
Nuestros pequeños bebés crecen y comienzan las decisiones importantes. Una de las primeras que nos tocan es elegir la mejor escuela. Allí pasará la mayor parte de su tiempo, sus maestros moldearán su educación y sus compañeros su entorno social.…
Aunque nos parezca un simple pasatiempo para que se diviertan, la actividad física en los niños les ayuda a desarrollar mejor sus diferentes sistemas y a lograr una mejor salud general.
La actividad física en los niños contribuye al desarrollo social, fomenta la autoconfianza, la interacción e integración social. También puede reforzar el comportamiento saludable para evitar que de adolescente caigan en el consumo de tabaco, drogas y alcohol. Así, a su vez, podrá obtener un mejor rendimiento escolar.
Es conveniente que los niños que no están acostumbrados a realizar actividades físicas comiencen con ejercicios ligeros y aumentarlos gradualmente. A medida que se van adaptando se incrementará la duración, la frecuencia y la intensidad.
También, se recomienda que los niños y jóvenes con discapacidad hagan actividades físicas. Sin embargo, antes de iniciar deben solicitar a su médico tratante un informe donde indique el tipo y la cantidad de ejercicios pueden hacer, de acuerdo a sus limitaciones.
Para que el ejercicio físico sea saludable, debe estar adaptado a la condición física, a la edad y a las preferencias del niño. Además, lo más importante es disfrutar, no la competencia.
Para obtener mayores beneficios en la salud se deben invertir 60 minutos en las actividades moderadas. Esta rutina se puede realizar en tiempos más cortos (por ejemplo, dos sesiones de 30 minutos, por lo menos, tres veces a la semana).
La práctica de actividades físicas es muy importante para la correcta evolución física del menor. Así:
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Durante el día se pueden aprovechar las actividades cotidianas para realizar ejercicios, a fin de evitar el sedentarismo.
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Muchos padres creen que sus niños son perezosos, por desconocimiento de enfermedades como la hipotonía. Esta patología consiste en la disminución del tono muscular. Como consecuencia, el menor presenta flojera y rechazo a las actividades físicas.
Por lo anterior descrito, se sugiere que antes de iniciar alguna actividad física, los padres consulten a un especialista para que realicen un chequeo médico al niño. Así, podrá certificar que goza de buena salud y puede comenzar con una rutina adecuada.
Para finalizar, es importante que la actividad física forme parte de la actividad diaria. Si se practica de forma esporádica no obtendrá los mismos beneficios que cuando se realiza regularmente. Debes tener en cuenta que, con un mínimo de ejercicios que realice el niño, ya estará combatiendo el sedentarismo.
Asimismo, no olvides la importancia de iniciar todas estas actividades en la niñez y, preferiblemente, en compañía del grupo familiar. De esta manera será más fácil que adopte el hábito y pueda mantenerlo en la edad adulta.