Vendajes: todo lo que necesitas saber

Los vendajes deben colocarse con cuidado de no apretar excesivamente el miembro ni de inmovilizarlo inadecuadamente.
Vendajes: todo lo que necesitas saber
Leonardo Biolatto

Revisado y aprobado por el médico Leonardo Biolatto.

Escrito por Leonardo Biolatto

Última actualización: 06 julio, 2023

Los vendajes constituyen un procedimiento que se basa en envolver una parte del cuerpo que esté lesionada. Para ello, se suelen utilizar gasas, lienzos, vendas u otros materiales. La lesión puede ser desde algo muscular, como una contractura, hasta una herida que sangre notablemente.

Los vendajes han sido utilizados a lo largo de toda la historia. Se cree que Hipócrates, que era un médico de la antigua Grecia en el cual se siguen basando muchos aspectos de la medicina actual, fue el primero en colocar un vendaje para tratar una úlcera venosa.

No obstante, civilizaciones más antiguas, como los egipcios, ya los utilizaban para otros fines. Actualmente, casi toda la población lo utiliza diariamente ante heridas o contusiones. Por ello, en este artículo te explicamos todo lo que debes saber sobre los vendajes.

¿Para qué sirven los vendajes?

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Como ya sabes, los vendajes pueden ser de diversos tipos y tienen múltiples usos diferentes. Lo más frecuente es que se usen para proteger heridas, previniéndolas de una infección y ayudando a que cese el sangrado.

También se suelen usar para limitar el movimiento de algún miembro o de alguna articulación en concreto, como ocurre en los esguinces. Del mismo modo, ayudan a fijar férulas o a sostener alguna parte del cuerpo.

Los vendajes pueden ser útiles para ayudar a la circulación venosa. Esto es útil en personas que tienen edemas en las piernas, por ejemplo. Permiten fijar apósitos y medicamentos y, para recalcarlo, sirven para frenar hemorragias.

Función de los vendajes

De esta forma, resumidamente, podemos decir que los vendajes pueden ser:

  • Contentivos: son aquellos que se utilizan para ciertas curas, al sostener un apósito o medicamento.
  • Compresivos: son los que ayudan a apretar firmemente un miembro, para frenar una hemorragia por ejemplo.
  • Correctivos: son aquellos que inmovilizan y fijan un miembro permitiendo que se repare, como en el caso de los huesos.

¿Qué tipos de vendajes existen?

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Normalmente, los vendajes se realizan de formas diferentes según el fin que tengan. Por ejemplo, el vendaje circular se suele utilizar para sostener un apósito en un brazo o una pierna. Para ello, se envuelve todo el miembro en forma de anillo, como indica su nombre.

Por otra parte, está el vendaje en espiral, que se emplea más para sujetar férulas en la mano, en los brazos o las piernas. En este caso, la venda que se utiliza es elástica y se coloca siguiendo una espiral.

El vendaje de espiga es muy similar a los vendajes espirales. La diferencia es que se va retrocediendo con la venda y, al final, quedan cruzadas las dos vueltas. Se usa más en los miembros inferiores para ayudar al retorno venoso.

También existen los llamados vendajes ‘en ocho‘. Son los que se colocan generalmente sobre las articulaciones. Para hacerlo, se comienza a vendar bajo la articulación, haciendo varias vueltas espirales con la venda. Pasamos la venda hacia arriba, como dibujando la parte superior del ocho. Una vez hayamos dado un par de vueltas en esa parte, volvemos a bajar la venda.

Hay que alternar vueltas ascendentes y descendentes, y se obtiene un vendaje con forma de ocho. Existe una forma especial de vendaje en ocho que se utiliza para tratar las fracturas de clavícula, donde el número ocho se forma en la parte posterior de la espalda del paciente, traccionando los hombros hacia atrás.

Por último, encontramos el vendaje recurrente. Es la forma de vendar la cabeza o un miembro amputado. Para realizarlo, la venda se lleva de la parte delantera a la trasera cubriendo toda la zona. Después, se realizan círculos que fijen esto horizontalmente.



¿Tienen algún riesgo?

Como cualquier otro tratamiento o técnica, los vendajes también pueden tener ciertas complicaciones. Especialmente, cuando se utilizan sin conocimiento o sin estar totalmente indicados.

Cuando se aprieta excesivamente un vendaje, se puede llegar a producir un síndrome de compresión. Esto ocurre cuando la sangre oxigenada no puede llegar a todas las partes debido a la compresión. Las partes que quedan aisladas se vuelven frías y de color azulado.

Además, se pueden producir escaras o úlceras por el uso de vendajes muy rígidos. Del mismo modo, es común que la piel se macere si el vendaje se aplica sobre una zona húmeda.

En conclusión

Los vendajes son una técnica muy útil para el tratamiento de muchas lesiones, desde heridas simples hasta fracturas de huesos. Sin embargo, es recomendable que siempre los realice un profesional que conozca la técnica y las indicaciones para hacerlo.


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