7 consejos prácticos para reducir el estrés

El estrés es una respuesta fisiológica del organismo a los acontecimientos de nuestra vida. Estos consejos podrían ser útiles a la hora de manejarlo.
7 consejos prácticos para reducir el estrés

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 09 julio, 2023

El estrés es un padecimiento que sufren muchas personas hoy en día. Cada vez llevamos un ritmo de vida más ajetreado y esto muchas veces nos lleva a estresarnos. Sin embargo, hay remedios para ello, aquí tienes 7 consejos prácticos para reducir el estrés.

Lo que describimos a continuación son consejos que podrían no funcionar para reducir el estrés. Además, la información que se describe a continuación no está avalada por un psicólogo o psiquiatra. Si sufres de estrés y necesitas adquirir estrategias para reducirlo, te recomendamos que consultes con un especialista.

1. Respiración profunda contra la respiración superficial

Respirar profundamente podría ayudarte a reducir el estrés. La mayoría de la gente no sabe cómo es la respiración profunda, por lo que terminan respirando de forma superficial lo que puede causar hiperventilación.

Coloca tu mano sobre el estómago y pon tu barriga de manera normal. Luego respira profundamente y observa que tu vientre y tu pecho se levantan. Cuando lo hagas, piensa en algún aspecto de la respiración, como la expansión de los pulmones con el aire o el aire mismo, pasando a través de las fosas nasales. Sostén durante tres segundos y luego exhala por la boca. Si haces cinco rondas de respiración profunda tres veces al día reducirás en gran medida tu nivel de estrés.

Muchas personas toman los beneficios de la respiración profunda por sentado. Es una parte integral de la reducción del estrés que no puede ser ignorado. Y lo más importante, le das a la mente algo en qué concentrarse, otra cosa que no sean las tensiones del día.

Relajación muscular

El proceso de tensar lentamente y luego relajar los grupos musculares de tu elección es muy importante también. Se logran dos objetivos: se relajan naturalmente los músculos ya que estás probablemente muy tenso por el estrés y, además, consigues distraer la mente, ayudando a que se centre en algo diferente.

Estira los grupos de músculos, ténsalos durante cinco a 10 segundos y luego libera la presión, relajándolos. Puedes hacer esto para los mismos grupos musculares múltiples. Depende de ti los que elijas. Por ejemplo, comienza con los pies y los tobillos, luego estira y tensa las muñecas, los brazos y los hombros. Por último el cuello y la cara.

En el tramo de la mañana o de la tarde, en posición plana sobre tu espalda cruza la pierna derecha por encima de tu cuerpo y gira las caderas para que la rodilla toque el piso. Haz lo mismo con la otra pierna. También puedes tirar de las rodillas hacia el pecho, etc.

Conectarse con la tierra

Sentado y divagando a través de tu estrés con la esperanza de que va a desaparecer solo, empeorará las cosas. El truco está en el terreno, imagínate a ti mismo en una actividad tangible que te llevará de vuelta a la realidad. Esto te recordará que estás bien, distrae tu mente haciendo una tarea concreta alrededor de la casa como la limpieza, el lavado, la organización de un armario, etc. También puedes leer, hacer un crucigrama o llamar a un amigo. O bien, intenta aprieta una pelota anti-estrés o cualquier objeto en la mano que te pueda enfocar, etc. No te sientas solo en casa y no ver la televisión.

El pensamiento de reemplazo

Las técnicas de reemplazo han estado alrededor por años y en realidad funcionan si uno sabe cómo usarlos. Cuando experimentas un pensamiento negativo que está causando el estrés, dile “stop” a ti mismo. Escríbelo y luego cultiva un pensamiento alternativo. Los pensamientos alternativos son pensamientos simples, más racionales que nos dan la paz. Te ayudan a ver la imagen más grande.

Por ejemplo, si piensas que vas a ser despedido de tu trabajo porque llegaste recientemente tarde a una reunión muy importante, detén ese pensamiento inmediatamente y reemplázalo con un pensamiento más racional: “Yo soy solo un humano y no siempre se puede predecir el tráfico. Mi autoestima no depende de ser un empleado perfecto”.

Imágenes guiadas

Cierra los ojos y trata de pensar en un lugar seguro que representa paz y calma. Podría ser tu casa, una playa, un bosque o de estar con la presencia de un ser querido o tu mascota favorita. Entonces imagina ir y abrazar la experiencia con los brazos abiertos. ¿Cuáles son los sonidos, los olores y las vistas particulares que ves? Se específico y sigue profundizando en los detalles de las imágenes hasta que sientas que tu nivel de estrés que baja. Prueba esto dos veces al día.

Aceptar la ansiedad

La aceptación de tus síntomas de estrés es el primer paso hacia la reducción de su poder sobre ti. Acepta que tienes miedo y examina los pensamientos negativos que estás teniendo. ¿Es un peligro o molestia? La mayor parte del tiempo, el estrés es del tipo anticipatorio, que es cuando nos entra el pánico acerca de las cosas en el futuro que aún no han sucedido o sobre cosas que nunca sucederán. No asumas que solo porque estás estresado/a, tiene que haber peligro que se oculta en alguna parte. El estrés sesga nuestros pensamientos y nos hace pensar de esa manera.

Practicar ejercicio

Todos sabemos que el ejercicio libera endorfinas, que son responsables del aumento de la capacidad de la mente para elevar el estado de ánimo y sentirse bien. El ejercicio no solo significa actividades de cardio pesados o ir al gimnasio durante tres horas todos los días. Significa, simplemente, estar lo más activos posibles, como caminar durante 15 a 30 minutos una vez o dos veces al día.

También puede significar cardio, como montar en bicicleta, una corta caminata pero rápida, jugar al tenis o al golf. También significa tomar una clase de yoga o Pilates. Cuanto más te actives mejor te sentirás. Si eres un adicto a la televisión, tus posibilidades de elevar tu estado de ánimo y reducir el estrés son casi nulas.

Recuerda que lo que aquí hemos descrito son solo consejos que podrían no funcionar en un caso en concreto. Te recomendamos en cualquier caso consultar con un especialista


Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.