¿Vivir con tu pareja? 15 consejos para no morir en el intento

Tomar la decisión de vivir en pareja es emocionante, pero también trae consigo varios desafíos. La convivencia, las finanzas, la gestión del tiempo y hasta las tareas domésticas cobran mayor relevancia.
¿Vivir con tu pareja? 15 consejos para no morir en el intento
Leticia Martín Enjuto

Revisado y aprobado por la psicóloga Leticia Martín Enjuto.

Última actualización: 23 febrero, 2024

Es posible que la idea de vivir con tu pareja te emocione y te llene de expectativas. El enamoramiento, el deseo de construir un futuro juntos, el asumir otro nivel de compromiso y tener un hogar propio son algunas de las razones por las que puedes estar considerando dar este paso.

Ahora bien, no quiere decir que la decisión en sí represente solo romance y felicidad para ti y tu pareja; aunque haya mucho amor de por medio, es una etapa que acarrea cambios importantes en la rutina, en la convivencia y en muchos otros ámbitos. La ansiedad, el estrés y la incomodidad también hacen parte de esto.

El punto de partida es entender que no todo será perfecto. Adaptarse a vivir con la otra persona es un proceso con altibajos, que requiere flexibilidad, buena comunicación, establecimiento de límites y acuerdos. Por eso, si vas a vivir en pareja por primera vez, te invitamos a poner en práctica estos 15 consejos.

1. Ten expectativas realistas

Cuando tomas la decisión de vivir con tu pareja tiendes a experimentar una montaña rusa de emociones que no siempre te dejan ver más allá. La euforia y la ansiedad pueden generarte expectativas que no siempre corresponden a la realidad.

Por ello, antes que nada, asegúrate de tener tiempo suficiente para reflexionar sobre la decisión que estás tomando y, sobre todo, para aclarar tus expectativas. Como cualquier etapa de transición en la vida, no todo es color de rosa.

Junto a tu pareja tendrás que poner «los pies sobre la tierra» y evaluar todo el panorama. Aunque es difícil precisar cómo será la adaptación de ambos en su nuevo hogar, es sano hablar de lo que ambos esperan en esta nueva etapa y cuáles pueden ser las dificultades en el camino.

Es de suma importancia que ambos tengan una visión similar de su futuro juntos y que, de antemano, estén preparados para asumir los retos que conlleva la convivencia. Por más enamoramiento que haya, hay que romper esa idea de que vivir juntos será como «un cuento de hadas».



2. Aclara el ‘por qué’ quieres vivir con tu pareja

¿Tú y tu pareja tienen claro ‘por qué’ desean vivir juntos? Quizá porque ya ha pasado bastante tiempo desde que están juntos, tal vez porque sienten que han encontrado su «alma gemela» o, incluso, porque consideran que es conveniente para el crecimiento de ambos.

Como sea, definir esos ‘por qué’ es clave para saber si es un buen instante para dar el paso o no. Ciertas veces, el entusiasmo de una nueva relación, sumada a la intensidad del enamoramiento, puede conducir a tomar decisiones precipitadas. Es normal, claro; pero puede no ser el momento para empezar una vida juntos.

«Estar enamorado» no es la mejor razón para tomar esta decisión. De hecho, lo idóneo es hacerlo cuando la relación ya haya atravesado varias etapas. Algunos expertos sugieren que esto ocurre tras uno o dos años de relación. Y es que en los primeros seis meses, el enamoramiento hace sentir el vínculo como «perfecto».

Otra razón que hay que cuestionarse a fondo es la conveniencia. Si bien compartir los gastos parece un buen motivo, sobre todo para la economía de ambos, no debe ser la única razón. Siempre hay que considerar cuál es el momento que están atravesando como pareja.

En este orden de ideas, tampoco es recomendable avanzar hacia esta etapa si la relación viene presentando problemas. Si hay algo seguro es que vivir juntos no solucionará nada.

3. Habla con tu pareja de lo que sientes

Tanto tú como tu pareja deben estar abiertos a comunicar todo lo que sienten respecto a la decisión que están tomando. Sí, en un principio, ambos pueden sentirse felices y seguros; pero luego de la euforia (y a medida que se acerca el día) uno o ambos pueden experimentar miedo, ansiedad o intranquilidad.

Tener la confianza de hablar de estas emociones no tan agradables refuerza el vínculo, reduce la presión del momento y es una buena entrada para las muchas conversaciones incómodas que tendrán desde ahora. Lo importante es hablar con honestidad y respeto, atendiendo también lo que el otro siente.

¿Sientes que aún no es la hora de dar el paso? ¡Comunícalo! No tiene que ser un motivo para terminar. Lo mismo aplica si es tu pareja la que no se siente segura. Hay que esclarecer razones, escuchar y buscar soluciones.

4. Define con tu pareja los «no negociables»

El respeto, la honestidad, la lealtad, la fidelidad, la empatía… hay muchos valores y principios morales que no son negociables tanto en el noviazgo como en la etapa de vivir juntos. Define cuáles son los tuyos, escucha los de tu pareja, y entre ambos dejen esto definido.

La armonía del hogar que están a punto de conformar parte de respetar los ideales del otro. No tienen que pensar igual al respecto, pero deben determinar si están dispuestos a aceptarlo.

5. Considera el lugar en el que van a vivir

Uno de los aspectos más relevantes que debes abordar con tu pareja antes de vivir juntos es el lugar donde planean hacerlo. ¿Por qué? Si tú o la otra persona ya son propietarios de su propio espacio, y la idea es convivir allí, esto puede representar algunos problemas.

En un principio, la persona que se muda puede sentir que no es su casa y que está limitado en cuanto a las decisiones que se toman en esta. Por otro lado, el propietario quizá experimente la sensación de perder privacidad y de sentirse invadido. Eso sin contar con que se pueden dar discrepancias de control y poder.

Para evitarlo, lo más recomendable es que se muden a un lugar nuevo, escogido por ambos. Si esto no es una opción, un buen comienzo juntos es redecorar, limpiar y ajustar la casa a las preferencias de los dos. El objetivo, en cualquier caso, es que sientan que son «parte de…».

Un punto muy importante aquí es determinar si habrá terceros en casa; sea un hijo, una madre, un padre o cualquier otro familiar. De ser así, esto puede suponer otro reto. En un principio, lo más sano es que el espacio sea solo de los dos.

6. Establece acuerdos sobre el tema financiero

El tema financiero cobra gran relevancia cuando decides vivir con tu pareja. Definir varias cuestiones asociadas al dinero puede evitar problemas una vez estén conviviendo. Por si no lo sabías, el conflicto financiero es una de las principales causas de divorcio.

Así pues, si quieres tranquilidad en este ámbito, lo mejor es dejar los acuerdos claros. ¿Cómo van a organizar las finanzas? ¿Qué responsabilidades financieras tendrá cada uno? Algunos optan por tener una cuenta conjunta para sus gastos conjuntos, mientras que otros se delegan obligaciones.

Hay quienes están bien con la idea de 50/50, como aquellos que delegan los gastos principales a solo una de las partes. No existe una manera correcta o «más acertada»; esto depende del consenso que los dos hagan.

Otras cuestiones relacionadas para tener en cuenta son las siguientes:

  • Patrimonio familiar.
  • Presupuesto familiar.
  • Deudas y bienes de cada uno.
  • Cuentas y gastos individuales.

7. Habla sobre las tareas domésticas

El tema de las tareas domésticas no es menos importante al tomar la decisión de vivir en pareja. De hecho, se puede convertir en una causa de conflicto si no se establecen convenios al respecto. Tú y tu pareja pueden tener pensamientos distintos sobre qué tan limpia y ordenada debe estar la casa.

Al comunicar esto, podrán definir cuándo y cómo hacer la limpieza. Quizá decidan delegarse labores por días o por horarios; puede que opten por hacerlo juntos los fines de semana. Incluso, quizá acuerden buscar ayuda de terceros para completarlas. Como sea, es algo que es mejor dejar establecido.

8. Mantén tu individualidad y respeta la de tu pareja

Durante el noviazgo y en las primeras semanas de vivir en pareja, es normal que quieras aprovechar al máximo el tiempo libre para compartir con esa persona que amas. Aun así, lo más sano es que ambos tengan sus propios espacios a solas, ya sea para disfrutar con amigos o en un pasatiempo.

La individualidad es un aspecto clave para que la relación tenga éxito. Pretender hacer todo juntos y dejar de lado las pasiones, los hobbies y las amistades no es realista y, a largo plazo, deteriora el vínculo. Además, implica desarrollar conductas de apego emocional que son bastante perjudiciales.

Respetar la individualidad propia y de la pareja es una manera de fomentar la confianza y la seguridad. Es conservar la autenticidad sin miedo a que el otro sienta conflicto por ello.

9. Potencia la comunicación asertiva

En todo momento de la relación, la comunicación asertiva ayuda a fortalecer los lazos. Sin embargo, debes priorizarla aún más cuando te vas a vivir con tu pareja. Ambos deben ser conscientes de que la vida juntos implica cambios drásticos que puede resultar abrumadores y estresantes. 

Saber comunicar los deseos y los sentimientos a través de un lenguaje respetuoso y comprensivo será clave para superar todas estas dificultades. Aquí vale la pena hacerse varias preguntas:

  • «¿Mi pareja me escucha y valida lo que siento?»
  • «¿Está abierta al diálogo y a buscar soluciones?»
  • «¿Retroalimenta nuestras conversaciones y da su punto de vista sin herirme?»

Si sientes que aún les cuesta expresarse, es preferible hablarlo y trabajarlo antes de dar el gran paso. Cuánto más aprendan sobre este tipo de comunicación, mejor será la convivencia y tendrán más capacidad para enfrentar las situaciones difíciles.



10. No descuides el tiempo de calidad

Uno de los errores que más cometen las personas que se van a vivir con su pareja es descuidar el tiempo de calidad. En este sentido, es fundamental aprender a diferenciar el tiempo intencional del tiempo secundario. ¿Qué significa esto? Que no basta con compartir el almuerzo, la cena o la cama al dormir.

Aunque al principio todo esto es reconfortante y emocionante, con el tiempo se vuelve rutinario. Hace falta dedicar tiempo exclusivo a la relación; programar citas, quedar para ver una serie, tener salidas fuera de casa, cocinar juntos y cualquier otra actividad que fomente la conexión y la intimidad.

11. No des por sentado a la otra persona

Asociado al punto anterior, no hay que caer en el error de dar por sentado a la otra persona. En la vida en pareja es bastante frecuente, pues la convivencia diaria hace pensar que el otro «siempre estará», sin importar si se pone o no esfuerzo en la relación.

Como en el noviazgo, la conquista debe ser una constante. Por lo tanto, además del tiempo de calidad, tú y tu pareja deben seguir manifestando su amor a través de actos de servicio, detalles, contacto físico y palabras amables.

12. Fomenta la intimidad con tu pareja

Cada pareja vive su sexualidad de distintas formas; no obstante, a nivel general el sexo es un pilar importante para mantener el vínculo fuerte, en especial cuando ya viven juntos. Las rutinas del día y la costumbre de estar uno con el otro cambia la dinámica sexual y se ve reflejada en encuentros reducidos.

Por lo tanto, es primordial reservar tiempo para la intimidad y ser creativos para mantener «la chispa encendida». Como pareja es esencial tener la confianza para hablar de forma abierta de estos temas. Expresar las fantasías y deseos, aventurarse a probar algo nuevo en la cama, hacerlo en un lugar distinto… hay que procurar no caer en la rutina sexual.

13. Aprende a pedir perdón y a perdonar

Los cambios que acarrea la vida en pareja trae consigo desacuerdos y momentos no tan agradables. Por muy buena que sea la comunicación, atravesar estas dificultades es inevitable. Es allí cuando aprender a pedir perdón y perdonar se vuelve clave.

Bajar la guardia, reconocer los errores propios y de ambos, y estar dispuestos a mejorar es esencial para no fallar en el intento de vivir juntos.

14. Considera la opinión de tu pareja al tomar decisiones

Si bien hay que respetar la individualidad de la pareja, es primordial considerar que muchas decisiones del día a día ahora deben ser en conjunto. La convivencia va más allá de compartir la misma casa o la misma cama; para que las cosas funcionen, ambos tendrán que ponerse de acuerdo con cuestiones importantes.

El hecho de tener que llegar a un común acuerdo en cuanto a preferencias, situaciones, planes y mucho más, enriquecerá la relación, fortalecerá la confianza y los hará a ambos más tolerantes. 

15. Aborda con paciencia los cambios

Por mucho tiempo que lleven de conocerse, dar el paso a vivir en pareja por primera vez abre las puertas a una etapa nueva para la relación. Ambos tendrán que reacomodar algunas de sus rutinas, además de adaptarse a ciertas costumbres del otro. El proceso toma tiempo y requiere voluntad y paciencia.

En este sentido, es determinante aprender a afrontar los cambios con serenidad y asertividad. Las diferencias son inevitables, pero la forma de enfrentarlas hace la diferencia. El compromiso que ambos tengan con «hacerlo funcionar» es lo que les permitirá crecer y aprender como pareja.

¿Cómo saber si estás preparado para vivir con tu pareja?

No hay una forma certera que te permita establecer si estás preparado para vivir en pareja. Lo que debes tener claro es que hace falta mucho más que amor para que funcione. Te compartimos algunas cuestiones rápidas que puedes responderte antes de tomar una decisión definitiva.

  1. ¿Llevan más de un año de noviazgo?
  2. ¿Hay confianza, respecto e igualdad?
  3. ¿Ambos tienen estabilidad financiera?
  4. ¿La decisión de mudarse juntos es conjunta?
  5. ¿La relación está pasando por un buen momento?
  6. ¿Tienen un lugar definido para vivir juntos sin terceros?
  7. ¿Están alineados en cuanto a metas a futuro y estilo de vida?
  8. ¿Quieren vivir juntos porque se aman, porque les conviene o por ambas?

Si respondiste «no» a cualquiera de estas preguntas, todavía no es momento de iniciar una vida juntos. Por mucho que ames a esa persona, date espacio para pensar con cabeza fría. Si hay carencias en cualquier aspecto, es probable que la relación fracase.

Sin embargo, ahora que reconoces esas cosas que faltan, puedes empezar a trabajarlas con tu pareja si es que en verdad quieren transitar a esa nueva etapa.


Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.



Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.