18 recetas y otros trucos para aprovechar el pan duro

Una manera de ablandar el pan duro es llevándolo de nuevo al horno. Pero no es lo único que puedes hacer con él, también está la opción de reutilizarlo en un platillo original.
18 recetas y otros trucos para aprovechar el pan duro
Maria Patricia Pinero Corredor

Revisado y aprobado por la nutricionista Maria Patricia Pinero Corredor.

Escrito por Daniela Bernal

Última actualización: 02 marzo, 2024

El pan recién hecho es delicioso: tiene una miga o centro tierno y una corteza crujiente, eso sin dejar de lado su aroma tan atrayente. Por eso, cuando pasas por una panadería, terminas por comprar una barra o baguette. El problema está en que, si tienes en casa, será demasiado y ya no estará tan blando como el primer día. Entonces, ¿qué hacer con el pan duro que te sobró?

Debes saber que si el pan no ha desarrollado moho, es posible recuperarlo a través de distintos métodos y preparaciones. A propósito de esto, te indicaremos tanto cinco formas de ablandar el pan duro como 13 ideas de recetas sencillas y sabrosas que sorprenderán a tus amigos y familiares.

¿Qué hacer con el pan duro?: ¡No lo tires!

Seamos sinceros, en la actualidad todos queremos ahorrar un poco y la alternativa de tirar el pan duro no va con esa filosofía. Es una pérdida tanto de dinero como de alimento, y este es un problema muy grave en la actualidad.

De hecho, el Programa para el Medio Ambiente de la ONU, en su Índice de Desperdicio Alimentario, señaló que la pérdida de alimentos en los hogares representó un 11 % del total de la producción de alimentos para el año 2019.

Como te indicamos antes, mientras el pan no tenga moho, todavía tiene salvación y es seguro para la salud comerlo. Hay dos caminos que puede seguir para ello: usarlo como ingrediente en una receta nueva o suavizar el pan duro para poder consumirlo de la misma forma. ¿Cuál te interesa más?



13 ideas de recetas con pan duro

Es la opción más creativa. De hecho, el pan duro puede volverse la base de una receta original, que hará a tu familia chuparse los dedos. Te daremos tanto ideas muy sencillas de realizar como otras que requieren un poco más de cocción y técnica. Eso sí, todas son deliciosas.

1. Pan rallado

Es la alternativa de qué hacer con el pan duro perfecta para aquellos que no tienen tiempo o no son muy buenos en la cocina. Preparar el pan rallado no tiene ninguna dificultad: basta con meterlo al procesador de alimentos o batidora de vaso y listo. Para elevarlo puedes agregarle orégano o, incluso, un poco de queso parmesano, ¡es genial para empanar!

2. Tostas

Tostas con pan duro
Las tostas son versátiles, aquí un ejemplo con miel, peras y queso.

Las tostas son un clásico que no pasa de moda y puedes usar una baguette dura para hacerlas. Córtala en rodajas y aplícales calor en una tostadora u horno tostador, así ganarán una textura crujiente.

Después corónalas con queso, jamón o cualquier otro embutido que te guste. Incluso, puedes hacerlas gourmet, por ejemplo, una tosta de boletus con cebolla caramelizada es perfecta para servir en una reunión con amigos en casa.

3. Migas de pastor

Si hablamos de recuperar el pan duro en recetas sencillas, no podían faltar las migas de pastor. Este plato de Extremadura lleva chorizo, panceta, pimentón y ajo sofritos. El pan lo que hará es absorber estos sabores, al tomar una textura suave o más crujiente, de acuerdo con el tiempo de cocción.

Termina con un tope de huevos fritos, que le darán esa humedad al plato, cuando rompas la yema y el líquido llegue a las migas. Te recomendamos colocar uno por cada comensal para el que cocines.

4. Rollitos de pan y queso

Entre las ideas originales de qué hacer con pan duro de molde destacan los rollitos, no solo con queso, sino también pueden ser con jamón, salami o chorizo. Para hacerlos vas a pasar rodajas de pan de molde por leche, para darles humedad y que las puedas enrollar con facilidad.

Lo siguiente es colocar una loncha de queso o del embutido de tu elección y envolverlos. El siguiente paso es rebosar en huevo, pan rallado y a freír. Incluso, puedes meterlos a la freidora de aceite para evitar el exceso de grasa. Son bocadillos geniales para una noche de películas.

5. Torta de pan

A esta receta se le conoce de muchas maneras: torta, pastel o budín de pan. Es un postre muy sabroso en el que se combina el pan duro desmenuzado con leche, huevos y azúcar, cocinándose a baño maría, para darle una textura húmeda.

También hay quienes le agregan un caramelo líquido, pasas o hasta moka a la preparación. Es una gran idea para la merienda dulce de la tarde.

6. Pan pizza

Si no sabes qué hacer con el pan duro y tienes niños en casa, entonces el pan pizza o panini pizza es la opción correcta. Para nadie es un secreto que a los niños les encanta la pizza y, al hacerla con ese pan que te sobró, los consentirás sin desperdiciar comida.

Lo ideal es realizarlo con un pan alargado y grueso, como el campesino. Tan solo debes abrirlo (como si fueras a realizar un sándwich), agregarle tu salsa de tomate casera y el topping que más le guste a tus hijos, para terminar con mucho queso. Llévalo al horno, hasta que se derrita y a disfrutar.

7. Tostadas francesas

Sin duda, las tostadas francesas son excelentes opciones para el desayuno o para una merienda. Su preparación no te llevará mucho tiempo y se hacen con pan de molde, baguettes, campesinos o el que tengas en casa. Mezcla un huevo con leche y rebosa rebanadas de pan en él. Luego, llévalas a la sartén con un poco de mantequilla o aceite de oliva.

Para el desayuno puedes colocarles miel, frutas o alguna mermelada; mientras que si las haces para la merienda, las ideas pueden ser más arriesgadas: helado, gotas de chocolate o crema batida. Por otro lado, si te preocupa el exceso de grasas, la opción fit es hacerlas en el horno o en la freidora de aire.

8. Gazpacho o salmorejo

Gazpacho con pan duro
El gazpacho, por su frescura, es una idea de receta con pan duro genial para el verano.

Estas dos tradicionales sopas españolas tienen en común al tomate, aceite de oliva, ajo y al pan duro. Para prepararlas, picas y colocas el pan en un bol con un poco de agua, para que suavice y sea más sencillo de mezclar en la batidora de vaso con el resto de los ingredientes. Luego cuelas, a la nevera y listo: ¡a disfrutar de tu sopa fría!

En el caso del gazpacho andaluz, también puedes usar el pan duro como crotones de decoración. Esto lo haces picándolo en cuadritos —como los que tiene la ensalada César— y colocándolos encima de la sopa al servir. Por su parte, el salmorejo suele decorarse con pedacitos de jamón o huevo duro.

9. Sopa de ajo

Usa el pan duro en recetas de sopas, como la de ajo. El primer paso es sofreír varios dientes de ajo en aceite de oliva y agregar trocitos de pan para que queden impregnados de ese maravilloso sabor. También suma pimentón molido, para darle color y un matiz diferente.

Después, debes incorporar caldo de pollo o carne y cocinar la sopa por unos 25 minutos. Terminas el plato con la incorporación de un huevo por cada persona a la que le vayas a servir y deja que se cocinen por unos tres minutos. De esta manera, tendrán una textura similar a la de los huevos escalfados.

10. Quiche

¿Te gustan las tartas saladas? Entonces, puedes hacer una deliciosa con el pan duro que te haya sobrado. Humedece el pan picado en trozos con un poquito de leche y un huevo, a fin de formar una masa. Esta la vas a extender en una tartera enharinada y llevarla al horno por unos 10 minutos.

El relleno del quiche queda a tu elección, puede ser de verduras y queso, jamón, chorizo o lo que más te guste. Únelo con cuatro huevos y vuelve a llevarlo al horno hasta que se cueza. Sin duda, es una idea original de qué hacer con el pan duro y un almuerzo o cena delicioso.

11. Helado

Sí, escuchaste bien, con el pan duro puedes hacer un helado casero cremoso de lo más interesante. Para ello, debes moler el pan, como te indicamos en el pan rallado y mezclarlo con nata para montar, esencia de vainilla y leche condensada. También vale agregar pasas o gotas de chocolate, para darle matices y texturas.

Lo siguiente es meterlo a la heladera para que se forme el helado, en la consistencia que más te agrade. En caso de que no tengas en casa, comienza por batir la nata para montar y después, sin dejar de batir, incorpora el resto de los ingredientes, hasta que tengas una mezcla con cuerpo.

Después lo llevas al congelador y cada 30 minutos remueves la mezcla, esto con el fin de que te quede un helado cremoso.

12. Torrijas

En una lista de qué hacer con el pan duro no podían faltar las torrijas, todo un clásico de la gastronomía española. Estas son muy fáciles de preparar: coloca en un cazo, sin dejar que hierva, la leche, el azúcar, la esencia de vainilla y la ralladura de limón para crear una infusión de estos sabores.

Cuando esté tibia, remoja las rodajas de pan duro en ella, para después rebozarlas en huevo y freírlas en aceite caliente.

Por último, espolvorea canela y azúcar pulverizada por encima. Si te preocupa el exceso de grasa, al igual que con las tostadas francesas, tienes la posibilidad de hacerlas en la freidora de aire.

13. Sopa de cebolla

Sopa de cebolla con pan duro.
El queso parmesano le da ese toque especial a la sopa de cebolla. ¡Atrévete a prepararla!

Terminamos las ideas de recetas para recuperar el pan duro con otro clásico, pero —en esta oportunidad— de la cocina francesa. Para hacerla, el primer paso es caramelizar las cebollas cortadas en rodajas en una olla con mantequilla derretida y azúcar. Esa será la base de la sopa, en donde agregarás el caldo de carne y cocinarás por unos 15 minutos.

Lo siguiente es servir este caldo en tazones individuales y aptos para horno, taparlos con una rebanada de pan y agregarles mucho queso parmesano por encima. Lo metes al horno hasta que el queso se derrita y voilà: una sopa de cebolla para chuparse los dedos.

¿Cómo ablandar el pan duro?

La segunda opción de qué hacer con el pan duro es ablandarlo, con la idea de comerlo de la misma manera para la que lo compraste. Hay varios métodos para devolverle esa suavidad perdida y aquí te compartimos diferentes opciones, desde las más conocidas hasta otras poco comunes.

1. Recupera el pan duro en el horno

Es la manera más común de hacer que el pan vuelva a ser comestible y la verdad es que no tiene mayor complicación. En menos de 20 minutos podrás disfrutar de tu pan, para untar con mantequilla o lo que más te guste. Vamos con el paso a paso:

  1. Humedece la corteza del pan con la ayuda de un atomizador.
  2. Precalienta el horno a menos de 200 °C.
  3. Coloca el pan dentro y déjalo calentarse por unos siete u ocho minutos.
  4. Saca el pan y estará suave y listo para que lo consumas.
Si bien es cierto que hay algunas personas que envuelven el pan en papel de aluminio al meterlo al horno, no es buena idea hacerlo. Este, a altas temperaturas, puede migrar a la comida y llegar a afectar la salud.

2. Utiliza el microondas

El horno microondas trajo muchos cambios a la hora de cocinar y con su ayuda puedes ablandar el pan duro en un parpadeo. Eso sí, debes estar muy pendiente porque si le colocas demasiado tiempo puede llegar a ponerse aún más duro. A continuación, te compartimos cómo hacerlo:

  1. Humedece un pañito de cocina con agua y envuelve el pan duro con él.
  2. Lleva el pan al microondas y caliéntalo por 10 segundos.
  3. Revisa el pan a ver si está lo suficientemente blando. Si no es así, repite el proceso por 10 segundos más o hasta que esté a tu gusto.

Otra modalidad que puedes aplicar, si la idea de meter un trapo en el microondas no te agrada mucho, es colocar un vaso con agua dentro cuando calientes el pan. De allí tomará la humedad que ha perdido.

3. El tradicional vapor

¿Tienes en casa un cestillo para cocinar al vapor? Entonces, te servirá para recuperar el pan duro. Esta manera quizás tome un poco más de tiempo que la anterior, pero es más duradera. Se trata de la siguiente:

  1. Pon a hervir agua en una olla.
  2. Coloca el cestillo para cocinar al vapor sobre la olla y, dentro de él, el pan duro.
  3. Espera de 10 a 15 minutos a que el vapor ablande el pan.

Por otro lado, si cuentas con una vaporera eléctrica, el procedimiento es muy similar. Colocas el pan duro en ella, agregas agua en el compartimiento destinado y la programas por 10 minutos.

4. La tostadora puede ayudar

Si bien es cierto que la tostadora es para «tostar», también puede servir para ablandar el pan duro. Es bastante útil con el pan de molde, por tener la forma exacta de las rebanadas. Te recomendamos hacerlo de la siguiente forma:

  1. Humedece el pan de molde, sin que llegue a gotear agua, con la ayuda de un atomizador.
  2. Mete las rodajas de pan en la tostadora.
  3. Selecciona el nivel de tostado más bajo.
  4. Espera a que termine el ciclo.
Este método también vale con las sandwicheras, las cuales suelen tener esa misma forma cuadrada.

5. La más novedosa: con freidora de aire

En la sección de recetas te hablamos de varias de ellas que también se pueden hacer en la airfryer, pues este pequeño electrodoméstico vale para ablandar el pan que te haya sobrado los días anteriores. El procedimiento es el siguiente, busca lápiz y papel:

  1. Aplica agua a tu pan duro, con un atomizador o trapo húmedo de cocina.
  2. Programa la freidora de aire entre 170 y 200 °C.
  3. Coloca el pan duro dentro de la cesta de la freidora y ciérrala.
  4. Espera entre cinco y siete minutos.
  5. Revisa el pan y si está blando, habrás terminado.


¡Ya sabes qué hacer con el pan duro!

Desde un rico gazpacho hasta meterlo al horno para que recupere su textura suave, son muchas las ideas de qué hacer con el pan duro de días anteriores. Todo depende de lo que quieras preparar o cómo desees comerlo.

Antes de finalizar, te queremos dar un consejo final para que conserves el pan fresco en casa por más tiempo: almacénalo en una bolsa de tela, papel o panera. Aléjate de las bolsas de plástico, porque ellas hacen que el pan tome una textura chiclosa y eso no es lo que quieres, ¿cierto?


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