Temblor esencial: síntomas, causas y tratamientos

El temblor en los miembros superiores e inferiores del cuerpo es un síntoma que puede responder a diversas patologías. Entre ellas está el temblor esencial. Aquí te contamos qué se sabe hasta hoy.
Temblor esencial: síntomas, causas y tratamientos
Sara Viruega

Revisado y aprobado por la farmacéutica Sara Viruega.

Escrito por Leonardo Biolatto

Última actualización: 27 julio, 2023

El temblor esencial es frecuente en la población general. Dentro de los trastornos del movimiento constituye la patología más habitual, superando ampliamente a la enfermedad de Parkinson. Estadísticamente, es veinte veces más prevalente que el párkinson entre los adultos.

El grupo etario más afectado son las personas mayores de 65 años. Pero se considera que entre los 40 y los 60 años es la edad más común en la que se presentan los primeros síntomas. Se han registrado también casos en infantes.

La característica del temblor esencial es el movimiento involuntario en forma de sacudidas persistentes. La manifestación se da sobre todo en los miembros superiores: manos y brazos. Los episodios suelen aparecer de forma simétrica y con pausas.

Si bien es una situación crónica, que se prolonga en el tiempo, no está presente durante todo el día y, a veces, ni siquiera todos los días. El temblor esencial no es mortal, no se asocia a deterioro cognitivo ni a degeneraciones del sistema nervioso.

Sin embargo, aunque se catalogue como benigno, es un trastorno muy importante para quien lo padece. Se puede decir que representa una causa de invalidez para actividades de la vida cotidiana, como escribir, tomar una taza de té o atarse los zapatos.

Causas del temblor esencial

No existen suficientes estudios en el mundo científico para llegar a la causa del origen de la patología. Esto se debe a que es un trastorno benigno, con evolución pausada.

Sin embargo, sí se sabe que el temblor esencial está referido a una alteración en las conexiones del sistema nervioso en los núcleos del movimiento. El tálamo, la vía nigroestriada y el cerebelo son regiones del sistema nervioso encargadas de regular los movimientos corporales.

La hipótesis científica es que, en el temblor esencial, alguna de esas regiones posee un cambio anormal que produce finalmente el movimiento involuntario.

La existencia de casos familiares, en los que padres e hijos padecen el temblor esencial, confirma en primera instancia un componente genético de la alteración. De hecho, un nombre equivalente para el temblor esencial es ‘temblor familiar’.

Síntomas del temblor esencial

Primero, debemos diferenciarlo del párkinson. El dato clave es que en el temblor esencial los movimientos involuntarios suceden cuando la persona realiza un movimiento específico o intenta mantener una postura. En el párkinson, los movimientos involuntarios son en reposo.

Además del signo clave, que es el temblor en los miembros superiores, pueden aparecer los siguientes síntomas:

  • Cambios en la voz: el temblor esencial puede afectar a la laringe, alterando la generación de la voz en las cuerdas vocales.
  • Cabeceo: como si la persona dijese que ‘sí’ o que ‘no’ con la cabeza, pero de manera involuntaria.
  • Problemas para concretar actividades de la vida diaria: a veces, el temblor no es suficientemente evidente, pero la persona se da cuenta de que le cuesta agarrar algo, manejar una herramienta o, simplemente, escribir.

Si no se tratan, los síntomas tienden a empeorar con la edad y el envejecimiento. Se ha demostrado que empeoran y se vuelven más repetitivos cuando la persona consume mucha cafeína. También en situaciones de estrés o ante el mal descanso nocturno.

Opciones de tratamiento

Debemos aclarar que no hay tratamiento curativo para el temblor esencial. La medida higiénico-dietética que se indica siempre es suspender el consumo de cafeína. Para el estrés se recomiendan diversos cursos de acción, como la psicoterapia o la medicación para conciliar el sueño.

Algunos pacientes se benefician con sesiones de kinesioterapia y fisioterapia orientadas a mejorar el control muscular y aumentar la coordinación del equilibrio.

En cuanto al uso de tratamiento farmacológico, podemos mencionar los siguientes medicamentos como los más empleados y las que más evidencia a su favor tienen:

  • Propanolol: es un betabloqueante. Posiblemente, el más efectivo para reducir los síntomas. Debe utilizarse con cuidado en pacientes con patologías cardíacas, sobre todo si hay antecedentes de bloqueos, y siempre supervisado por un profesional.
  • Primidona: es un anticonvulsivo.
  • Antidepresivos: en vistas a controlar el estrés que pudiese subyacer.
  • Ansiolíticos: para control del estrés y para regularización del sueño.
  • Toxina botulínica: se utiliza en dosis inyectables en determinadas zonas del cuerpo, principalmente cabeza y manos.

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Si todo lo anterior no funciona, actualmente se utilizan tratamientos de mayor complejidad. Estos están reservados para pacientes con muy baja respuesta a los fármacos y con un cuadro clínico invalidante. Podemos nombrar las siguientes opciones terapéuticas:

  • Radiocirugía estereotáctica: es la utilización de rayos de radiofrecuencia de alta potencia enfocados en un área puntual del sistema nervioso.
  • HIFU: es el mismo fundamento que la técnica anterior, pero en este caso con rayos de ultrasonido.
  • Implante de un estimulador: se coloca un dispositivo que enviará estímulos eléctricos al tálamo.
  • Talamotomía: es la escisión de partes del tálamo mediante cirugía. Hoy por hoy, se encuentra suplantada la técnica tradicional por el uso de la radiocirugía o del HIFU, que evita la invasión quirúrgica.

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