizan en las extremidades y se presentan como nódulos cutáneos pequeños, elevados, hiperqueratósicos, con una superficie de color marrón rojizo.

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Lipoma

Los pacientes que padecen un lipoma suelen quejarse de una masa de tejido suave y móvil que se siente debajo de la piel. Estos suelen ser indoloros a menos que invadan las articulaciones, los nervios o los vasos sanguíneos.

En general, son entidades benignas y no conllevan riesgo de transformación maligna, su pronóstico es muy bueno. Una vez que se extirpan, no suelen regresar. Sin embargo, es imperativo que la cápsula fibrosa que rodea el lipoma se elimine por completo para evitar que esto suceda.

Mioma

Los leiomiomas son tumores benignos que surgen del músculo liso y se observan con mayor frecuencia en el miometrio uterino, el tracto gastrointestinal, la piel y las extremidades inferiores de las mujeres de mediana edad.

Clínicamente, los tumores del tejido conectivo, por ejemplo, los fibromas y los lipomas pueden presentar hallazgos similares a los del leiomioma; por tanto, debe establecerse un diagnóstico diferencial.

Osteocondroma

Los osteocondromas son comunes; en particular, representan del 20 al 50 % de todos los tumores óseos benignos. Pueden ser solitarios o múltiples. La forma solitaria tiene un buen pronóstico y la transformación maligna ocurre en el 1 % de los casos.

Además, la mayoría de las lesiones solitarias suelen ser pequeñas y asintomáticas. De todos modos, el diagnóstico y el tratamiento de esta condición requieren la colaboración de diferentes profesiones de la salud.

Lunar (nevos)

Los nevos son lesiones pigmentadas de la piel que pueden existir desde el nacimiento y malignizarse con el paso del tiempo por la abundante exposición solar sin la protección adecuada. Además de evaluar las características A a E de una lesión pigmentada, existen patrones dermatoscópicos específicos para guiar el examen.

Es importante sugerir el uso de protectores solares y autoexámenes para evitar el desarrollo de un melanoma. Asimismo, resulta conveniente evitar la exposición excesiva a camas solares.

Síntomas de los tumores benignos

No todos los tumores benignos presentan una sintomatología. Sin embargo, debido a su tamaño, se pueden localizar con facilidad mediante la palpación. Algunas de sus características principales son las siguientes:

  • Dolor por compresión de tejidos circundantes.
  • Volumen o relieve.
  • Parestesias.
  • Prurito.

Diagnóstico adecuado de tumores benignos

En la mayoría de los casos, cuando los pacientes acuden a un cirujano por un nódulo, el diagnóstico se realiza mediante una biopsia por escisión . Algunos tumores benignos pueden reaparecer después de una escisión incompleta.

Además, es probable que muchos de los nódulos que se extirpen no se examinen mediante anatomía patológica, y los que sí, se pueden informar como tumores cutáneos benignos sin una caracterización adicional.

De acuerdo a American Family Physician, cualquier lesión para la cual el diagnóstico es incierto, se debe biopsiar para obtener un examen histopatológico y, de este modo, descartar su malignidad.

Biopsia de piel quirúrgica.
Ante la presencia de nódulos o tumoraciones, se suele sugerir una biopsia de piel.

¿Cuáles son las opciones terapéuticas?

El tratamiento de los tumores benignos suele ser por motivos estéticos. En el caso de considerarse necesario, varía desde la escisión quirúrgica simple para lesiones solitarias o tumores múltiples que no responden a otras modalidades, hasta la cirugía micrográfica de Mohs para lesiones en ubicaciones anatómicas críticas.

También existen modalidades físicas destructivas que serán evaluadas por el médico tratante en base a las secuelas o tipo de cicatrización de la persona afectada. Algunas de las opciones en los tratamientos son los siguientes:

  • Escisión con tijera y shaving.
  • Curetaje con electrodesecación.
  • Dermoabrasión.
  • Destrucción química con ácido salicílico.
  • Radioterapia.
  • Cirugía láser y crioterapia.

Consultar al dermatólogo es importante

Es cierto que los tumores benignos no suelen causar mayor problema. Aunque son diferentes en sus formas de presentación, no suelen suponer un peligro. Aún así, la revisión por parte del dermatólogo es importante, ya que no hay que descartar la presencia de otros problemas de mayor cuidado.

Por fortuna, en la actualidad hay una amplia variedad de opciones terapéuticas para eliminar estas tumoraciones cuando suponen un problema estético. El profesional será quien oriente hacia la mejor alternativa.


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